Carla noqueada y lesbiana confundida.

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En aquellos años mi mayor ilusión en todo el curso eran las fiestas del pueblo: salíamos todos los amigos, bebíamos, nos cruzábamos con todos los conocidos del pueblo y siempre intentábamos ligar todos, ya que con el alcohol y el ambiente nos era más fácil que de costumbre.

Llegaba el primer día de fiesta y mi plan era claro y conciso: controlar el panorama a ver si había alguna chiquilla nueva a la que meterle fichas a ver si conseguía llevármela a la cama (ya que aún seguía siendo virgen) y si no había ninguna que me llamase la atención o que quisiese algo conmigo de las que me la llamen, no jugármela y no cabrear a Carla para ver si la podía convencer aquella noche, o al menos toquetear algo que las hormonas iban sin control por mi cuerpo, a pesar de que estaba bastane cabreado con ella porque llevaba un par de meses sin quedar apenas conmigo.

Con el plan claro, me dispuse a depilarme la polla (acción que siempre me escita y acaba con una tremenda paja en la ducha mientras me limpio los pelos cortados que quedan encima) y una vez hecho todo el proceso, me puse mis mejores galas, cené, negocié con mis padres la hora de vuelta hasta lo más tarde que pude y salí a la aventura.

Los de nuestro grupo siempre quedábamos en el mismo bar después de ir a buscar a la gente que nos quedase cerca de casa. Yo fui a por mi mejor amigo que vivía casi al lado, Fer.

- Que tal Fer? Con las pilas cargadas para hoy?

- Joder que si.

Fer era un chaval algo feo, bastante fofo que no tenía mucho éxito en el amor, pero siempre lo intentaba con ganas. Que no aguantase bien el alcohol tampoco le ayudó mucho nunca, ya que cuando hay tías que con el alcohol van muy de fáciles, él si bebió algo ya esta vomitando por ahí y si no bebió es demasiado tímido para acercarse a ellas.

- Muy arreglado vas eh, pocas veces se te ve así, voy a pedir un deseo. -digo al verlo en camisa y vaqueros, ya que el 99% del año Fer vestía chándal.

- Tú eres un cabrón, muy subidito vienes hoy eh. A ver si te tengo que bajar los humos.

Fuimos todo el camino con nuestras típicas bromas y como siempre llegamos los primeros al bar donde siempre quedábamos.

- Joder, siempre igual tío, nunca llegan a tiempo. Jose estará aún cenando el muy cabrón, Luis vive al lado de aquí y siempre espera a que lleguemos para empezar a cambiarse, Carla estará aún maquillándose y sus pobres amigas esperando por ella aún, aunque algo me dijo este año ahora que me acuerdo de que igual salía antes que nosotros de casa con sus padres y los de Pedro que son muy amigos.

- Carla siempre igual eh, no cambia! Pues Mery aún tenía que acostar a su abuela y cambiarse, aún tardará e Inés ya sabes como es eh... Igual ni aparece en toda la noche como se líe por otros lados.

Mery era una chica con la que se solía liar Fer. Era bastante fea, 1,70cm, paliducha del todo, pocas tetas y el culo bastante caído, aunque lo iba mejorando con los días ya que salía bastante a correr con sus perros. Tenía fama de ser bastante fácil, además de emborracharse mucho y jugar de vez en cuando con las drogas. Todos creíamos que se liaban porque ninguno tenía nada mejor.

- Bueno, Inés no creo que sea peor que Carla eh. Aparte de llegar tarde, como se emborrache bien es capaz de perderse toda la noche y encontrárnosla tirada en el parque municipal con sus amigas con ganas de vomitar.

- Ya, eso si. Encima Inés hoy dijo que traía a su prima, como empiecen a beber ambas en casa Inés es capaz de liarse a hablar hasta las tantas allí las dos solas.

- Pfff, pues nada, vamos pidiendo una mientras.-dije yo que aquellos meses de verano ya me había ido adaptando bastante bien a la cerveza.

A los 20 minutos fueron apareciendo casi todos y en ese momento apareció Carla por la puerta medio sujetada con sus amigas berreando casi desde la puerta del bar:

Las hormonas de Carla y Juan.Where stories live. Discover now