Perdóname

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Las horas pasaban con rapidez para algunos y con lentitud para otros, la mañana de juegos en equipos para acumular puntos había acabado cuando la hora del almuerzo se había presentado, luego del almuerzo se les había permitido disfrutar del lugar, dándoles permiso de caminar por el bosque sin alejarse demasiado.

Pero la mayoría había decidido quedarse en las piscinas para jugar y nadar un poco, a excepción de dos alfas que habían decidido adentrarse en el bosque.

Harry se había puesto a caminar por el bosque hasta encontrar una cueva en medio de dos enormes piedras, había querido hablar con Draco pero al ir a su habitación se había chocado con Yoongi quien le había dicho que el omega se hallaba mal y que no quería ver a nadie.

Si el alfa era sincero, podría decir que se sentía dolido ante el rechazo del rubio omega que tenia a su alfa con las orejas abajo por la tristeza que sentía.

Durante todo esos meses desde que había decido ayudar al omega con sus planes hasta aquel momento en el que el omega había hablado con Theo, todo había marchado bien entre ellos, había podido recuperar aquella confianza que de pequeños se tenían.

O eso al menos había pensado Harry pero viendo ahora la situación, siendo nuevamente ignorado por el omega pese a sus intentos para hablarle, Harry ya no sabia que pensar, sabia que en parte era su culpa por haber dicho que podía ayudar al omega pero es que Harry ya no sabia que más hacer para acercarse al omega.

Aquello había sido una oportunidad que había funcionado a diferencia de las cosas que hizo e intentó años anteriores.

Harry se quedó en aquella cueva que se encontraba algo alejada del grupo pero tampoco estaba tan profundo en el bosque.

Por otro lado se hallaba otro alfa pelinegro con aroma a jengibre que se había adentrado más profundo en el bosque siguiendo un rastro que había captado en el jardín trasero a las habitaciones.

Mientras más se adentraba en el bosque el aroma a peras se hacia más fuerte, pero no tanto como para llamar la atención de quien no buscaba dicho aroma.

Theo siempre había sido de un olfato más sensible que el resto de los lobos, por lo que solía olfatear desde lugares lejanos.

Cuando encontró la fuente del que manaba aquel aroma a peras, el alfa observó el hermoso lugar en el que se hallaba, una hermosa laguna tan cristalina que parecía brillar ante los rayos de sol, la laguna parecía ser profunda pero el alfa no podía asegurarlo ya que se hallaba algo alejado.

El alfa observó al omega que había estado buscando quien se encontraba nadando con calma en la laguna, observó hacia la orilla de la laguna viendo ahí una toalla extendida en el suelo y sobre esta se hallaba la ropa del omega.

Theo vio al omega abandonar el agua y sentarse a orillas del agua, lejos de sus cosas, dejando que los rayos del sol impactaran contra su pecho, el cual parecía brillar por las gotas de agua que resbalan de su cuerpo.

Con calma y sin hacer ruido se acercó hacia el omega quien parecía estar absorto en sus pensamientos.

- ¿Qué hace un omega que dice estar enfermo nadando en un lugar tan bonito como este? - habló el alfa asustando al omega que sin poder evitarlo resbaló y cayó al agua.

Draco salió hacia la superficie con dificultad para tomar aire y no ahogarse, un grito de dolor abandonó sus labios al mover su pierna derecha intentando patalear para volver a la orilla y salir de ahí.

Llevó su mano derecha hacia su pierna lastimada mientras que con su brazo y pierna izquierda trataba de mantenerse a flote para no ahogarse, la laguna era demasiada profunda, sus pies no alcanzaban el suelo de la laguna.

Conquistando a un Alfa💕Harco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora