Capítulo 02

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                                                                                                Angus

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                                                                                                Angus

Hoy martes 7:00 a.m. de la mañana y me pregunto, ¿Qué hago yo despierto a esta hora? Ah sí, yendo a la Universidad a estudiar mi carrera, maldigo el día que elegí ir a la mañana, podría haber elegido a la tardé, si no estoy ocupado a esas horas, solo me necesitan por las noches en el bar, porque es donde más personas vienen a ver los partidos de fútbol o solo a lamentarse su asquerosa vida.

Se que no debería decir eso de los clientes, pero... qué más da, total estoy solo y nadie me está escuchando, además una parte es verdad, la mayoría son hombres divorciados o las que solo se juntan con amigos para escaparse un poco de sus esposas. La verdad que la mayoría de las veces tuve que pedir un taxi cuando ya estaba demasiado borracho y tenía que arrastrarlos fuera del bar y subirlos al taxi, ya porque estábamos por cerrar y no estaban en condiciones de irse por sí mismos.

En algunas veces en las que me siento de mal humor, quiero que las horas de trabajo pasen volando y estar solo en mi cama escuchando música de los discos de vinilo que tengo, en el bar cuando no estoy de humor si alguien me grita o me trata mal yo le respondo de la misma manera, no estoy para soportar a miserables.

Cuando llego veo a lo lejos a mi mejor amiga Camille Cuver, Camille es una chica con muchos sentimientos ....como lo explico, se enamora muy fácil y al toque siente todo ese sentimiento por aquella persona, claro es bueno tener sentimientos hacia alguien, pero de apoco. Seguimos con Camille, ella es medio alta, pelinegra de ojos verdes, es linda, pero lástima que solo le gustan las chicas, desde niña lo supo, según ella. Tuvo varias novias en su adolescencia, pero ninguna duró tanto, la relación más larga que la vi con una chica fue solo por siete meses, luego de su última relación, nunca volvió a salir con alguien más, me acerco a ella y le doy un abrazo como saludo.

—¿Cómo está la chica pelinegra más torpe de Irlanda? -digo al separarme del abrazo mientras la miro burlón.

—Oye yo no soy torpe, que dices Angus —me da un golpe débil en el brazo.

—Te caíste de las escaleras la semana pasada —le recuerdo y se me escapa una risa.

—¡No te rías! Pise mal y fue feo, lo sabes —dice fingiendo dolor.

—Por eso, torpe que no viste —me río—, me acuerdo que luego de reírme un poco de ti, porque fue gracioso, te lleve a la enfermería de la universidad y solo faltaste dos días.

—Como sea —rueda los ojos—¿Hoy te toca trabajar solo?

—Umm...—recuerdo lo que me había dicho mi padre ayer y maldigo en mi mente—Mierda si —digo fastidiado.

—Oww, pobrecito el niño tendrá que aguantar a muchos ebrios hoy —se burla.

—la miro mal— tu no sabes lo que es aguantar a toda esa gente junta en un lugar todos borrachos, llorando por su miserable vida, las peleas y que te pidan un nuevo tragó de cerveza cada un minuto.

El chico irlandésWhere stories live. Discover now