Déja vu ; scarletwidow / Wandanat.

¿Recuerdas?

Wanda's pov:

Natasha Romanoff no ha dejado que mueva una sola cuchara de ésta casa. Su óvulo fertilizado será puesto hoy en mí y ella simplemente actúa como si yo fuese a romperme.

Y realmente es adorable ver como me cuida, sin embargo no deja ni siquiera que salga de la ducha sin ayuda. Sí así es ahora, no quiero ni imaginarme como será cuando esté embarazada...

Todo ha pasado tan rápido.

Han pasado unos ¿cinco meses? Desde que estamos aquí y... Estamos juntas, pero se siente como sí todo fuese igual a antes de irme. El amor que me entrega a diario, que probablemente ni siquiera me merezco luego de todo el daño que le hice... Es inmenso.

Ahora mismo está fuera mientras corta unas ramas de un árbol viejo. Dice que quiere aprovechar de acostumbrarse a éste sitio.

Hemos hablado que podríamos vivir aquí, papá dijo que es mi casa, que está a mi nombre desde los 18. No quiso decirme antes, porque pretendía esperar a que me casara con Natasha, ahora que estamos juntas nuevamente... Ha decidido que lo mejor es que decida que hacer con la casa de mamá y él.

Aún no me acostumbro a la idea de que tengo otra madre a la que nunca conocí, he visto las cintas una y otra vez con Natasha. Siempre lloro, pero tengo a mi rubia al lado, eso me consuela tanto.

Suspiro y bebo de mi té, Natalia dejó preparado el té antes de salir.

Se ve muy sexy con aquella musculosa y el short cuatro tallas más grande, está muy sudada y sigue cortando las ramas del árbol.

La observo desde la puerta y ella se gira en mi dirección.

-¿Pasa algo, mi amor? - Pregunta secando el sudor de su frente.

-Estás preciosa así de sudada. Eres muy sexy.

-Y huelo horrible, debo darme una ducha.

-Te preparo el baño. - Murmuro girandome.

-¡No! - Grita y se acerca. - Debes descansar. Tenemos la citación a las 5.

-Natasha no estoy incapacitada. - Giro mis ojos y ella niega. - Amor, es un baño...

-Te mueves y te amarraré a la cama. - Gruñe Natasha.

-Me gustaría ver eso... - Susurro tomando su musculosa y acercandola a mí.

-Basta. No. - Ella gruñe. - No voy a caer en tus provocaciones, demonio.

Pasa de largo y me quedo pasmada. ¿Qué?

La sigo por la escalera y ella va silbando relajadamente.

-¿Acabas de rechazar tener sexo conmigo? - Murmuro con voz triste.

Eso suele ser muy efectivo para conseguir algo con Nat.

-Sí. - Sigue caminando y ni siquiera se gira.

Okay, cambio de planes.

-¿Y por qué? ¿Acaso ya no te gusto, bebé? - Mi mejor intento de tonta y sexy sale a la luz y ella ríe.

-Claro que me gustas, tontita. - Se mete al baño y cierra la puerta tras de ella.

Gruño y me quedo cruzada de brazos. También ha evitado el sexo la última semana.

No es que yo esté necesitada, pero... Me gusta tener sexo con ella y siempre hemos sido muy activas sexualmente.

Bueno, de algo que sirva mi imaginación... ¿No? Y espero que le sirva de lección, para no volver a rechazarme.