Capítulo 1

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Vacaciones de verano, mejor conocidas como las vacaciones en las que finalmente logras tener un gran respiro de aquellas molestas y tediosas responsabilidades académicas para prepararte mentalemente para el próximo año, que será más complicado que el anterior. Puedes verlo de ambas maneras o solo de una, con cada quien es diferente

Y nuestro querido monstruo marino azul no es la excepción, después de un largo año de estudio por fin dejará de preocuparse acerca de las tareas y trabajos escolares, pero eso no era lo que más lo emocionaba ya que por fin tendría la oportunidad de volver a Portoroso y ver a su familia y, por supuesto, a Alberto, aquel cabeza hueca que se volvió tan importante para él en muy poco tiempo

Con suma energía de levantó de su cama y salió de su pequeña pero cómoda habitación, aquella que está decorada casi en su totalidad por pósters y dibujos relacionados a la astronomía, además de también tener un par de cartas y dibujos enviados por cierto monstruo marino de tonos morados

– Buenos días, Luca

Saludó contenta su amiga pelirroja al verlo entrar en la cocina para desayunar

– Buenos días, Giulia y también a usted señora Marcovaldo

Luca sonrió a ambas mujeres y tomó asiento en aquella mesa de madera

– Buenos días a ti también, Luca

Contestó la mayor, tomó un plato con pasta y se lo dió al hambriento chico, quien sin pensarlo agarró un tenedor y comenzó a comer algo apresurado

– Has mejorado mucho con la forchetta, antes no podías si quiera tomar un solo fideo con él

Dijo Giulia sacando una pequeña risa, Luca la miró y rió también

– Tuve a una buena maestra

Contestó con algo de orgullo, se sentía bien encajar cada vez más en el mundo de los humanos, después de todo, ya era uno de ellos, o bueno, algo así

– ¿Ya empacaron sus cosas para ir a Portoroso?

Preguntó la señora Marcovaldo mirando a ambos chicos

– Si, todo está listo

Ambos chicos dijeron al unisono con una gran sonrisa. Y no era para nada una sorpresa, los dos se habían preparado con anticipación para este día, empacaron sus cosas para unas buenas vacaciones en aquel pueblo costero

Entre varias charlas la mañana había concluido, Luca y Giulia ayudaron a acomodar la cocina y se dispusieron a terminar de preparar sus cosas para el viaje de aquella tarde

Luca entró nuevamente a su habitación y sacó la pequeña maleta de su closet, la colocó sobre la cama y la abrió para revisar que todo lo necesario se encontrará en ella, cuando terminó notó que aún le quedaba un poco de espacio, sin pensarlo mucho, dió un rápido vistazo a su alrededor para ver qué más podía llevar

Después de unos minutos clavó su mirada en una pequeña radio de color azul oscuro que descansaba en su escritorio, la tomó y, con una sonrisa, la observó detalladamente

– Seguro le gustará a Alberto

Susurró recordando la vez que escucharon a aquella cantante de la caja mágica, aunque ahora sabía que ese artefacto era conocido como gramófono

– ¡Luca, ya es hora de ir a la estación!

El mencionado salió de sus pensamientos al escuchar a la señora Marcovaldo desde la sala de la casa

– ¡En un momento bajo!

Contestó guardando la pequeña radio en su maleta para después cerrarla. Tomó su equipaje y se dirigió hacia donde estaban las dos mujeres esperando, no sin antes mirar por última vez su pequeña recamara, soltó un suspiro y continúo su camino

Ya estando los tres reunidos, salieron de la casa y se dispusieron a caminar hacia la estación, como no quedaba tan lejos, decidieron pasar unos cuantos minutos juntos antes de que los chicos de fueran

– ¡No puedo esperar a llegar a Portoroso!

Dijo Giulia saltando de emoción, extrañaba mucho a su padre y ya no podía esperar más para verlo y contarle lo que hizo durante casi un año

– Yo tampoco, ya quiero ver de nuevo a mis padres, y a Alberto

Mencionó Luca compartiendo el entusiasmo de su amiga, aunque su estadía haya sido fantástica, por obvias razones extrañaba su hogar y a su familia. Pero al mencionar el nombre de su amigo sintió una ligera calidez en su rostro, él lo considero algo normal ya que había pasado mucho desde que se vieron por última vez

– No olvides decirles que les mando un gran saludo

Dijo la madre de Giulia, Luca solo asintió sonriente

Tras unos cortos minutos los tres arribaron a la estación, una vez ahí esperaron a que el tren a Portoroso anuncie su partida para poder subir en él, mientras esperaban, Luca y Giulia repasaron nuevamente su plan para las vacaciones en el pueblo, la mayor sonrió ante la efusividad en las palabras de los chicos

– Último tren a Portoroso listo para salir, todos a bordo!

Al escuchar ese aviso, los dos chicos subieron al tren mostrando sus boletos, dejaron sus pertenencias en un par de asientos vacíos y regresaron a la entrada del vagón para poder despedirse de la madre de Giulia

– Los voy a extrañar mucho, prometan que me escribirán al menos un par de veces

Dijo la madre mirando a ambos con una media sonrisa

– Solo nos iremos un par de semanas mamá, volveremos antes de que te des cuenta

Soltó Giulia con una rodando los ojos de manera juguetona, le daba algo de gracia ver cómo su madre podía ser algo dramática

En ese momento, un último aviso se escuchó desde la cabina del tren, el olor a humo y el sonido de un fuerte silbato les dió a entender que el tren estaba por partir, miraron por última vez a la mayor y se despidieron moviendo sus manos de lado a lado

– Addio, mamá!

– Hasta pronto, señora Marcovaldo!

Gritaron ambos chicos recibiendo un "Boun viaggio" desde lejos, se quedaron en la puerta admirando el exterior durante un par de segundos para después regresar a sus asientos

"Ya voy de regreso, Alberto" pensó Luca mirando por la ventana con una enorme sonrisa pintada en su rostro

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Bueno, solo quería aprovechar este pequeño espacio para agradecerles el haberse interesado en esta historia :3

Espero que esté capítulo les haya gustado y que disfruten el resto de la historia :D

Amor marino |Luca|Where stories live. Discover now