Capitulo 1

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Anne

Los rayos del sol entraron por la ventana del dormitorio que compartía con Sarah, poco a poco mis ojos se abrieron mientras sentía el duro escritorio en mi mejillas. Me había quedado dormida de nuevo en el escritorio de la habitación haciendo deberes.

Sentí el frío en mi cuerpo, aunque se calentaba poco a poco conforme el sol se asomaba por la ventana, pues las delgadas cortinas dejaban pasar el calor que transmitía el radiante sol de la mañana. Cuando por fin mis ojos se abrieron y tuve conciencia de que estaba completamente despierta, di un gran brinco y me puse de pie para mirar a mi alrededor.

La habitación estaba vacía, donde antes estaban las cosas de mi compañera Sarah, ahora solo había polvo y un tristeza enorme, pero no tenía tiempo para sentimentalismo, debía empacar todo rápido para ir con Roy, quien por cierto debía estar esperándome.

Corri al closet y saque toda la ropa que había en este, luego corrí hacia una esquina de la habitación y tome las maletas que había ahí, corrí al buro para sacar más ropa y cosas que tenía guardadas.

—¡Demonios!— exclame cuando intente meter mis pertenencias a la maleta y me golpee con una esquina del buro. Sobe mi pie y mientras comenzaba a maldecir en voz baja.

—¿Esas son las palabras que le han enseñado en el internado Belle dame?—

Esa voz la reconocí al instante, y más con aquel asentó francés que me parecía bastante encantador.

—¡Roy!— exclame caminando hacia el, lo tomé de un brazo y lo adentre a la habitación y cerré la puerta.

—Hola Douceur— me dijo en un tono coqueto mientras tomaba asiento en mi cama.

—¿Que haces aquí?— exclame —No puedes estar aquí—

Roy, y en general los chicos del instituto, no pueden entrar a los dormitorios de chicas, ni a las clases, ni interectuar en sí con las chicas. Es un instituto muy estricto respecto a esos temas. Pero como no, Roy Gardner siempre rompiendo las reglas.

—Solo venía a verte, quería ver si necesitas ayuda, y ya veo que si— dio un repaso con la mirada a mi habitación. —Estabas tardando tanto que supuse te habías quedado dormida, y mira que si tenía razón—

Me sonroje notablemente cuando vi que Roy se había sentando sobre mis bragas.

—Será mejor que te vayas— dije intentando ocultar aquel acontecimiento

Se puso de pie y camino hacia la maleta donde estaba guardando mi ropa —Creo que mejor te ayudo, o si no, llegaremos tarde—

Sonreí y asentí, me acerque a donde mis bragas descansaban y las guarde con discreción en una bolsa.

—Aún no me puedo creer que viajará a Avonle conmigo— dije con entusiasmo. 

Roy se ofreció a viajar conmigo de vuelta a Isla Príncipe Eduard, ya que después de los incidentes hace unos años con Marilla, mi orgullo no me dejaba regresar de nuevo a Green Gables. Así que Roy me propuso que pasáramos el verano en la casa de sus padres que curiosamente se encuentra en un camino solitario de Avonle, esta muy pegado a Charlottetown. Y yo obviamente acepte, no quería quedarme en un hotel en el centro de Avonle, después de todo solo será el verano, después podemos entrar a Queen's y nos quedaremos a vivir ahí hasta acabar la carrera. 

—Es grandioso no?— dijo Roy mientras guardaba algunos de mis libros en unas cajas qque tenía vacías —Espero que me enseñes todo tu querido pueblo—  

Sonreí al recordar mi bello Avonle, pues fuera de la gente con mentes muy cerradas, había una gran belleza natural en esta. 

—Si, Avonle es precioso, oh!, y vas a amar el lago de aguas relucientes—  le aseguré con un suspiro lleno de nostalgia.

—Eso espero—

Una vez terminamos de empacar, Roy y yo bajamos las cosas a recepción y luego tomamos un auto para ir directo al aeropuerto, era indispensable que llegáramos hoy a Avonle, ya que los padres de Roy y su hermana nos esperaban en Avonle para darnos una pequeña organización de como serían las cosas en la mansión Gardner.

Por otro lado, a alguien que no podía sacar de mi cabeza era a Gilbert, ese pelinegro con el que no había hablado en bastante tiempo. Me pregunto si el también pensará en mi, se que tal vez este muy ocupado terminado los últimos exámenes para graduase de la preparatoria, por lo que su cabeza debía ser un caos total. 

—¿Ya estas lista?— preguntó el pelinegro

Negué con la cabeza mientras seguía guardando cosas en las cajas y maletas.

—Sabía que esto iba a pasar— Roy soltó un suspiro condado y envío un mensaje de texto.

—Toma la maleta que llevaras contigo en el avión—

Lo mire confundida —¿Pará qué?—

—Solo tómala—

Hice caso y tome una maleta rosa que estaba en la puerta de la habitación.

—Vámonos— Sin siquiera mirar a tras tomó mi muñeca y me llevó arrastrando hacia la salida de la recidencia.

—Roy!— espete —Mis cosas—

—Personal de mi padre se encargará de organizar todo—

De inmediato mi cara enrojecio al recordar que había bragas en algunos cajones.

—¿Podemos cuando menos despedirnos de Mary y Bash?— pregunté

El suspiro frustrado pero asintio.

Gilbert 

Mi cabeza era un caos total, no solo por el hecho de que los exámenes finales estaban próximos, sino que también había recibido una llamada de Diana para decirme que Anne regresaba a Avonle para terminar sus estudios aquí, pues al parecer, Queen's ofrecía todo lo que ella necesitaba para graduarse como maestra o abogada y para mi suerte Queen's también ofrecía todo lo que yo necesitaba para ser maestro. Aunque mi sueño era la medicina, primero necesitaría dinero para poder pagarme la carrera de medicina en Toronto, por lo que trabajaría unos años de maestro y posteriormente con mis ahorros pagaría mi carrea de medico cirujano.

—¡Hey!, Gilbert—  me llamo Moddy. 

Quite mi vista del libro entre mis manos y mire a mi compañero de asiento. 

—¿Qué sucede Moddy?—  pregunte aún ido en mis pensamientos sobre la pelirroja. 

Me pregunto si ella pensará en mi...

— Estas poniendo atención a lo que estoy diciendo ¿verdad?—  interrogo con una ceja alzada. 

Para ser sincero deje de escucharlo cuando llegamos a la biblioteca, que había sido aproximadamente hace como una hora. 

—No—  dije simple mientras alzaba los hombros. 

Moddy rodo los ojos y dio un suspiro —Te estaba diciendo que ya compararon la mansión que esta cerca del bosque del silencio.  

Solo de escuchar en nombre me dieron escalofríos, el bosque del silencio era totalmente tenebroso, una vez Moody y yo nos metimos ahí y mi fiel amigo casi se caga encima. Había toda clase de ruidos extraños, y no hablar de la tenebrosa casa, parecía que nadie habitaba ahí desde hace años. 

—¿Estas seguro?—  pregunte poniéndole un poco más de atención  

—Si, Ruby y las chicas pasaron por ahí el Domingo, y dijeron que la mansión estaba totalmente arreglada, ya no es lúgubre ni tenebrosa, ahora es muy normal—  

Asentí con el ceño fruncido, que clase de locos querrían vivir en aquella casa tan solitaria y grande.

—Los dueños deben estar totalmente locos— dije volviendo la mirada al libro entre mis manos

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Disculpen que este capitulo sea extremadamente corto, pero no he tenido tiempo de escribir por que he regresado a clases presenciales y ahora ya no tengo tanto tiempo, pero prometo que intentaré estar activa con las demás novelas

Att: Ela  

 

Bajo la LluviaWhere stories live. Discover now