IV - Acuerdo

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T/n y Yunho estaban cómodamente sentados en el sofá hasta que sonó el estómago de ella.

Creo que ahora sí tengo hambre. —Comentó algo avergonzada y él se rió.

Yo también. —Dijo él y ella se levantó.

Comeremos algo simple ¿Si? —Preguntó T/n llegando a la cocina y Yunho se levantó.

No tengo problema. —Dijo abrazándola por detrás— ¿Pero podrías contarme un poco sobre tu vida, después? No sé casi nada de ti, además de que te llamas T/n y estás terminando la universidad. —Se quejó como un niño pequeño y ella se rió.

Está bien. —Yunho sonrió y la abrazó un poquito más fuerte.

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Ya sentados en la mesa dispuestos a comer, ella habló agarrando los palillos al lado del tazón con alimentos.

Tengo 19 años. —Empezó a contar y tomó un pedazo de carne.

Yunho, quién ya estaba comiendo, sonrió.

Soy dos años mayor que tú. —Se burló de manera infantil y T/n se rió.

Y yo soy 19 años mayor que tú en experiencia terrenal. —Contestó arrogante con una sonrisa, y Yunho soltó una carcajada sorprendido.

¡Oye! —Exclamó señalandola con los palillos algo ofendido— Está bien, me callo. —Hizo un pequeño puchero y siguió comiendo.

Bueno. —Prosiguió T/n— Tengo una madre y un padre que viven en la ciudad continua a esta. Ambos rondan entre los 40 y los 50. —El chico asintió— No tengo hermanos. No trabajo, aún... —Dejó de hablar para seguir comiendo y luego continuó.

Le contó a Yunho lo que le gustaba y lo que no, la fecha de su cumpleaños, y se acercó el momento de que él le preguntara sobre algo en específico.

¿Por qué te hacen daño en la universidad? —Habló Yunho poniéndose un poco más serio.

No lo sé.  —Ella jugó con lo que quedaba de su comida, hasta que se metió la última porción a la boca.

Son de los que no tienen nada que hacer con sus vidas y pierden el tiempo molestando a los demás entonces. —Yunho frunció un poco su ceño mirando sus palillos.

Se levantó con su tazón en las manos, tomó el de T/n y los llevó a la cocina para ponerlos en remojo; y volvió a sentarse en frente de la chica, quien tenía la mirada baja, pensativa.

¿No has intentado hacer algo frente a esa situación? —Preguntó Yunho preocupado.

T/n lo miró.

Si, pero los profesores al parecer me odian porque no hacen nada. —Dijo con un tono de voz enfadado.

El chico suspiró, y luego de un rato de silencio, habló serio con los brazos cruzados.

Voy a ir contigo mañana a la universidad. —Dijo decidido y la chica lo miró con los ojos abiertos.

¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué piensas hacer? —Preguntó nerviosa y preocupada.

Voy a buscar la manera de estar siempre contigo. —Dijo mirando a un punto perdido de la mesa— Y tu universidad no será una excepción. —Sonrió de lado y la miró, haciendo que ella tragara saliva.

¿Pero no crees que eso empeorará las cosas? Agregarías una razón más para que me odiaran. —Miró a Yunho de una manera que lo hizo sentir mal por un momento.

No tiene relevancia porque no dejaré que te hagan daño. —Aseguró— ¿Quiénes son? —T/n puso una mano sobre su frente y parte de su ojo derecho, al ver que no tenía oportunidad de convencer al chico de no hacer eso, y suspiró.

Tres chicas de mi salón y sus novios. —Respondió y Yunho abrió los ojos enojado.

¿Hace cuánto? —Dijo con el ceño fruncido.

Dos años. —Yunho cerró los ojos por un momento y luego la miró.

¿Por qué no te saliste de esa universidad? ¿No crees que es demasiado tiempo? —Preguntó y ella hizo una mueca incómoda.

Por eso te digo... ¿Y si lo dejamos así hasta después de dos semanas? —Pidió ella— Termino la universidad, me dan mi diploma y me olvido de ellos. —Sonrió creyendo tener la solución.

¿Y crees que ellos se olvidarán de su juguete tan rápido? —Preguntó él con lógica en sus palabras— Perdón por decirlo así, linda, pero si te vuelven a ver, o da la casualidad de que te toca volver a convivir con ellos, ¿Crees que no seguirán haciendo lo mismo? —Ella suspiró dándole la razón.

Tienes razón. Son... —Miró hacia otro lado— Malas personas.

Por favor, confía en lo que hago, ¿Si? —Sonrió y conectaron miradas.

Ella asintió.

Por cierto... ¿Cómo tienes dinero si no trabajas? —Preguntó Yunho ladeando la cabeza y mirándola confundido.

Mis padres me mandan cada mes algo de dinero. —Respondió ella volviendo a sonreír por la ternura que le causaba el chico— Que por cierto, creo que tengo que pedirles más, o buscar algún ingreso extra... —Miró a Yunho y él entendió.

Entonces yo debo trabajar también. —Dijo levantándose, y ella hizo lo mismo.

¡Nada de eso! —Dijo decidida alzando su índice.

Deja de gastar dinero en mí... —Sonrió un poco— Con la ropa es suficiente.

"Valió cada maldito centavo..." Pensó la chica recordando la sesión de modelaje de la noche anterior.

Ni lo pienses. —Rodeó la mesa para estar frente a él— Si consigues un trabajo vas a estar menos tiempo conmigo y yo no quiero eso. —Lo abrazó.

Está bien... —La abrazó alargando la última "e" con una sonrisa, en rendición— Pero te voy a ayudar en lo que hagas. —Ella asintió sin deshacer el abrazo.

Unos segundos después se separaron.

Todavía falta comprarte cosas. —Recordó— Como un celular. —Hizo un uno con su mano izquierda— ¿Qué pasa si sucede algo? No tienes un sensor de peligro. —Bromeó un poco.

De hecho si. —La chica lo miró sorprendida— Los Lightblue y sus dueñas tienen una conexión especial. Pero no solo para el peligro, sino también para los sentimientos negativos como la soledad, la tristeza, frustración o enojo. Si no estoy cerca seguiré la corriente de ese sentimiento hasta encontrarte. —Explicó y ella parpadeó dos veces.

Oh. —Pronunció— Bueno. —Hizo una línea recta con sus labios— Igual te compraré un celular. —Él se rió un poco— Cuando tengas las cosas básicas podré dejar de gastar tanto dinero. —Sonrió y el asintió.

Lightblue //Imagina con Jeong Yunho//Where stories live. Discover now