f o u r t e e n

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Narrador Omnisciente.

Al parecer todo había transcurrido con normalidad después de la misteriosa desaparición de Jisoo. A la cual por cierto llevaba días sin ver, al igual que su teléfono celular.

Si. Ese día no sólo había desaparecido Jisoo, si no también su teléfono cómo si obra de un mago fuera. No habían ni siquiera rastros de Jisoo y el sistema le había dado una ubicación errónea de donde estaba su celular cuándo intentó rastrearlo desde su laptop así qué probablemente debía ir a comprar uno nuevo cuándo antes.

Se colocó su abrigo pacientemente antes de recorrer por última vez la sala en buscá de su celular, y como era de imaginar simplemente no estaba.

Había pensado que quizás Jisoo lo había robado, pero, era su mejor amiga, jamás haría eso ¿Verdad? Se había auto convencido de aquello, a pesar de aún tener una pequeña duda sobre aquello.

Salió de su hogar caminando por las calles en camino de alguna tienda de celulares abierta. Eran las cinco de la tarde así qué posiblemente no habría muchas por la hora, pero necesitaba un celular, y lamentablemente era la hora en la que había regresado.

Aún en las calles había gente, vecinos caminando, personas paseando a sus perros y demás.

Sus pasos pararon en seco al ver a un pequeño cachorro, el cual la había estado siguiendo algunas cuadras, en caminar hasta estar frente a ella. Se agachó con cuidado poniéndose de rodillas frente a él acariciando su cabeza.

— ¡Roseanne! —una voz masculina se escuchó detrás de ella haciendo qué se volteara inmediatamente.

Sus ojos se abrieron bastante con sorpresa viendo aquella familiar figura masculina parada justo allí.

Mierda y mas mierda — fue lo único que logró pensar antes de levantarse volteandose completamente.

— ¿J-Jackson? —tartamudeo viendo en dirección al chico quien sólo mantenía una radiante sonrisa mostrando sus dientes.
 

•••

 

— Yo... No creí verte por aquí —confeso la peli rosa mientras caminaba cargando al pequeño cachorro de antes, no dejaba de perseguirla y de todos modos tampoco le dejaría allí.

— Ni yo. Gracias a mis calificaciones logré obtener una beca en la universidad —le sonrió grandemente a la contraria.—para ser sinceros, el pueblo no fue lo mismo desde qué te fuistes, creí que ese lugar tenía al menos un poco de esperanza pero definitivamente es un asco.

—Lo sé —suspira.

—Bien, ya no hablemos de mí ¿Qué hay de nuevo?

La contraría abrió su boca para responder pero luego la cerro de inmediato negando con la cabeza reusandose a contar el desastre que se había vuelto su vida diaria, problemas tras problemas por un simple amor platónico de la universidad.

—Nada nuevo, todo tranquilo desde que me mudé —mintio con una sonrisa tratando de sonar lo absolutamente más creíble que podía.

—¿Eso es algo bueno?

—Supongo que si lo es.

Ambos se escogieron de hombros antes de que ambos soltaran una leve carcajada.

—Los dos cerebritos vuelven a juntarse —bromea.—hablando de los cerebritos ¿Haz vuelto a ver a Jisoo?

Sus pasos se tuvieron y tragó en seco.

EUPHORIA © #1 [✔️]  Where stories live. Discover now