El alcohol que corre por sus venas la pone cachonda.

3.9K 20 1
                                    

En ese último tema de la relación abierta yo jugaba con desventaja ya que no salía casi de fiesta, por aquel entonces aún no bebía alcohol y tenía unos padres mucho más estrictos que los de Carla en esos temas.

Aquel fin de semana había fiestas en el pueblo de al lado y todos los chavales de mi edad iban a ir. Mis compañeros de equipo me invitaron, pero ya les dije que iba a ser imposible convencer a mis padres ya que faltaba menos de un mes para los exámenes finales, y así fue. El sábado al volver del partido venía muy cabreado por ese tema, a pesar de todo me puse a estudiar como mis padres querían. Antes de ir a cenar miré el móvil y tenía mensajes de Carla:

- Al final no vienes a la fiesta?

- Que va, ya sabes como va todo en mi casa.

- Ay jo, que pena, hoy que estreno vestido...

- Bueno, puedo verlo otro día no?

- Si, y hoy también.

Me envió una foto suya con el vestido puesto, ya peinada como una diosa y los labios pintados de rojo putón. El vestido negro le resaltaba tanto el culo como las tetas haciendo que pareciesen incluso más grandes que con su ropa normal. No se como tenía nada ya que nunca se quiso mostrar desnuda delante mía, simplemente nos besábamos algo y toqueteábamos muy de vez en cuando por encima de la ropa del otro. Además me fijé que tenía una cremallera que empezaba en el escote y tenía algo bajada, como para que le viera mejor las tetas. Yo en ese momento ya estaba bastante cachondo.

- JODER, hoy vas a dar guerra sin mi...

- Jajajaja, no empecemos que te conozco, nada de celos.

- Ya, eso es fácil de decir...

- Venga va, no te enfades en serio.

Pasé de estar cachondísimo a más enfadado que cuando mis padres me dijeron que no podía ir a la fiesta. Tiré el móvil en cama y me fui a cenar con desgana. Luego jugué con mis amigos (los que no habían ido a la fiesta) como todos los viernes noche a algún videojuego hasta tarde, era lo mejor que podía hacer para no pensar en Carla y en lo que estaría haciendo. Acabé de jugar sobre las 3:00 y me estaba yendo a cama ya. Me puse en calzoncillos y al coger el móvil antes de dormir ya veo varios mensajes de Carla borracha (cómo era habitual):

(Estarían mal escritos, pero prefiero escribirlos legibles aquí)

Juaaaaaan, lo que te estás perdiendo, están todos tus compañeros de equipo aquí!

Vaya fiestazaaaaa!

Juan vaa hombre, no te enfades jo

Si ya sabes como es lo nuestro, en serio

Juaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan

Respóndeme porfaa

Juan estoy de camino al pueblo yaaa, y quiero fiestaaaa, mejor te mando un audio que ya no veo bien las teclas

En el audio se podía oír a Carla diciendo que quería seguir de fiesta por el pueblo (claramente muy borracha, no era capaz ni de vocalizar bien) y sus amigas todas por detrás gritando: Dile lo de César, lo de César no se lo cuentas eh! Juan cuidadito con Césaaaaar!

César era un chico que tenía a Carla loquita desde el principio, tenía dos años más que nosotros, era un tío mucho más fuerte y definido que yo ya que iba todas las semanas al gym, mediría 1,90 o por ahí, era rubio y de ojos azules. La única pega que podía tener era lo paradito que era y que tenía aparato y la cara llena de granos, porque por lo demás era el hombre perfecto.

Escuchando el audio sabía que algo había pasado con César y me cabree más. Así que le respondí:

- Encima sabiendo que estoy celoso me mandas ese audio donde queda totalmente claro que hiciste algo con César.

Las hormonas de Carla y Juan.Where stories live. Discover now