Sally.
Me senté de golpe asustada en la cama, mi respiración entrecortada y el sudor eran muestra de ello.
Me abracé a mi misma sintiendo frío y confundida observé a mi alrededor.
-Señor... -susurré buscando al chulquero.
El hombre no estaba, aquello era causante de ese frío, su calor corporal se había quedado grabado en mi memoria y ahora que no está se siente un poco extraño.
Quité la sábana de mi cuerpo y salí de la cama dispuesta a explorar la casa en busca de comida.
Si es un hombre rico ha de tener montones y montones de comida.
Sonreí para mis adentros y estoy por salir de la habitación, pegué un brinco cuando la puerta se abrió sola, mostrándome al chico de piel canela realizando una reverencia.
Regresó a su postura normal y con una mano en el pecho comenzó a hablar:
-Buenos días, señorita Sally. Espero que su día sea tal como espera. Soy Kim Taehyung y a partir de ahora seré su guardaespaldas, consejero, contador, y todo tipo de actividad que usted requiera hacer puede órdenarmelo a mí.
-Eh... ¿Hola? -dije un poco incómoda por tal formalidad.
Estaba totalmente segura de que ese hombre había enviado a este otro a cuidarme o vigilarme, y no sé si esto sea como en las películas, pero eso de guardaespaldas no creo que sea muy agradable.
-¿Desea asignarme alguna actividad? -se hizo a un lado para permitirme salir. Se encargó de cerrar la puerta y tomó mi mano para ayudarme a caminar.
-No me lastimé los pies -sonreí y me solté de su agarre-. Y si de órdenes se trata... quiero que me dejes hacer las cosas por mi cuenta, yo puedo solita con cualquier tipo de actividad -le mostré una reverencia.
-No, no, no, señorita. A mí no tiene que mostrarme respeto -negó con sus manos alarmado.
-El respeto se lo merecen todos, Kim -. Aclaré antes de empezar a caminar por los pasillos, descalza.
Él simplemente siguió mi paso a unos cuantos metros de mí.
De cierta forma se sentía extraño tener a alguien contigo a tu lado, y peor si esa persona va atrás tuyo como un perro.
-Oye... -mis dedos rozaban suavemente las paredes mientras apreciaba el arte en ellas-, deberías caminar a mi lado si me vas a seguir. Creo que el "man" te mandó a vigilarme, camina a mi lado -repetí-. Me siento incómoda-. Comenté con una sonrisa, la cual le dediqué.
-No puedo, señorita -otra vez la puta reverencia.
Esto se siente jodidamente incómodo, yo soy ninguna princesa.
-Es una orden -el rápidamente volvió a su postura original y me miró sorprendido-. ¿Te vas a negar a una orden? -me crucé de brazos y sonreí ganadora.
-No, señorita -caminó unos cuantos pasos colocándose a mi lado-. Mis más sinceras disculpas si la incomodé.
-Me sigues incómodando, han pasado solo cinco minutos desde que estás conmigo y ya estoy estresada -seguimos caminado lentamente por aquellos pasillos.
-¿Disculpe?
-¿Disculpe? -imite con una voz chillona-. Soy menor que tú, se nota. El respeto debería tenerlo yo. Deja de ser tan cordial, soy una muchacha y si me hablas así me siento como una anciana, si vas a estar pegado a mí, pido confianza, creo que podemos ser amigos -tomó mí mano para bajar las escaleras, me solté metiendo mi extremidad al bolsillo de la pijama-. No soy una anciana -solté una carcajada.
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Préstamo [Jeon Jungkook]
FanfictionSe dice que el dinero no lo es todo, pero si que es necesario para todo. A veces hasta la frase es un poco ilógica. El mundo funciona con dinero, y aunque uno no lo quiera nuestra felicidad también depende de ello. Veremos el caso de Sally. Una chi...