• ᴅᴇʙᴀᴊᴏ ᴅᴇ ᴜɴ ᴘᴀʀᴀɢᴜᴀs •

257 39 7
                                    

Aclaración: El invierno se acercaba y con ello las festividades navideñas estaban más cerca que nunca. Rubén decide salir de compras con su tiny para alistar la alacena.

Sin saber que en el camino se encontraría lo que menos esperaba.


Mundo Tiny

ˢᵉᵍᵘⁿᵈᵃ ᵖᵃʳᵗᵉ


———————————









———————————

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.










¡Rub! ¡Rub! — La pequeña y dulce voz del tiny inundaba la habitación. Justo ahora se encontraba sobre el cuerpo dormido del flojo de su cuidador — ¡Miii mi mi! Trataba de gritar con todas su fuerzas para despertarlo.




Llevaba ya varios minutos tratando de despertar al castaño, pero parecía ser que ese tontito tenía el sueño pesado, porque en ningún momento hizo un solo movimiento. El pequeño tiny bufo molesto, avanzó con cuidado unos cuantos pasos más hasta quedar cerca del rostro ajeno.

Dió varias palmadas en la mejilla del mayor, pero no pasaba nada, hizo un puchero. Volvió a dar palmaditas pero ahora en cambio el híbrido comenzó a moverse un poco, acomodándose en la cama.

Los movimientos provocaron que el azabache perdiera el equilibrio y que caiga sobre el suave colchón, por suerte no se hizo nada en la caída. Aunque lo peor fue cuando sintió que casi era aplastado por el torso de Rubén, ya que éste se había dado la vuelta para acomodarse boca abajo.




- ¡¡Miiiiii!! - El grito que hizo le había salido del alma. El chillido fue tan fuerte que logró despertar de golpe al castaño, alarmado por el pitido que chocó en su oído.




- ¿¿Q-que pasa?? ¿¿Vege?? - Por suerte pudo detenerse antes de aplastar al pobre azabache y hacerlo tortilla. Le vio mirarle con ojitos llorosos y molestos por casi ser aplastado - Joder Vege... que susto macho.. - Pasó su mano por su rostro con cansancio, todavía estaba medio adormilado ya que el despertar fue de sopetón.




Por razones como estas solía preferir que el pequeño durmiera en su cápsula y no en la cama con él. Vivía con el miedo de aplastarlo mientras dormía, por lo que trataba de acostar al tiny en una almohada a parte y así tuviera su espacio. Pero Vege era tan terco que a la final, siempre terminaba acercándose hasta él para acurrucarse en el hueco que había entre su cuello y su hombro, durmiendo ahí hecho bolita.

Era tan adorable que terminaba resignado a que el tiny durmiera ahí, dejando de insistir en apartarlo.




Se estiró un poco para tomar su celular que estaba sobre la mesita de noche, encendió la pantalla y vio que ya eran las 10:30 de la mañana. Suspiró cansado, recordó que hoy había planeado salir para hacer algunas compras. Eran casi visperas de navidad y no había mucha comida en casa, no tenía muchas ganas de levantarse y salir pero sabia que le había prometido a su tiny hacerlo, y también llevarlo con él hasta el supermercado y comprar las cosas juntos.

• ℝ𝕦𝕓𝕖𝕘𝕖𝕥𝕥𝕒 𝕄𝕠𝕟𝕥𝕙 •Où les histoires vivent. Découvrez maintenant