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Había pasado más de un mes desde la última vez que Louise había visto a Rick. La reunión del claustro de profesores se había alargado tanto que había anochecido y Louise de dirigía a su casa caminando.

A los 15 minutos caminando por la oscuridad se percató del sonido de unas pisadas, asustada, aceleró el paso, pero la persona que estaba a sus espaldas decidió hacer lo mismo. Sentía una ansiedad que oprimía su pecho y con las manos temblorosas agarró con fuerza su bolso pegándolo a su cuerpo. Estaba casi en su calle, si caminaba una manzana más llegaría a su casa, pero el hombre a su espalda consiguió alcanzarla antes de que llegase a su destino.

Una mano se poso sobre su boca para que no pudiese gritar y otra presionaba su garganta asfixiándola. La joven le clavó las uñas en los brazos mientras derramaba algunas lágrimas, el miedo se instauró en su cuerpo y cerró los ojos ¿le robarían? ¿la violarían? ¿La matarían?

Recibió un par de rodillazos en las costillas, provocando más dificultad a la hora de mantener la respiración. Después recibió un golpe en la cabeza y todo se volvió negro.

Louise despertó sin abrir los ojos con un dolor de cabeza insoportable, también tenía molestias en el cuello, sentía frío, despacio y aún asustada abrió los ojos y se encontró con que estaba tirada en la acera en la que había sido atacada.

Se llevó una mano a la cabeza y encontró algo de sangre que comenzaba a secarse. Seguía siendo de noche, así que supuso que habría pasado una hora como mucho desde que aquel hombre se abalanzase sobre ella. Se incorporó lentamente y observó que su ropa se encontraba en su sitio, aunque la parte delantera de su vestido había sido desgarrada, dejando su sujetador con sus pechos al descubierto. Tampoco estaba su bolso, se lo habían llevado, así que no tenía un móvil con el que pedir ayuda.

Sollozando y dolorida se dirigió a su casa, las luces de esta estaban encendidas y la puerta abierta. Entró corriendo preocupada por Slash, buscó por todas las habitaciones, estaban todos los cajones abiertos con un gran número de cosas rotas y otras esparcidas por el suelo. Al abrir uno de los armarios encontró a su gato asustado y bien escondido, supo exactamente dónde mirar, ya que siempre que se asustaba se dirigía a ese mismo sitio.

- Tengo que ir a la comisaría - se ordenó a si misma.

Cerró la casa esperando que no volviesen y que Slash no se escapase de casa. Tras caminar durante 10 minutos en dirección a la comisaría se dio cuenta de que no había cogido nada de ropa para taparse, pero luego pensó que quizá serviría para algo, cuando había visto en la televisión que habían abusado de alguna chica, siempre decían que nunca había que ducharse, tenías que ir directamente al hospital a que tomasen las muestras necesarias.

Entró a la comisaría y se encontró con una oficial que al verla con el rostro enrojecido e hinchado se acercó a ella y la dirigió a una silla en la que pudiese sentarse.

- ¿Qué ha ocurrido? - la profesora rompió a llorar sintiéndose incapaz de articular palabra.

- Jenner, me voy - dijo Rick dirigiéndose a la puerta, pero en cuanto vio la cabellera rojiza paró en seco - ¿Louise? - giró la cabeza conectando su mirada con la del Sheriff se levantó de la silla y corrió a refugiarse en los brazos de Rick que la envolvió dejando que empapase su camisa en lágrimas. - Jenner, me encargo yo - la subordinada observó asombrada la situación, el rostro serio del Sheriff le indicaba que no hiciese preguntas.

Una vez se quedaron solos, Rick comenzó a pasar la mano por su espalda para reconfortarla de alguna manera. A ella no, se decía a sí mismo. Por dentro ardía de rabia y se sentía impotente de no haberla podido proteger, cuando ella se encargaba de su hijo cinco días a la semana.

- Lou, cariño, ya estás a salvo... no voy a dejar que nadie te haga nada - la profesora correspondió apretando su agarre dejándolo casi sin respiración. - ¿Quieres agua? ¿Un té?

- Agua - contestó como pudo la joven comenzando a separarse del Sheriff.

- Bien, vamos a mi despacho. - puso su mano en la baja espalda de ella para dirigirla al asiento frente a su escritorio. - Dame un minuto y vuelvo con tu agua ¿vale? - a lo que Louise asintió.

Una vez volvió Rick, primero le entregó un vaso de agua y de dio su chaqueta, ya que Louise tenía el vestido desgarrado por la parte delantera. Después, sacó el formulario para rellenar la incidencia y presentar la denuncia. Dejó el bolígrafo sobre la mesa, se sentó a su lado y tomó sus manos para que le contase lo que había pasado.

- Estaba v-volviendo del colegio. Era tarde porque la reunión se había alargado. - tomó aire y soltó un suspiro tembloroso - cuando casi estaba en casa noté que alguien me seguía... y-y-y me alcanzó - soltó un sollozo que ahogó con una de sus manos. Rick pasó su mano libre por el brazo de la muchacha. - Me comenzó a golpear, pensaba que me iba a matar - rompió a llorar. Rick estaba destrozado por verla así, así que decidió tomarla en brazos y posarla sobre su regazo para que sintiera su calor. No se le ocurría otra manera de confortarla y se negaba a dejarla sola. - después desperté sola en la calle, vi que me habían robado y fui a casa, y-y estaba todo desordenado. Mi gato estaba asustado escondido en un armario... y vine aquí.

- ¿Viste su cara? - preguntó el Sheriff mientras acariciaba la espalda de la joven.

- No, lo siento - dijo comenzando a calmarse.

- No lo sientas, Lou, no ha sido tu culpa, te prometo que voy a darlo todo para poder encontrar al desgraciado que te ha hecho esto. - dijo pasando su pulgar por la mejilla rosada de la pelirroja. - ¿Te llevo a casa? - ella asintió. - Relleno estos papeles y nos vamos.

El viaje en el coche patrulla fue silencioso, pero no incómodo. Una vez llegaron a la casa de la joven Rick se acercó hasta la puerta de esta. Louise estaba nerviosa y asustada, no sabía cómo decírselo pero no se quería quedar sola.

- ¿Quieres que me quede un rato hasta que estés más tranquila? - preguntó mirando con sus ojos azules directamente a los de ella. Louise le dedicó una media sonrisa y asintió.

- Por favor - la joven quedó deslumbrada por la sonrisa coqueta que le dedicó el Sheriff, si no estuviese en el estado en el que estaba ahora mismo, le costaría mantener sus manos fuera de su alcance.

Entraron en el comedor y el hombre se sorprendió de ver el desorden que había. Tomó nota de todos los desperfectos para incluirlos posteriormente en la denuncia y fotografió estos, además de tomar algunas huellas para cotejarlas posteriormente. Cuando acabó, se sentaron juntos en el sofá del salón, la cabeza de ella estaba apoyada en su hombro y le acariciaba los cabellos, se asustó al ver la bola blanca que se sentó entre ellos.

- Hey - dijo Rick acariciando al gato de la joven.

- Vaya, Slash no suele tolerar a los extraños - dijo la joven sonriendo.

A la media hora Louise se había quedado dormida en sus brazos, la dejó delicadamente tumbada en el sofá y fue a por una manta para taparla que encontró en su dormitorio. Una vez hizo esto, le mandó un mensaje a Lori comentando que le había salido faena urgente de última hora y que llegaría tarde a casa.

Una vez envió el mensaje, se guardó el móvil y se dedicó a ordenar y recoger los desperfectos para que cuando la joven se despertarse no se tuviese que preocupar por nada. Cuando había terminado, dejó una nota a Louise con su número de teléfono y se fue a comisaría a dar parte de todas las pruebas.

Officer Friendly (Rick Grimes)Where stories live. Discover now