19 days Omegaverse.

One Day (18)

—Tu...regresaste...— pudo sentir como He Tian dejaba caer todo su peso encima de el.
—¡Oye! ¡¿Estas bien?!—
—Yo...estoy a punto de quedarme dormido— dijo el pelinegro casi cayendo
—¡Oye! ¡Ponte de pie!— ambos subieron hasta la casa de Mo
—¿He Tian? No dijiste ni una palabra de que habías vuelto— hablo Jian Yi
—Calmate un poco— respondió He Tian con una cara espeluznante
—¿Que pasa con el? Luciendo tenebroso pero cool—.
He Tian siguió a Mo hasta su habitación.
"Maldición, ¿Por que tengo que dejarlo dormir en mi cama"
—Deberías ir al sofa, dejaras mi cama con tu apestoso aroma—cuando volteo pudo ver que el pelinegro se había quitado su playera y pantalones, quedando solo en boxer.
—¡Mierda¡ ¡¿que estas haciendo?!— grito con el rostro rojo de vergüenza.
—Mi ropa esta sucia—
—¡Vuele a ponertela!—
—No seas escandaloso—dijo tomando su cuello y empujandolo a la cama, su rostro era un poco aterrador se notaba cansado y somnoliento.
—Dejame oler tus feromonas—
—¿Eh? Acaso perdiste la cab...— un escalofrío recorrió el cuerpo de Mo al notar como He Tian desprendía feromonas dominantes.
"Mierda...este Idiota va enserio"
—...E—Esta bien...pero detente…— se volteo y libero un poco de sus feromonas, no entendía por que le había pedido eso.
—Huelen tan...bien...— cayó profundamente dormido encima del pelirrojo.
—¡Ahg! ¡Mierda eres muy pesado!— He Tian había quedado encima de el y podía sentir su respiración en la oreja.
"Agh...mierda, este idiota realmente se durmió" no podía quitarselo y mientras más se movía más frotaba su trasero en el miembro del pelinegro.
"¡MIERDAAA!" Sin darse cuenta había liberado un poco más de feromonas.
—Hmm...delicioso...— susurro He Tian aún dormido dandole un lamida a la oreja de Mo.
El pelirrojo sintió su cuerpo y rostro arder y de alguna manera logro zafarse.
"¡Maldición! Este idiota llega y se adueña de mi cama, ¿Por que debería tenerle miedo?" Se quito el calcetín y puso su pie en la cara del pelinegro.
"Jaja maldito idiota" pudo ver como He Tian abría los ojos y subía su mano para retorcer sus testículos. Mo se quejo y rápidamente salio para dirigirse al baño.
"¡Maldito! ¡Me las pagaras!".
Al poco tiempo se fueron Jian Yi y Xixi así que Mo se puso a hacer la cena, pudo escuchar que el pelinegro se quejaba así que fue a ver que pasaba.
Cuando entro al cuarto pudo ver que He Tian estaba sudando mucho, se quejaba y daba vueltas.
—¡Oye! ¿No te estas mueriendo verdad? ¡Despierta!— empezo a moverlo un poco para que despertara.
—Ngh....Ayuda...—
—Joder— Mo tomo las manos de He Tian y libero un poco de feromonas para calmarlo.
Al poco rato desperto y pudo ver que el pelirrojo lo tenía tomado de las manos, las apretó y jalo hacia el.
—¡JODER TU! ¡SUELTAME DUELE!—grito intentando zafarse.
—Si fueras otra persona ya estarían rotas, ¿Por que sostenias mis manos?— pregunto mientras se levantaba de la cama aún sosteniendo sus manos.
—Tu...pedías ayuda entre sueños...tenía miedo que fueras a morir—
—¿Tanto te preocupas por mí?—
—Tendría problemas si mueres en mi casa—
He Tian se le quedo mirando y acercó las manos del pelirrojo a sus labios para darles un beso.
—Gracias— Mo se fue a la cocina y se sirvió de comer mientras He Tian se cambiaba.
—Pequeño Mo ¿donde esta mi plato?— pregunto mientras rascaba su cuello.
—Ni pienses que te dare de comer, puedes ser astuto y siniestro pero sigies siendo un parasito—
—¿Ya terminaste de hablar?— jalo el tazon de espaguetis que tenía el pelirrojo.
—¡¿Que mierda haces?! ¡Suelta!—
—Tengo hambre— metio la mano en el tazon y saco un poco de espaguetis.
—Acaso eres un bebé—
—Si no como no tendre energía para irme, delicioso, dame un plato— dijo lamiendo sus dedos.
—Oye, dime hermano Mo y lo pensare— dijo burlándose.
El pelinegro se puso de pie, acaricio la cabeza de Mo y se aserco a su oído.
—...Hermano Mo...tengo muchaa hambre— su tono de voz era sexy y un poco picaro. Logrando que le dieran escalofríos.
—¡Mierda esta bien!— se levanto enseguida y le sirvió un plato.
Cuando terminaron de comer He Tian se dirigió a la salida.
—Me voy, acompañame afuera— jalo a Mo fuera de la puerta.
—¿Por que diablos iría yo? Sueltame—
—Le temo a la ocuridad—
—¡Ja! ¿Eres un niño?— una mueca se formo en su rostro.
—Apurate— arrastro a Mo hasta la salida.
—Quiero que todas las chicas se enteren, pareces cool pero te comportas como un bebé asustadizo—
—Hace frío, prestame tu chaqueta—
—No—
—¿Donde esta la chaqueta que te di?—
—La tiré—
—Bastardo cruel— le revolvió su cabellera roja y siguió caminando.
—Me voy— alzó su mano y se despidió.
—¡He Tian!— Mo le lanzo su chaqueta.
—Ya no te debo nada—
—Bien— el pelinegro sonrió y se fue.