Capítulo 17: Declaración.

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No sé en qué momento paso, en que momento de la noche paso, pero aun así a él parece no importarle, cuando me despierto en la mañana, me despierto junto a él, entre sus brazos y estamos a mitad de la cama, subo lentamente la vista, y lo que me encuentro es a Jackson con una enorme sonrisa, a pesar de estar en un sueño de verdad pesado, porque incluso está roncando ligeramente pero sin hacer ruido, así como cuando se nos tapa la nariz cuando estamos enfermos y no podemos respirar bien al dormir, intento levantarme para ir al baño, pero Jackson me atrae más a él, y me vuelvo a quedar dormida.

—Despierta bella durmiente.

Es lo que escucho al encontrarme sola en la cama, y ver a Jackson de repente con una bandeja con tostadas, a un lado mermelada y miel, así como también fresas y kiwi, junto con jugo de naranja, me siento con dificultad en la cama, y él me coloca la bandeja en el regazo.

¿Por qué no pizza? -Haciendo un ligero puchero, lo cual lo hace reír-.

—Porque primero tienes que comer saludable, y después si quieres te comes una rebanada de pizza. —Responde—.

— ¿Desayunaste?

—Sí, mientras se hacían las tostadas, me comí un plato de frutas también, y luego unas tostadas y unas rebanadas de pizza, perdón por no esperarte, pero mientras tu comes me voy a bañar para ir juntos a que declares lo que paso al laboratorio criminológico donde trabajan los detectives que vinieron ayer.

—Está bien, te quiero. —Era la primera vez que esas palabras salían de mi boca, y verle la cara a Jackson al escucharlas no tuvo precio porque se agacho y me beso—.

—Yo también, ahora a comer, yo vengo dentro de un rato, cuando termines, te bañas que yo lavo los platos, tranquila.

Jackson me da un beso nuevamente en los labios, y se va, yo desayuno, dejo la bandeja en la cama, y me voy al baño, luego de terminar de bañarme, busque que ponerme y me coloque un overol negro con una franela blanca, y de zapatos unos cerrados color blanco, a lo que tocan a la puerta, y cuando la abro Jackson pasa buscando la bandeja y yo me coloco a acomodar la cama, cuando sube nuevamente y ve la cama tendida, me mira con reproche.

—No tenías por qué hacerlo Miranda, yo lo iba a hacer.

—Oye si terminas haciendo todo por mí me sentiré completamente inútil. —Confieso—.

—Lo sé, pero te quiero consentir en lo que sea, bajemos así te comes una rebanada de pizza.

Bajamos con mi cartera colgando en el hombro de Jackson, me como una rebanada de pizza, y mientras me la comía me doy cuenta que carga un traje azul oscuro.

—Pero que guapo se ve este abogado que tengo por novio.

—¿Tú crees?

—Sí, no solo lo creo, lo sé.

—Bueno, cuando termines de declarar te llevare a tu local, y te recogeré al medio día, tengo una audiencia por adopción a las diez de la mañana, son las ocho.

—Sabes que puedo ir en taxi Jack, no tienes porque...

—Tienes razón, no tengo porque, es que quiero hacerlo. —Dice el después de interrumpirme—.

Agarro las llaves de la casa, coloco la alarma y cierro la puerta, me dirijo al auto de Jackson, y nos vamos al laboratorio criminológico, donde al llegar a la recepción me acerco a la persona que está ahí.

—Hola busco a los detectives Colis y Matteo.

—Hola soy Wells, ya los llamo.

Se acerca al teléfono y marca un número, después de un minuto estaba delante de nosotros la detective Colis, donde nos conduce hasta una sala, donde está el detective Matteo, otra chica y un señor que me es ligeramente conocido, al verlo bien, sé que lo conozco y muy bien.

Corazón A Mil por HoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora