CAPÍTULO 15: Gorriones

31 8 24
                                    


Han pasado un poco más de dos semanas desde que falleció su abuela, y Elian ha estado muy desanimado. No quiere hacer nada más que leer y leer encerrado en su habitación hasta muy tarde. Intenté distraerlo un poco, lo invité a la feria, le di algunos postres, le compré unos cuantos libros que ni siquiera ha tocado. Solo se encierra al llegar a casa y no quiere ver a nadie. Incluso, hay veces que lo escucho llorar antes de tocar su puerta luego de dejar su comida al frente. Por lo menos, la mayoría de las veces encuentro el plato vacío, aunque hay días que se salta el almuerzo para quedarse en la biblioteca. Además, mientras estaba en su casa tratando de animarlo, aprendí a cocinar y hacer algunos postres con la señora Odeth.

En cuanto a clases, asiste, pero permanece distraído o con la mirada perdida. A penas apunta en su cuaderno o realiza preguntas para pasar desapercibido; sin embargo, no hay profesor que no se haya dado cuenta de su cambio. Ni siquiera muestra alguna sonrisa falsa para que nadie se preocupe. Tenemos suerte de que este mes no nos ha tocado entregar ningún proyecto. Si fuera así, no sabría muy bien cómo realizarlo por mi cuenta. Necesitaría su ayuda. 

—Siento interrumpir su hora de estudio, pero... —susurra Sean sentándose frente nuestro y saca dos papeles pequeños, —tengo dos boletos extras de una función de teatro para este fin de semana.

Por el problema que tiene Elian, hemos tenido la oportunidad de hablar más, y me he dado cuenta de que no era tan desagradable. Me explicó que en su primer año ha tenido algunos problemas con algunos compañeros, y no quería que le sucediera lo mismo a Elian. Así que quería que me aclarara por las buenas o por las malas. Por otra parte, también ha estado tratando de que Elian hablara, aunque no encontrara alguna respuesta. Además, ha estado hablando más con Kendra, una chica de su año que se especializa en adivinación, por "ciertas cuestiones de su futuro".  

Elian no despega la mirada de su libro. Lo más probable es que Elian no acepte, pero no perdemos nada con intentarlo.

—¿Qué función es? —pregunto teniendo mi rostro apoyado en la mano.

—Según Kendra, es una adaptación de Gorriones —responde sin darle mucha importancia.

Mi novela en verso favorita. ¿Había una versión en teatro? Me gustaría ir, mas todo es cuestión de Elian. Además, es una historia bastante interesante, aunque triste. No sé cómo él podría reaccionar. Creo que mejor sería una comedia o épica. Lo miro de reojo buscando alguna reacción. Por suerte, parece que le interesa. Tiene sus labios apretados y se queda un tiempo sin escribir algo en su cuaderno, como si esperara a que alguien diga algo.

—Elian, ¿te gustaría ir? —pregunto.

—Ah... em... estaré ocupado —anuncia regresando a lo que estaba haciendo.

—Bien, iremos —respondo a Sean recibiendo los boletos.

—Pe-pero yo te dije... —trata de excusarse mirándome molesto.

—Necesitas distraerte —le corto, —hemos intentado de todo para animarte. Estamos preocupados por ti. Te encierras y lloras sin razón aparente. ¿Qué diría...? —me abstuve a completar la frase.

Su mirada vuelve al libro.

—Está bien... iremos —balbucea rendido.

Suspiro de alivio. Guardo los boletos en mi bolsillo y cruzo mis brazos para apoyar mi cabeza mirándolo con una leve sonrisa. Al fin logramos sacarlo de su cascarón. Trata de concentrarse de nuevo en el libro, pero noto un leve sonrojo en sus mejillas. Al fin logramos encontrar una brecha.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Once in the Red MoonWhere stories live. Discover now