Beauty and the Beast [Natasha Romanoff x Bruce Banner]

Capítulo 5

Tras haber caído al suelo, junto con Natasha y Bruce, los cristales que habían contenido el brebaje hacía pocos segundos antes, desgarraron las pieles de ambos.

–¡Ah! —soltó él.

Romanoff no sabía si se refería al corte o a la fórmula. Lo tumbó boca arriba, depositando su mano sobre el pecho.

–¡Bruce! ¡¿Bruce?! ¿Estás bien?

El científico comenzó a soltar unos bufidos cargados de saliva y enfado, y pareció ir a transformarse en Hulk, pero... no fue así.

***

En la Torre Stark, los Vengadores se acomodaban en los sofás del multimillonario, Tony Stark, a la vez que las manos de Natasha y Bruce se entrelazaban.

–Menos mal que ya estás mejor, grandullón —dijo Stark, realmente alegrado de que el científico estuviese allí.

Después de que Banner tomase el brebaje, cayó en un coma inducido, algo había salido mal, pero no había terminado matándolo. Todos asistían cada día al encuentro del hombre. Esperando que despertase; sin embargo, no había sido así hasta que una tarde, Natasha se quedó sola en la sala junto con Bruce, como siempre solía hacer después de pasadas las siete, y le acariciaba el brazo que no tenía una sonda inyectándole lo que necesitaba; de pronto, comenzó a murmurar una canción en ruso, que le resultaba muy familiar... Formaba remolinos invisibles con su dedo atrapado en algo de vello del brazo del hombre, cuando éste abrió lentamente los ojos.

Lo primero que Nat hizo fue quedarse inmóvil junto a él, sin saber qué es lo que Bruce haría o pensaría.

Fueron tres semanas de terapia sumadas a los dos meses del coma. En total setenta y cinco días en los cuales la Viuda Negra no se había separado ni un momento de él. De Bruce Banner.

–Nos alegramos todos de verte —anunció Thor, con su característica sonrisa.

–Así es —añadió Steve, sonriendo a Natasha, quien también esbozaba una.

Apretó su mano con la de Bruce y se dirigieron unas cálidas sonrisas.

–Pero... Si os vais... ¿Qué pasará con los Vengadores? —inquirió Barton, refiriéndose a Natasha, en vez de a los dos.

Bruce se aclaró la garganta antes de responder.

–Yo podré seguir ayudando, pero no como Hulk —reveló él.

Le dedicó una mirada insegura a Natasha, habían hablado un poco por encima de aquello, así que no sabía su verdadera opinión, y lo que ella quería hacer.

En ese instante, asintió y se arrimó más a Bruce.

–Podéis contar con nosotros, pero nos vamos.

–¿Cómo podremos contactar con vosotros? —inquirió Steve, con las manos juntas y los codos apoyados en las manos.

–Vendremos —repuso el científico con una sonrisa bastante amplia, levantándose del sofá junto con la pelirroja.

Y ambos caminaron por la sala hasta dirigirse al ascensor que los llevaría al vehículo que los esperaba fuera.

***

Los Vengadores necesitaron al dúo en más de una ocasión, lo que consiguió que la relación no se destrozase; sin embargo, la pareja quería disfrutar siendo como una normal, e intentaron hacer cosas que las parejas normales hacen...

***