19 days Omegaverse.

One Day (4)

—No se puede jugar cartas en el salon de clase— dijo una chica de cabello corto y anteojos.
—Tsk, como molestas— el pelirrojo se levantó de su asiento y salio del aula, seguido de uno de sus compañeros de pandilla que siempre estaba a su lado.
—Quiero dejar la escuela, necesito conseguir dinero— comento Mo al beta de pelo corto.
—Te apoyare Jefe, pero ten cuidado de no terminar en la carcel como tu padre— comento el beta
—¡Vueleve a decir algo así y no saldras ileso!— Mo dio la vuelta y se fue. A lo lejos se escuchaba al beta intentando disculparse pero el siguió su camino, hasta que unos pies le cortaron el paso.
—Quita tus asquerosos pies del camino, no estoy de humo— dijo enojado.
—Oh ¿Quien te hizo enojar?—  esa voz se le hacía conocida, cuando alzó el resotro pudo ver que era el peli negro, enseguida se escondió detras de un arbol.
—No te escondas, quiero hablar contigo— .
—Quiero que me ayudes en algo— comento He Tian.
—No creas que por tener un poco de dinero puedes darme ordenes, al menos que ruedes por esa bajada lo considerare— dijo el pelirrojo apuntando a una pequeña baja entre los árboles.
—Esta bien— tomo a Mo y juntos rodaron por la pequeña pendiente, cuando ya iban a llegar al final He Tian lo lanzo hacía un bote basura.
—Bien ya esta hecho vamonos—
—Vete a la mierda—.
Se levantaron y empezaron a caminar, el peli negro puso su brazo en el hombro de Mo pero este intentaba quitarlo, no estaba acostumbrado al contacto físico y menos el de un alpha dominante, jamas lo admitiría pero ese imbécil tenia mucha fuerza.
—Ves este papel, quiero que se lo entregues a la persona correcta, el contenido es muy importante— dijo He Tian moviendo un papel doblado.
—¡¿Quién demonios quiere ayudarte!? ¡No andes dando ordenes!— gritaba Mo haciendo añicos el papel.
He Tian le dio un par de puñetazo y le entrego de nuevo el papel.
—Por suerte tenia otro, encargate de ello— y se lo entrego.
—Dame dinero— Respondió tomando el papel.
—Oh cierto, no te atrevas a mirar, o te golpeare hasta aburrirme— decía He Tian mientras fumaba un cigarrillo.
—Realmente cada vez te odio más y más— dijo mientras se limpiaba la sangre de la nariz.
—Estoy seguro que no deseo gustarte mas y más—.
Un silencio incomodo se hizo entre los dos.
—¡Mierda! ¡No digas cosas tan desagradable! ¡Voy a vomitar!—.
—No exageres—.