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La luz golpeó mi rostro con fuerza. No sabía exactamente qué hora era, pero sentí la presencia de alguien mas junto a mí. A tientas toqué un brazo, su piel se sentía tibia, humana.

Recordé que Jungkook se había quedado a dormir conmigo. Vaya bendición.

—Despierta dormilón.

Su voz suena bien.

—...

—¡Tae!

Abrí los ojos al oírlo alzar la voz y los rayos del sol se colaban tras de sus cabellos, como si fuera un ser de luz.

—Jungkook.

Sus hombros estaban desnudos y pude predecir que su cuerpo también lo estaría. No sé si es saludable despertar con una erección.

—¿Descansaste bien?

—Deberías vestirte...

Por favor.

—No quiero.

Jungkook jaló las sábanas y cubrió con ellas su cintura. Era hora de levantarse y tener a Jungkook conmigo, me quitaba todo el sueño.

—Jungkook, estás muy infantil.

—Jinkiik, istís miy infintil.

Negué con la cabeza mientras sentía unas ganas inmensas de matarme de risa.

—Deja de jugar.

—Diji di jigir.

Él corrió a la cocina, sus pasos resonaron por el pasillo y lucía como un niño. El mismo niño que ayer me volvió loco y me incitó a cogerlo.

Me levanté con pocas ganas y tomé un baño. La música desde la cocina me era extraña, en casa comúnmente solo hay silencio.

Me dirigí hacia la cocina y lo encontré ahí, sosteniendo las sábanas en su cintura con esfuerzo y tarareando aquella extraña canción. Su piel brillaba y me hacia saber que disfrutaba de su juventud.

Creo que me estoy enamorando...

Un agradable olor de café recién hecho inundó mis fosas nasales y quise
apresar sus cintura entre mis brazos. Pero eso sería demasiado y podría asustarse.

—Taehyung...

Él volteó a verme y dije lo primero que me pareció sensato.

—Deberías vestirte.

Desvíe la mirada hacia la taza de café y la probé. Café sin azúcar y muy espeso, casi amargo, como mi alma. Jungkook me conocía tan bien.

—Tae... ¿acaso vives solo?

—Es una pregunta muy obvia.

—Entonces lo haces...

—Antes vivía con mi padre, pero él consiguió novia y se fue con ella, desde entonces no sé nada de él.

Idiota infeliz.

—¿Y tu mamá?

—Pues... a ella le va muy bien con su nueva familia, me envía dinero cada que puede hacerlo, le debe ir bien porque el monto no es broma.

Vaya zorra.

Mi madre solo es Rosy.

—Lo siento, en verdad.

—No eres tú quien tiene que sentirlo.

—Tae...

—¿Y tu madre sabe que estás aquí?

Bueno, el caso de mis madres era otra cosa y el de Jungkook otra.
Supongo que la suya sí estaría preocupado por él.

—Claro, cariño, claro.

Es un alivio.

Taehyung el chico muro- Vkook.Where stories live. Discover now