1

4.2K 441 159
                                    

imagina: connie confiesa que está muy enamorado de ti.

nota: (c/c) el color de tu cabello.

...

La castaña y la (c/c) se hallaban hablando en las escaleras del pórtico de la cabaña en donde ellas dormían. Reían por algo que Sasha había comentado de Connie, una estupidez que le ocurrió hace unos días y de la que (n) no se había enterado hasta ahora.

Lamió sus labios, negando ligeramente con su cabeza y mirando sus zapatos. Tragó saliva y suspiró afligida. Sasha notó ésto y apresuró a preguntarle que era lo qué le sucedía.

—No es nada importante, simple tontería. —Se puso de pie, estirando su cuerpo. —Iré a buscar a Connie, ¿Vienes conmigo?

—Claro que sí. —se paró, tomando el brazo de la menor, comenzando a caminar por el campamento para encontrar a su amigo, del quién una estaba locamente enamorada por él.

Hace meses que (n) conocía a Connie, llevándose una maravillosa impresión de él. Tan divertido y lleno de alegría, así le pareció. Era un completo amor y lo quería mucho, él inconscientemente se había ganado el corazón de ella, sólo bastó con sonreírle cada mañana o contarle un chiste que la hacía explotar de risa, siendo amable y cariñoso con casi todos, mostrando la increíble persona que era. Dios, estaba totalmente colgada por él.

Por supuesto, (n) no tenía la más mínima idea de sí Connie también estaba de la misma manera por ella, eso le hacía ponerse triste, afligida y algunas veces enojada, y como odiaba sentirse así.

Por otro lado, Springer sí estaba super colgado por ella. Santo cielo, la amaba tanto que daría su vida por la de ella si fuese necesario. A sus ojos, (n) le parecía una hermosa diosa. Tan tierna y amable. Con aquella magnífica sonrisa que provocaba cientos de mariposas en su estómago y una risa que causaba que su corazón latiera tan ferozmente que casi sentía que en cualquier momento saldría de su pecho. Quería que ella aceptara estar junto a él y compartir una buena vida a su lado.

—¿Connie, estás seguro de hacer esto? —cuestionó Marco, fijándose en los nervios que su amigo estaba teniendo.

—S-sí, quiero que ya sepa lo que siento por ella, sin importar que me rechace. —tragó grueso y respiró profundo. —Allá voy.

Caminó con dirección al par de chicas, que sonrieron al verlo acercarse. Estando ya frente a ellas, él le pidió amablemente a Sasha que los dejara solo, cosa que sin reproche hizo.

—¿Qué pasa? —se sonrojó.

—¿Caminamos? —Propuso, recibiendo una respuesta positiva, iniciando la caminata mientras conversaban. —Oye, he querido hablar contigo.

—¿Sobre qué?

—Nosotros.

—¿No-nosotros? —Tragó saliva nerviosa.

—Sí, nosotros. —Tomó una bocanada de aire, obteniendo ya el valor suficiente para confesar sus sentimientos, teniendo en su mente sólo la idea de ser rechazado por quien consideraba su diosa. —Escucha, estoy muy colgado por ti, ¿ok? —La muchacha se detuvo en seco, mirando asombrada a Connie, que también detuvo sus pasos. —, No sé realmente si sientes lo mismo que yo... Uhm, creo que no. —Murmuró, soltando un pequeña risita nerviosa mientras rascaba su nuca. —Y aunque pueda ser rechazado, sólo quería contarte como me siento a tu lado...

Habló de sus sentimientos, manteniendo ese tono nervioso y un poco del tartamudeo, no miraba el rostro de la chica por mero miedo de ver su expresión, pensando que quizás ésta sería de desagrado. (n), por otro lado, quería saltar de felicidad porque sus sentimientos sí era bien correspondidos. Santos dioses, eso era lo que más deseaba.

—Oh Dios, ya cállate, Connie. —se abalanzó a él y besó sus labios, tomando al chico por sorpresa.

No correspondió al principio, apenas procesaba lo que estaba sucediendo. Pero, después de algunos segundos, él cerró sus ojos, abrazó a la (c/c) por la cintura y correspondió al beso muy, muy encantado.

—¿Entonces sí? —Preguntó ligeramente atónito.

—Sí, y muchas veces sí. —rió bajo y suave, cautivando el corazón ya descontrolado de Springer. —Quiero pasar toda mi vida junto a ti.

—Oh, siento que lloraré.

𝘤𝘰𝘯𝘯𝘪𝘦 𝘴𝘱𝘳𝘪𝘯𝘨𝘦𝘳 , 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora