capítulo 1

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Era un día como cualquier otro, incluso si intentabas buscar en los trecientos  sesenta y cinco días del año, no lograrías encontrar nada que fuera presumiblemente diferente de los anteriores años.

En pocas palabras un día normal, en una ciudad con cientos de rascacielos, coches recorriendo las calles sin parar, incluso en la noche.

Pero hoy había un agradable clima, un poco raro considerando que  actualmente era temporada de lluvias, tal vez mas tarde llueva, aunque ninguna nube parecía que fuera  a aparecer pronto.

Sakamaki Izayoi es un chico  de unos 15 años.

Como todo chico de esa edad, el asiste a la escuela.

O al menos es lo que debería de estar haciendo.

Vistiendo un unirme nada especial japonés de color azul,  la chaqueta solo estaba sujeta con un botón, dejando ver una camisa amarilla debajo, sus pantalones son de color azul, y usa  tenis de color blanco, con detalles  de color azul y morado.

Al verlo la primera y en realidad un poco acertada opinión que podrías obtener de él, es de un delincuente juvenil.

Izayoi camino con la manos en los bolsillos, en su mano tenía una mochila  donde deberían de estar sus libros de secundaria o cuadernos, en cambio solo llevaba un gran libro de mitología egipcia que había comprado recientemente por que estaba aburrido. Mientras caminaba por la enorme metrópolis casualmente se había topado con una biblioteca, al principio no tenía planeado comprar nada y solo se había metido movido por la curiosidad y el aburrimiento, luego de un tiempo, dentro y ver a la encargada mirándolo constantemente.

El decidió comprar este libro, aunque no lo necesitaba.

En su otra mano tenía una bolsa de compras, donde tenía varias latas de soda, y unas cuantas frituras.

Izayoi había decidido perder el tiempo leyendo el libro que compro en algún lugar donde no fuera molestado.

Sin embargo estaba seguro que seguiría estando aburrido.

Cuando eres la persona más fuerte del mundo, hay pocas cosas que puedan distraerte.

Especialmente cuando eres un “humano” por sobre todas las cosas.

Cualquiera pensaría que cuando tienes el poder de cambiar las cosas, probablemente actuarías como una especie de héroe, y salvarías al mundo.

Pero al final eso es  lo piensan aquellos que no tiene poder, una vez lo obtienes terminas por corromperte y volverte el villano en la historia.

Izayoi no es ese tipo de persona, por lo que ni la justicia o el poder  lo mueven, o dictaminan sus acciones.

―  Que aburrido.

Entonces una escena “normal” en un día normal dentro de una gran ciudad, ocurrió.

Un grito proveniente de una mujer se escurrió por los demás sonidos de la ciudad, y llego a los odios del chico, Izayoi alzo su mirada

Una figura paso al lado del chico, tenía puesta una sudadera y no se podía ver su cara, en sus manos lleva  un bolso que parecía algo caro, una chica de unos 20 años corrió detrás de él, aun así solo con ver como la distancia se agrandaba a cada momento era obvio que ella nunca lo alcanzaría.

Nadie se movió.

Lo más probable es que la mayoría de ellos, pensaron, “no es mi problema”, “alguien más lo hará” “la policía se hará cargo” o solo se limitaron a mirar la desafortunada escena, para luego encogerse de hombros y seguir con sus vidas, tal vez contando la anécdota a alguien, cuando estuvieran aburridos.

Izayoi Sakamaki en Re: ZeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora