Capítulo uno: "Nostalgia"

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La oscuridad se apoderó del cielo y gracias a su oscuro color, esa parte del día podía ser llamada noche; la etapa que marcaba el claro final del día y donde la mayoría de los seres vivos deberían estar en un periodo llamado "sueño", y sí "la mayoría", porque puede haber un indefinido número de personas o hasta animales que continúan despiertos a pesar de la hora; como lo sería uno de los tantos hombres que en la mayoría de sus vidas se desvelan con tal de cumplir sus deberes, pero que para su suerte, también podían tener completas noches de descanso. En parte era una lástima que desperdiciara los segundos, los minutos y hasta horas, despierto en su habitación. Su cuerpo reposando tranquilamente sobre su cómodo futón y cabello rubio disperso en la tela de la suave almohada; perfectamente pudo haberse quedado dormido de no ser por el aparente insomnio, donde para matar el tiempo se han presentado varias imágenes de aquel tranquilo y por suerte agradable día. Una pequeña y casi agotada sonrisa se formó en los labios del hombre llamado Kyōjurō.

¿Quién era precisamente? En estos momentos un hombre cansado, pero generalmente un cazador de demonios, el primogénito de una familia que por generaciones ha cazado a aquellas criaturas malignas; un hermano mayor que ha hecho todo lo posible para apoyar a su hermano menor; un hombre que con esfuerzo hasta llegó a la posición de "Pilar de las flamas", la misma que su padre tuvo en antaño y por último, pero en verdad irrelevante, alguien que en ese mundo llevaba la pequeña, insignificante y hasta tonta etiqueta de... "omega", un subgénero que formaba parte de él desde que lo descubrió y que fue tomando a la ligera por su familia, por él y por la gran mayoría de personas a su alrededor; porque vamos ¿En qué le afectaba esa pequeñez? Según su padre hace años: "Nada. No significa nada" y como él dijo, nunca significó algo relevante en su existencia, pues aún con ella él podía entrenar, pelear, reír, hablar con sus amigos y hermano, podía vivir; claramente era algo irrelevante, de no ser por las "complicaciones" que él y otras personas comenzaban a tener desde la pubertad... y que por lo menos en él, se redujeron significativamente desde hace ya unos años, quizás cuatro o hasta casi cinco años atrás, pero eso es algo que recordará ya mucho más tarde. No es importante ahora.

Pero ahora que lo piensa, ahora que recordaba la pequeña frase anteriormente mencionada: "podía vivir", destacando en ella la pequeña, pero relevante palabra "vivir". Con ello sólo pensaba en lo siguiente: Vida, su vida. Una que podía recordar casi perfectamente desde que tiene memoria y una muy, pero muy buena. Ahora que tocaba el tema de sus vivencias, ¿Sería bueno recordarlas ahora que no puede ni dormir? Con algo debe de matar el tiempo, así que la respuesta era más que obvia: Sí.
Porque no negará que está algo aburrido.

¿Por dónde empezar? ¿Por el inicio, su niñez; algo que dejara marca en esa época? ¿Por su adolescencia directamente y su estancia en el cuerpo de cazadores durante los últimos años? ¿O por los sucesos "recientes" que se presentaron en su vida, específicamente los de ese año? No estaba seguro, pero probablemente sería mejor comenzar por casi el comienzo, quizás por los días donde entrenaba para ser quien es ahora; una parte de su infancia.

Soltando un suspiro, acomodándose bajo las mantas; tomando una buena parte de su concentración, se puso a pensar en una que otra parte de su niñez; desde los momentos en los que reía con su padre y madre, los días de otoño donde se recogían las hojas del jardín y las usaban para asar las batatas que tanto le gustaban; hasta uno de los momentos más importantes de su vida, el día donde entrenaba con su hermano menor, su padre y este tenía una sonrisa en el rostro. Aquello fue hace unos diez años más o menos, pero podía recordarlo tan claro como el agua, como si hubiera ocurrido el día anterior o incluso hace unas horas o hasta minutos. Y ni hablar de cuando su padre, en ese momento un animado, alegre y gentil beta, descubrió que su hijo tenía cierta casta como su subgénero; pues como buen padre, le dijo que no importaba porque no era una limitación o algo realmente importante.

"Vistazos al ayer"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora