Capítulo 14

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– ¿Dónde estabas Alberto?

Massimo, preocupado, miró como su hijo venía corriendo hacia el pequeño muelle

– Te he estado esperando

– Scusa, papá

Una vez llegó, el moreno comenzó a mover las redes fuera del barco, se sentía mal de haber tardado más de lo que había dicho

– Me quedé hablando con Piero y perdí la noción del tiempo

– Non preoccuparti, la próxima vez mejor te espero más tarde

Una sonrisa cálida acompaño aquellas palabras, Alberto agradecía el hecho de que su padre fuera tan comprensivo y flexible

– Prometo no tardar tanto la próxima

El sonido de las redes de pesca salir del agua era lo único que se escuchaba, el pequeño bote de Massimo se mecía con suavidad según las olas lo golpeaban

– Me alegra que por fin te estés dando un descanso

– Si bueno, ya me estaba hartando un poco de la misma rutina

Alberto dejó salir un suspiro

– ¿Dejarás algún empleo?

Massimo lo miraba con una ceja levantada, él sabía perfectamente que el chico había estado algo ocupado los últimos meses con todos los pequeños trabajos que él tenía

– No, solo necesito un respiro y ya

Un respiro muy bien merecido, Alberto había mantenido una gran rutina de trabajo, desde ayudar a Massimo con la pesca, hasta trabajar de salvavidas en la costa de Portorosso

– D'accordo

Una vez que todo estaba en orden y listo para el día siguiente, los dos se marcharon de ahí para adentrarse en la pequeña casa, Scorfano se despidió de Massimo y subió el árbol situado en el pequeño patio

– Ya volví, ¿me extrañaron... ¿Por qué Luca esta todo rojo?

*

*

*

– Buongiorno, ragazzi

Una sonriente Giulia asomó su cabeza por la ventana, la noche anterior había sido algo especial, ya que fue la noche en la Luca finalmente habló de sus sentimientos hacia Alberto

Ahora Giulia sentía que conocía aún mejor a su amigo, sentía que ahora ella podría ayudar mejor a Luca

– Buongiorno, Giulia

Un somnolento Alberto se levantó frotando ambos ojos, el cansancio de la noche anterior se reflejó en los tejidos que reposaban debajo de sus párpados a manera de ojeras

– Ya casi está el desayuno, no tarden

Scorfano asintió estirándose, había olvidado lo incómodo que podía resultar dormir en las firmes tablas de madera del fuerte

Giró su mirada a su izquierda y notó que Luca aún se mantenía profundamente dormido, y como no, la noche anterior no había podido dormir tan bien a causa de la pregunta de Giulia. Cuando Paguro lo pensó mejor, se había dado cuenta de que había demasiadas, pero demasiadas cosas que le atraían de Alberto

– Oye dormilón, ya es hora de despertar

El moreno movió a su amigo con suavidad, sin embargo lo único que obtuvo fue un gruñido de parte del castaño

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