Capitulo 11 -El chisme-

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Era una nueva mañana en Avonle, la mayoría de los jóvenes en este pueblo, estaban en sus aburridas clases un día más, como siempre, solo que esta vez se corría de rumor de que la pelirroja mas amable ye imaginativa de Avonle, estaba saliendo y teniendo un pequeño romance con el chico Blythe, el sobrino huérfano de los Pye. Rumor que había sido esparcido por la buena y confiable Rachel Lyn, quien los había visto pasear por el centro de Avonle. 

-Estas diciendo que la mosca muerta de la huérfana, esta de resbalosa con mi primo?!- preguntó Josie Pye molesta por la noticia que le había dado su más fiel amiga, además de ser la unica, Jane Andrewns, hermana de Billy, su novio.

-Eso fue lo que escuche que le dijo Rachel Lyn a mi madre- dijo la castaña alzando los hombros.

-Esto es, tan, tan, INACEPTABLE!!!- exclamo molesta la rubia, mientras se iba molesta a su segunda clase del día 

La rubia se oponia rotundamente a la relación que el pelinegro llegara a tener con su peor enemiga, Anne Shirley Cutberth. Se preguntaran, Josie ¿Por que odias tanto a Anne?, no es odio como tal, es más endivia, envidia de ser amada por las personas, a pesar de que Anne sea huérfana, a pesar de venir de un orfanato, envidia de que la chica pueda sonreír y ser feliz a pesar de todo por lo que tuvo que haber pasado. Y que ella no fue juzgada, pues para la mala suerte de la pobre Josie Pye, por el simple hecho de llevar aquel apellido, estaba condenada a que la gente le temiera. 

En fin, por otro lado, Anne y Gilbert paseaban por el bosque, iban camino al club de cuentos, para pasar una agradable tarde juntos, ellos dos, solos, sin ningún chisme de la señora Rachel Lyn que al verlos deambular solos por ahí, fue de inmediato con la noticia Green Gables. Y Marilla, bueno pues ella no se lo tomo bien, por un lado le alegraba que su dulce Anne este acompañada de aquel joven, pero por otro, le preocupaba que se saltara las clases del instituto. Cosa que Anne explico, invento la excusa de que tenían hora libre, y salieron por un café ya que la mañana estaba fría. Anne no se atrevía a decirle a Marilla que había sido suspendida por golpear a uno de sus compañeros. Pero en fin, Anne y Gilbert llegaron al club de cuentos, Anne acomodo unos bancos que para que ella y el pelinegro se pudieran sentar. Mientras que el pelinegro intentaba encender la caldera para que no sufrieran de tanto frio.

-No te parece que la nieve es muy romántica?- preguntó la pelirroja sentándose en uno de los bancos

-A ti todo te parece romántico!- exclamo el pelinegro rodando los ojos mientras sonreía  

-No es mi culpa que seas tan poco imaginativo!- exclamó ofendida la pelirroja 

-No soy poco imaginativo, solo soy realista!!- exclamó el pelinegro -Debería intentarlo, ser más realista, por que si no te van a lastimar- dijo el pelinegro serio 

-Gracias a mi imaginación no me lastimaron, o bueno, no tanto!!- dijo la pelirroja bajando la mirada -En el orfanato imaginaba que era una princesa- dijo casi en un susurro -Mi amigo Cole decía que mi imagiación me salvo de la realidad, y me hizo quien soy, capaz de ver la belleza de cada persona u objeto, dijo que mi realidad era efervescente, hermosa, me ayudo en los peores momentos- dijo ya casi en un susurro, a la pelirroja le dolía aun hablar de su pasado.

-Lo siento- dijo el pelinegro tomando la mano de la pelirroja, era la primera vez que sus manos se rosaban, la primera vez que el pelinegro mostraba su apoyo a la pelirroja -Se tuvo que ser difícil para ti- dijo el pelinegro aun con su mano en la de la pecosa.

-No te preocupes, todos tenemos problemas no?- preguntó la pelirroja intentando sonar lo más contenta posibles 

-Si así es- dij el pelinegro entrelazando sus dedos con los de la pelirroja, al principio esta se sorprendió, pero luego solo se dejo llevar después de todo, necesitaba a alguien con quien compartir sus penas, pues estos dos jóvenes tenían algo en común, ambos eran huérfanos. 

Continuaron con sus manos tomadas, toda la tarde, era realmente comodo sentir el calor del otro, sentirse juntos, no estar tan solos. 

-Aun no puedo creer que me hayas golpeado ya hora estemos tomados de las manos!- dijo el pelinegro sonriendo burlescamente. La pelirroja se sonrojo y quito su mano 

-No,no,no no quise decir que no me guste- dijo el pelinegro volviendo a tomar la mano de la pelirroja -Me gusta estar así!- dijo volviendo a entrelazar sus dedos con los de la pelirroja. La pelirroja no dijo nada, solo estaba sonrojada mientras seguía con su vista en el libro. 

-Quieres que te ayude?- pregunto la pelirroja viendo como el pelinegro luchaba y se debatía a si mismo con un problema de física.

-Es que no entiendo, o sea, como es la formula de la aceleración si no tengo el tiempo final?- pregunto mientras pasaba su mano por la nuca. La pelirroja sonrió y se acerco un poco más al joven, le explico que debía restar la Vf-Vi.

-Y ya- dijo la pelirroja finalizando, la pelirroja sonrió y el pelinegro se le quedo mirando sorprendido.

-Eres perfecta, o sea, dime algo que no sepas hacer?- preguntó el pelinegro apretando más la mano de la pelirroja 

-Mmmm, pues no soy la mejor cocinera- dijo riendo 

-Bueno pero delicadamente eres perfecta- exclamo el pelinegro llevando sus manos entrelazadas a su pecho -Me harías el honor de ser mi amiga!- exclamo el pelinegro 

La pelirroja sonrió y asintió -Pero claro- dijo la pelirroja

-Ahora maestra Anne me seguiría explicando el tema de Física?- pregunto con una sonrisa tierna 

-Sería un gran honor- dijo con una sonrisa 

-Entonces ya estoy perdonado?- preguntó el pelinegro alzando una ceja 

-Ya estas perdonado!- afirmó la pelirroja con una sonrisa de oreja a oreja. El pelinegro sonrió y beso la mano de la pecosa. 

-Gracias reina de fuego!!- afirmo el pelinegro 

Bajo la LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora