͡°❥ •ᕗ25

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Cómo era esto posible?

Ni siquiera el lo sabía, por sus ojos solo veía una pequeña cintura que tenía sujetado un moño azul, unas mangas blancas que le quedaban a la perfección.

El saco junto a la camisa le apretaban de una forma que se sentía como una bailarina de ballet, su trasero se veía tan paradito, más de lo normal y es que hizo todo lo que podía por que sus redondos cachetes traseros se notarán menos, pero era imposible, sus muslos junto a sus largas y sexys piernas se marcaban como si no tuviese nada.

El escote en su espalda era tapado por el saco blanco, el cual era uno con diseño elegante, exclusivo para cenas.

Pero dirán, no se oye un poco incómodo?
Aunque así pareciera, él se sentía muy demasiado diría yo, cómodo, le encantaba para que negarlo, estaba fascinado con todo lo que veía en su reflejo, quitando lo inconforme que estaba con que su trasero se notaba a las distancias.

Jimin solo veía un bonito traje, no una hermosa persona.

—Por que tardas demasiado, seguirás siendo fe- —Pero las palabras de Jeon se detuvieron al ver lo que se encontraba enfrente del gran espejo, paso saliva sonoramente, teniendo una mano en la perilla de la puerta y la otra apretada aún costado de su cuerpo.

—Aprende a tocar inútil!  Pude a ver estado desnudo aún!

—No es como si no te hubiera visto an-amtes.

—Cállate, aprende a hablar por lo menos idiota, no puedes dejarme ni dos minutos sin que abras tu estúpida boca.

—Te dejaré plantado Park.

—Ah, ya, andando antes de que me arrepienta!—Jimin tomó su teléfono y se colocó los pequeños aros que reposaban en la cama para después salir pasando por un lado de Jungkook.

—Te vez lindo. —El susurro salió por si solo, cuando Jimin paso por el pasillo.

—Qué? 

—Nada, solo camina.

Hace más o menos como dos horas atrás, había llegado Jeon de la empresa, Jimin se la había pasado en casa, revisando archivos basura de su laptop cuando se le fue arrojada una gran caja negra.

Su paz se fue al ver como venía Jungkook.

No traía el traje con el que se había ido, su cabello estaba más recogido y su atuendo era de un negro muy, muy oscuro, la corbata era del mismo color y sus zapatos habían pasado de ser marrones a un hermoso color negro brillante.

Tenía un reloj nuevo y su aroma era más notable que el de la mañana.

—Qué te pasa?, me saldrá un moretón! —Chillo Jimin al sentir el golpe de una de las esquinas de la caja, impactar contra su mano.

El castaño viró los ojos dándose cuenta de lo tierno que se escuchaba la voz de el peli-azul al hacer un berrinche o al lloriquear. 

—Yo tengo más de dos moretones en el abdomen por tu culpa enano, no estoy llorando así que vete a cambiar.

—Dónde conseguiste esto?

—Lo compre.

—Ah, así que mi amado esposo ahora ya me compra cosas, eh?

—Te dije que iríamos a cenar así que mueve ese culo y ve a arreglarte.

—Ah, eres insoportable si sabes no?

—No tanto como ver tu cara todos los días.

Los gruesos labios de Jimin se abrieron en asombro y sus pequeños puñitos se cerraron con enojo.

The Jeon Spouses (kookmin) Where stories live. Discover now