CAPÍTULO 5: Notas de colores

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Al terminar de realizar la mezcla en el caldero, y lo dejamos enfriar para luego verter la mezcla en un frasco. Voy limpiando el salón mientras Elian va revisando unas cosas en el cuaderno, aunque, al poco tiempo él se queda dormido sobre él. Sus brazos están acomodados bajo su cabeza, que a la vez cubren la mitad de su rostro. Levemente, puedo ver sus cejas moviéndose por los sucesos de sus sueños. Ahora que me fijo bien, sus pestañas son algo cortas y su cabello son como hilos que caen sobre su rostro. Es la primera vez que lo veo así de calmado, tan tranquilo. Me había acercado a él con la intención de despertarlo, pero solo toco unos cuantos cabellos para acomodarlos detrás de su oreja.

—Es lindo, ¿no? —cuestiona la voz de una chica.

Pego un respingo y levanto mi mirada hacia la puerta. Ella está apoyada en el marco con una sonrisa. Tiene el cabello ondulado, largo y un poco más oscuro que el de Elian. Sus ojos son del mismo tono, pero su piel es más clara con pecas más notorias. Lleva una blusa blanca de mangas anchas y largas, con una larga falda azul que cubre su abdomen y llega hasta el suelo. También, lleva un collar con una cuerda delgada marrón que colgaba un dije de metal de la constelación del escudo de Mara, la diosa de la protección.

—¿Cómo te llamas? —pregunta acercándose a la mesa.

—A-Askar —respondo dudoso.

—Oh, eres el chico que tiene bastante cantidad de maná —señala. Asiento con la cabeza y extiende su mano. —Soy Kalia, su hermana mayor.

Respondo el saludo y apoya sus codos en la mesa mirando a su hermano y luego a mí. Sus ojos me observan de forma bastante penetrante como si estuviera escrutando con la mirada para descubrir lo que estoy pensando.

—No sé si lo hayas notado —empieza a hablar seriamente como si fuera un secreto, —pero, es bastante frágil. Aunque esa puede ser una de sus virtudes, ¿no? Puede convencer a cualquiera que lo proteja —susurra.

Me que callado. No sé qué responder. ¿Qué objetivo tiene al decirme esto? ¿No es que se llevaba bien con ella?

—No... entiendo —contesto inseguro. 

—¿No lo ves? —cuestiona señalándolo con los ojos. —Es pequeño, no tiene magia, es bastante vulnerable...

¿Cómo puedes decir eso si él te aprecia?

—El que no tenga maná significa que sea frágil —interrumpo aún sin entender de lo que está hablando. —En el poco tiempo que lo he conocido, nunca lo fue. Además, es totalmente lo contrario —lo miro de reojo. —Cuando nos conocimos, fue bastante valiente —reconozco, —y que sea así, puede ser bastante molesto; pero, definitivamente no es frágil.

¿Qué es esto? ¿Por qué siento calor en mi pecho? No estoy hablando con él, sino con su hermana. ¿Por qué quiero sonreír con estas palabras? Por suerte sigue dormido, sino me moriría de vergüenza. Lo que dije es verdad, es valiente e insistente. Hasta ahora tuvo unas cuantas bajas, pero siempre trata de estar con una sonrisa. Una sonrisa detestablemente contagiosa.

—Parece que al fin encontró a alguien —escucho un murmuro alegre por parte de Kalia. La miro y noto que está sonriendo, pero con ojos tristes y apenados como si estuviera recordando algo nostálgico. —Te apruebo —declara mirándome directamente. —Cuídalo mucho y que ni se te ocurra lastimarlo, o morirás.

No entiendo. ¿A qué se refiere con aprobarme? ¿Lo que ha hecho es algún tipo de prueba? Pero, ¿para qué? A penas lo considero como un amigo y pronto volveremos a ser unos desconocidos. ¿Acaso no le ha mencionado ese trato que hicimos? Ella se endereza dirigiéndose a los estantes de ingredientes.

Once in the Red MoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora