8

576 84 7
                                    

Kongpop se despertó, sudando y respirando con dificultad. Miró a su derecha para ver a un Arthit hecho bolita frente a él. Se veía tan inocente y angelical mientras dormía. Kongpop nunca había visto a alguien que se viera tan bonito durmiendo. Vio todos los detalles de su novio, desde sus labios tiernos, los cuales estaban levemente abiertos, sus rosadas y suaves mejillas, esas pestañas largas que abanicaban sus mejillas, su cutis impecable. Se veía tan impresionante que quería devorar y poseer los labios de Arthit una vez más, como recordatorio que esos labios son suyos y solo él los puede tocar y sentir, que él y su cuerpo eran solo suyos.
Después del terrible inicio de la tarde de ayer, el pasó las últimas siete horas teniendo el momento de su vida. Pasó una velada alegre y feliz con sus amigos y seniors, la cual fue alegre. Aunque estuvo enojado por unos cuantos momentos al darse cuenta de lo que había sucedido, en el momento en que estuvo en el cálido abrazo de Arthit, todo cambió. Su enojó se esfumó y ya no le importó. Y cuando Bright y sus amigos explicaron el detrás de todo, él lo entendió.

A Kongpop siempre se le enseñó a mirar al panorama en general. Sí, la broma fue pesada, pero él vio la intención detrás de eso. Él pudo haber gritado y hecho un berrinche, pero ese no era él. Él nunca reaccionaba con enojo. Y mantener la calma hizo que todo el mundo disfrutara de una velada fabulosa. Si hubiera reaccionado con enojo, todo el esfuerzo de ellos se hubiera ido por el desagüe.

Ciertamente, le conmovió ese acto. Ver cómo se juntaron todos para planear algo tan elaborado para sorprenderlo en su cumpleaños, de verdad lo hizo sentir querido. Debió de hacer algo bien para obtener tanto amor y afecto por las personas que lo rodean. Sería una completa mentira si dijera que ya había superado por completo la hostilidad de la broma. La prueba estaba en la pesadilla que acababa de despertarlo. Pero entonces recordó cómo pasaron el tiempo desde el momento en que entraron a la habitación. Arthit hizo de todo para calmar sus miedos, demostrando su amor por él.  Dejó que Kongpop obtuviera su dulce venganza. Él estaba dispuesto, ansioso de participar en eso.

Contempló la vista de su novio dormido. Había marcas esparcidas por todo su torso. La más prominente era un moretón rojizo sobre su pecho y su hombro. Tomó a Arthit con brusquedad ambas veces, y Arthit se rindió por completo ante él, no se quejó de las marcas esparcidas sobre su cuerpo que le dejó durante su sesión de hacer el amor.

Se sintió mal. Había sido muy emocional y eso lo transformó en esa conducta tan brusca, pero Arthit entendió su necesidad y estuvo con él en cada paso de ello.

Una ola de emociones lo agobio. ¿Era siquiera posible enamorarse aún más de Arthit? ¿Cómo era posible que Arthit, con sus acciones simples, mostrara a su amor? ¿Era posible para dos personas, ya en una relación, enamorarse aún más por el otro? Estiró su brazo y entonces tocó las marcas de Arthit.  Raramente se volvería así de salvaje. Sintiéndose mal, se deslizó aún más cerca de Arthit y empezó a besar sus marcas gentilmente, haciendo que Arthit gimiera suavemente aun dormido. Sólo fue cuando sus labios alcanzaron su cuello, qué Arthit se despertó, gimiendo deliciosamente.

“¿Kong?”

Escuchando la sexy voz, Kongpop se acercó a esa hinchada y rosada protuberancia. Los había molestado mucho hace una hora y Arthit se quejó de dolor y de placer, una y otra vez, pero dejó que Kongpop se saciara. Lamiéndolos suavemente, intento que se calmaran, mientras sus manos se deslizaban hacia Arthit, sus dedos se curvaban alrededor de su agujero, Arthit se quejó un poco.

“Kong, tengo sueño”.

“Lo sé, lo sé, Oon”.

“Cansado…” Murmuró entre dientes y se río levemente, Kongpop empujó a Arthit para que se acostara sobre su espalda mientras él sostenía sus rodillas y se acomodaba entre sus piernas.

“¡Koooooooonnnggg!”Arthit se quejó cuando empezó a ser perturbado.

“¡Shhhh! ¡Shhhh! Relájate. No tienes que hacer nada. Déjame cuidarte. Seré gentil. ¿Puedo?” Kongpop prometió, mientras besaba su frente, y Arthit resopló resignado y murmuró medio dormido un ‘mmm' y eso fue todo para obtener la aprobación que necesitaba.

Como prometió, Kongpop fue muy gentil mientras besaba y lamía la piel de su pareja, y semi alertado, Arthit disfruto la gentil asistencia. Kongpop masajeó su doloroso trasero, tratando de calmar la incomodidad mientras lo tocaba íntimamente. Cada toque, cada lamida y cada beso fueron tan suaves, que Arthit maulló como un gato satisfecho. Enrollando las piernas de Arthit alrededor de su cadera, Kongpop se deslizó dentro de su novio y con un lento y deliberado un movimiento, le hizo el amor.  La sesión de amor ahora era opuesta a como la habían hecho hace una hora, cuando regresaron, ellos jadearon el nombre del otro, como una oración.
Kongpop se abalanzó sobre Arthit y se tumbó sobre él durante unos instantes hasta que Arthit se retorció.

“¡Kong! ¡Pesas!”

“Te amo, P’Arthit. Pero si alguna vez me vuelves a hacer una broma así, me aseguraré de que no puedas sentarte en ese rosado y exuberante trasero tuyo durante una semana”.

Arthit se río medio adormilado. “¡Si! ¡Si! ¡Ya veremos!”

Se volteó dejando que la vista de Kongpop se deleitara con su espalda. Viendo la cremosa extensión, Kongpop sintió como se agitaba otra vez y se rio, sostuvo a Arthit por su cadera y lo acercó más antes de empujarse hasta el final, dentro de su novio.

“¡Kongpop!” Arthit chilló por la repentina intromisión y riendo, Kongpop lo tranquilizó.

“Está bien, Oon. No haré nada. Solo quiero estar dentro de ti”. Dijo mientras posaba sus labios en el hombro de Arthit.

“¡Mentiroso!”

Kongpop río, y escuchando el retumbo de su risa contra su espalda, Arthit se sintió cálido y abrumado. Bueno, después de diez minutos se pudo dormir, pensó mientras empezaba a moverse, ayudando a Kongpop a demostrar que efectivamente era un mentiroso.

Con amor, ArthitWhere stories live. Discover now