Aclaración: La familia Dobluque decide tener un día de campamento para alejarse un poco de el estrés del pueblo y sus tareas de héroes. De paso quieren tener un momento en familia con su pequeño cachorro.
Mundo Omegaverse
Rubén: Beta ( Leve olor a manzana )
Vegetta: Omega ( Olor a Jazmín y nuez )
Brayan: ( Es muy pequeño aún para definir su casta )
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El aire chocaba contra sus rostros, la agradable brisa de la naturaleza y el sonido de los árboles chocar con el viento, daban una tranquila armonía que los relajaba. Estaban llegando al lugar que acordaron antes para plantar el campamento que iban a tener esa tarde. Estaban yendo en uno de los autos del oji violeta para llegar mas rápido ya que el lugar estaba algo lejos.
Hace unos días habían planeado la salida, las tareas de héroe los tenían ciertamente estresados y agotados.
Pero lo que más les afectaba era que no podían pasar tiempo con su amado cachorro de 6 años, Brayan.
Por lo mismo que casi no pasaban en casa al estar ocupados, el híbrido menor solía estar al cuidado de niñeros o de amigos de los chicos cuando se podían prestar. Pero aún así, les sentaba mal, porque era su cachorro y el pequeño necesitaba la presencia y atención de los progenitores.
Claramente el niño se alegró mucho cuando le avisaron de la salida a acampar, estuvo toda la tarde y noche anterior saltando y corriendo por la emoción. Incluso había ido a despertarlos a las 6 am cuando se supone que saldrían a las 9.
Fue muy gracioso, ver al menor saltando y aplastando al pobre Doblas mientras Vege solo miraba y se reía cuando el oso se cubría la cara con la almohada. Sin duda esto les haría bien a los tres.
— Míralo, hace rato apenas podía quedarse quieto y ahora está rendido — Habló el castaño, quien manejaba, mirando al cachorro que se había quedado profundamente dormido sobre el regazo del omega. Vegetta rió y cubrió a su pequeño hijo con una chaqueta para que no le de el viento.
— Déjale, normal si lleva así desde ayer. Es obvio que se iba a cansar — Dijo en voz suave para no despertar al pequeño osito, el cual se acurruco más para evitar el frío — Cuando lleguemos volverá a entusiasmarse, ya lo verás — Dejó un pequeño beso en su cabecita.
