19 days Omegaverse.

One Day (15)

He Tian estaba dormido en su cama, su cuerpo estaba caliente y pesado, tenía fiebre y para empeorar su celo también había llegado. No quería ni levantarse pero alguien estaba tocando la puerta.
—Ya te dije que no es necesario que hagas la limpieza— decía He Tian mientras abría la puerta un poco enojado.
Cuando alzó la vista pudo ver que estaba su hermano.
—Tienes fiebre, vamos al hospital— dijo su hermano mientras tocaba su frente.
—No me toques, dejame ir— intento forcejear pero su hermano lo arrastro a la salida.
—Me quiero bajar— dijo el peli negro pero no hubo respuesta, así que abrió la puerta del auto en movimiento haciendo que su hermano automáticamente se detuviera.
Ambos salieron del auto y caminaron a la orilla de la playa.
—No te acerques a Jian Yi, es amigo mío—
—No se de que estas hablando— respondió su hermano
—Te convertirse en el tipo de perona que más odio— cuando dijo eso estuvo a punto de desmayar por la fiebre y el cansancio pero su hermano lo sostuvo.
—volvamos—.
Mientras tanto Mo caminaba hacía la salida de la escuela, ese día había sido tranquilo ya que el idiota de He Tian no había ido.
—Discula, ¿Por que He Tian no vino a la escuela hoy?— preguntaron dos chicas.
—¡¿Cuál de todas sus malditas novias eres tu?! ¡¿Por que me estan preguntando a mi?!—dijo Mo totalmente molesto.
—Es...solo que a menudo estan juntos es por eso...— Mo la ingoro y continúo su camino, era raro que ese idota no lo molestara pero ahora eran otras personas quienes lo hacían, todas esas chicas preguntando a cada rato por el, por alguna razón lo hacían enfadar.
Se detuvo a comprar un sándwich y para su mala suerte había mucha gente ese día.
"Diablos, la fila es muy larga" penso Mo hasta que sintió que alguien lo empujó.
—¡No me empujes!— cuando volteó pudo ver a una persona alta, de tes blanca, cabello negro y aura intimidante.
"Que aura más familiar, como si hubiera peligro en la menor provocación...y esas facciones...es como si las hubiera visto antes" pensaba Mo mientras salía del pequeño restaurante.
"Que auto mas lujoso, ¿La persona dentro también le gusta comer sándwiches?" Se pregunto el pelirrojo mientras echaba un vistazo detras de un muro.
Cuando se bajaron los vidrios del vehículo pudo ver a He Tian y como este volteaba a verlo.
"¡Mierda He Tian!" Rápidamente se escondió, su corazón latía mucho y sentía su rostro caliente. Empezó a caminar rápido hasta que estuvo un poco lejos.
"Lo bueno que logre huir, ¿Como se percato que estaba ahí?"
"Es persona tiene la misma aura que He Tian, ¿Era su padre?, Podría ser...¿Un padre adolescente?, toda su familia da miedo" penso Mo durante todo el trayecto a casa, cuando estaba por abrir la puerta le llego un mensaje del demonio peli negro ordenado que fuera a su casa a lo que Mo solo contestó con un "muerte".
—¿Quieres cenar?— pregunto su madre dulcemente.
—Gracias ma, ya cene— respondió el pelirrojo, sono de nuevo su teléfono y era otra vez He Tian.
"¿Debería solo bloquearlo?" Se pregunto mientras abría el mensaje. Se dio un susto cuando vio la mano de He Tian llena de sangre diciendo que fuera a ayudarle, rápidamente le escribió un mensaje y se dirigió a la puerta.
—¿A donde vas?— pregunto su madre.
—¡A salvar a alguien!— respondió mientras salía de su casa.
"¡Estaba bromeando!"
"¡He Tian en realidad no te odio tanto".
Eran los mensaje que podía leer el peli negro mientras estaba en la cocina con una lata de salsa de tomate regada en el piso.
—...¿Es esto una confesión?— se pregunto mientras se ponía de pié, ese mensaje lo había puesto felíz debía de admitirlo. Se había inyectado su supresor pero los pensamientos alphas seguían ahí y dirigidos solo a cierto pelirrojo gruñon. Ya había tenido su celo antes pero esta vez por alguna razón lo sentía más intenso.
—¡Oye abre la puerta! ¡He Tian!— decía Mo mientras golpeaba con fuerza la puerta.
"Joder, ¿No esta muerto o sí?" Penso, hasta que He Tian abrió la puerta, traía un rostro cansado y muchas ojeras.
—No te apures, romperas la puerta— dijo con una leve sonrisa.
Cuando entro pudo ver una lata de salsa de tomate regada en el suelo.
—¿Comiste mierda o que? ¿Me engañastes para que viniera a limpiar?— dijo enfadado.
—Yo no te engañe, tu lo malinterpretaste— Mo lo tomo de el cuello de la camisa con fuerza.
—Si no te golpeo mi apellido no sera Mo— el pelinero no hizo fuerza y simplemente levanto la mano.
—Oye oye, hoy no puedo pelear contigo, si lo hago me desmayare— no estaba mintiendo realmente se sentía mal pero la verdadera razón era que si seguia muy serca de el no se controlaria y podía asustarlo, era lo que menos quería.
—No voy a creer cualquier basura que digas— respondió Mo.
—Entonces tendrás que cuidarme si me desmayo— se agachó y embarro sus manos con la salsa de tomate.
—Mira este piso cubierto con salsa de tomate, parece sangre fresca— fue hacía Mo, tomo su rostro con sus manos llenas de salsa y lo tumbó al suelo.
—¡Mierda! ¡¿Que haces?!—
—Estas sucio de pies a cabeza, no vuelvas a casa hoy— el pelirrojo levanto su rostro para decirle que se quitara pero pudo notar que He Tian tenía el rostro rojo y la mirada nublada.
—¿Por que huelas tan bien?— pregunto He Tian mientras hundía su rostro en el cuello del pelirrojo y movia su rodilla entre las piernas de Mo.
"¡Mierda! ¡Este idiota esta en celo! ¡Tengo que ponerle su supresor o..."
—¡Eres imbécil! ¡Ya te soporte mucho!—empujo al peli negro y se puso encima de el dandole un puñetazo en la cara haciendo que He Tian quedara en el suelo.
"¿Este idiota realmente se desmayo?" Se preguntaba Mo hasta que sintio algo duro debajo de su trasero, había olvidado que seguía encima de He Tian. Su rostro se puso rojo y rápidamente se levanto.
"Mierda tengo que buscarlo rápido" fue al baño y abrió el tocador, por suerte estaban a la mano, lo tomo y se dirigió donde estaba el peli negro.
Mientras He Tian finjia estar desmayado, era lo mejor, así no sería tan incómoda la situación. Pudo escuchar como Mo regresaba y tomaba su brazo, penso que era algo lindo hasta que sintio un pinchazo. ¿Era su supresor? ¿Como supo que eran esos? Regularmente los betas no saben como son los supresores de alphas. Abrió un poco un ojo para echar un vistazo y pudo ver a Mo limpiando el suelo lo cual le causó mucho gracia haciendo que sus dudas quedaran de lado al sentir los efectos del supresor.
"Ya lleva tirado 10 minutos, ¿Debería abofeteralo?...no seguro se vengara" tomo sus pierna y empezo a jalarlo hacía la cama.
—Esta es la última vez que te ayudo, no me des más problemas en el futuro— empezo a subirlo a la cama pero no podía.
—¡Este bastardo es muy pesado! ¡¿Que comiste mistras crecias?!— He Tian quedo con la cabeza y torso en el suelo, mientras sus piernas estaban en la cama.
—No esta bien, Debería levantarlo por el torso— cuando estaba a punto de levantarse sintio como lo jalaban haciendo que cayera frente al peli negro.
—Maldito, me engañaste— dijo Mo enojado.
—Me estas presionando allí abajo— respondió con una leve sonrisa picara.
—¡Maldición! ¡Muévete!— intentaba levantarse pero por la posición era imposible y simplemente hacía que sus entre piernas se rozaran.
—Si frotas más será peligro, y no me gusta que me den ordenes— justo en ese momento empezo a sonar el teléfono de Mo pero era imposible que pudiera contestar ya que estaba en su bolsillo.
—Yo contestare por ti— tomo su celular y contestó.
—¡Oye! ¡Deja mi teléfono!—
—hola señora, soy He Tian, dice Mo que se quedara a dormir aquí— cuando escucho eso, rápidamente empezó a rasguñar su rostro.
—¡Oye! ¡Que estupidez estas diciendo!— dijo mientras le quitaba su teléfono.
—Hola mamá, no te preocupes llegare pronto a casa— cuando colgo pudo ver que el peli negro se quejaba por los rasguños.
—Limpié la cocina y el baño, esta vez tienes que pagar el doble y también responder por mi ropa— dijo mientras se dirigía a la puerta.
—Avaro, te pagare 10 veces más— le revolvió su cabellera rojiza y se despidio. Realmente le había ayudado bastante y evitó el tema de su celo para no hacerlo sentir mal, le debía una.
Cuando Mo iba camino a su casa recordó lo que había pasado, jamás había visto a un alpha dominante en celo, el rostro de He Tian desbordando lujuria, su aliento pesado y las potentes feromonas, sintió como sus mejillas se enrojecian de solo recordarlo. Por suerte estaba debilitando por la fiebre o hubiera sido más difícil controlarlo, definitivamente tendría más cuidado con el.