21. Mierda.

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Maratón 3/6

Una semana después...

Lalisa M.

El hecho de que Momo haya aparecido de la nada me resulta extraño, ella y yo nos conocíamos de antes, cuando teníamos 15 yo era novia de su hermano, el me engañó, lo dejé, todos los días después de que lo deje me rogaba que volviera con el, me amenazó a muerte si no volvía con el, yo no me dejé y lo asesiné, pensaba que Momo y su familia me odiarian, pero fue todo lo contrario, me agradecieron diciendo que era una molestia, después de eso no la volví a ver.

De algo estoy segura, Momo quiere algo.

En cuanto a Jennie, no hemos hablado, a veces nos cruzamos en la calle, pero nada más, nos ignoramos mutuamente, me duele, quisiera estar con ella, haciendo cualquier cosa, solo con el hecho de estar con ella me conformo, extraño sus besos, sus caricias, las veces que me sacaba de quicio, queda bastante claro que no la he superado.

De pronto un disparo suena, seguido de el muchos más.

"Mierda, Sooyoung"

Corri hacia la habitación de Sooyoung, y ahí estaba ella, el temor se reflejaba en su cara. — Tranquila Soo, sígueme — dije, ella se levantó de su cama y me siguió. — ¡Vallan al sótano, protejan a Sooyoung! — ordené, todos asintieron — Ve con ellos — le dije, ella camino, todos fueron al sótano y cerraron con candado ¿Cómo lo sé?, Magia.

No me dió tiempo a reaccionar cuando mis hombres entraron. — Señora, es Seo — ¡Mierda! ¿Que sigue?

— ¡Maten a todos los que puedan! — todos asintieron y se fueron, subí a mi habitación y tome dos pistola, las guarde en mi cintura, agarré balas para recargar y me asomé por la ventana, logré matar a tres tipos.

Salí de la mansión y le partí el cuello a unos que intentaron matarme, camine hacia la Hummer negra y ahí estaba, Seo Changbin, uno de mis tantos enemigos, el único que a logrado darme pelea.

— Bonito show — le dije, el se sobresaltó ya que no había notado mi presencia.

— Te mudaste.

— Así es — el se distrajo viendo cómo mis hombres mataban a los suyos y viceversa, le dí un balazo cada pierna, el me vio, se escuchó un disparo, de repente sentí mi abdomen arder.

Mierda

Le dí un último balazo para que después este grito — ¡Vámonos! — los que quedaban se montaron en las demás camionetas y yo camine como pude a la mansión, intento fallido, ya que en el medio del jardín me derrumbé.

Mis ojos empezaron a pesar, pude ver cómo mis hombres se acercaban a mi y me decían cosas que no escuchaba, todo se empezó a volver borroso, y de repente todo se tornó negro.

(...)

Un olor a medicina hace presencia en mis fosas nasales, llantos se escuchan cada vez más cerca.

— V-vamos desp-pierta Lis — dijo Jisoo, trate de moverme, intento fallido

— Lis, t-te necesito, todos te n-necesitamos — ahora fue Roseanne la que habló.

Poco a poco logré ver una luz blanca, abrí mis ojos completamente, pero no duró mucho ya que la luz me encandiló.

— ¡Lis!

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matrimonio involuntario; jenlisa g!p [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora