Gaia ↻ Peter Parker | EN EDICIÓN

xiii. la historia de harry y gaia

GAIA abrió su Disney Plus y buscó entre todas las películas que le ofrecía la aplicación hasta que dio con una película animada de Disney y sonrió. Harry Osborn entró por la puerta de su habitación con un bowl de palomitas y té frío.

─Amo Big Hero 6.─dijo Harry en lo que sentaba junto a la pelirroja.

Gaia miró a su amigo con una ceja alzada.─Lo sé. La veíamos a cada rato cuando salíamos.

Harry miró a Gaia con una sonrisa nostálgica, como si en verdad extrañaba estar con la pelirroja.

Luego de lo sucedido con Screwball tuvieron que llevar a Gaia a emergencias. Sumando al problema que tiene en su pierna, Gaia estaba mal del oído. Luego de un par de horas en el hospital, salió con una venda en la rodilla y una en la cabeza. Ahora estaban en casa de la pelirroja luego de un horrible viernes.

Harry se había quedado con ella desde que la pelirroja se desmayó en sus brazos y, aunque la pelirroja le insistió en que debería de ir a descansar, él no se había movido de su lado en las últimas 14 horas.

Gaia miró a Harry con una sonrisa.─Recuerdo que llorabas siempre con la muerte de Baymax.

El millonario le tiró unas palomitas a la cara.─Fue lo único que le dejó Tadashi, ¿cómo esperas que no llore con eso?

─Lo reconstruyó, ¿sabes?─dijo ella divertida en lo que se quitaba una palomita del pelo.

─Que insensible eres, Gaia.─dijo Harry.─¿Y Kai? Dijo que buscaría las gomitas pero ha tardado.

De repente, alguien entró por la puerta con los ojos cerrados.─Si se están besando dejen de hacerlo, gracias.

─No nos estamos besando, Kai.─dijo Harry divertido.

─Eso lo haremos más tarde cuando te vayas.─bromeó Gaia.

Harry la miró sorprendido y ella arrugó su nariz dando a entender que era una broma. Kai tomó asiento en un mueble que tiene la pelirroja en su habitación y apagó la luz para poder observar mejor la película.

Gaia comenzó a ver la película pero luego de unos minutos tenía su cabeza en otro mundo. Recordó su pasado con Harry y el día en que lo conoció.

Era un día lluvioso de septiembre cuando un chico entró por la puerta del salón. Todos hicieron silencio ya que nadie lo conocía y, tras él, entró el maestro. Kai le tocó el hombro a la pelirroja.

─¿Sabes quien es?─preguntó el asiático. Gaia negó levemente.

Harry se presentó frente a todos y aclaró que entró tarde porque se acababa de mudar desde Londres, aunque a la pelirroja le pareció curioso que no tuviese un acento londinense, así que, aprovechando que se sentó justo frente a Kai y ella, se atrevió a preguntarle.

─Si eres de Londres, ¿por qué no tienes acento?

─Nunca dije que era de Londres.─dijo Harry. Gaia levantó las cejas sorprendida y él le guiño un ojo.─Harry Osborn.

─Yo soy Kai y ella Gaia.─respondió el asiático por ambos.

─Nací en New York, pero tras el chasquido tuve que irme a Londres con mi madre.

Gaia miró al pelinegro unos segundos. ─Yo te conozco. Mis padres trabajan para el tuyo, en Oscorp. Eres hijo de Norman Osborn.

Harry la miró curiosa. Luego de eso los tres se hicieron amigos. Hasta que Gaia y Harry comenzaron a ser más que amigos.

Harry, por otro lado, estaba igual de ido que la pelirroja. Recordó la primera vez que salió con ella en una cita. Estaba tan nervioso pues nunca había tenido una. Sabía que Gaia estaba loca por ir a un circo que habría en una ciudad, así que compró las entradas con antelación y la sorprendió con eso.

Recuerda que había usado una camisa blanca y un chaleco marrón. Bueno, algo que amaba Gaia de Harry es la forma en que se viste ya que es muy parecido a un Gilbert Blythe, uno de los personajes literarios favoritos de ella.

Y ese día ambos fueron felices. Gaia y Harry no podían dejar de ver con felicidad la actividad. Luego de lo sucedido con el chasquido, fueron realmente felices.

Hasta que Harry tuvo que irse.

Gaia miró a Harry en medio de la película por unos segundos algo triste. Ella sabía que había superado la partida de Harry, y más con la llegada de Peter que no hacía más que despertarle sentimientos, esos que sintió una vez con el millonario.

Pero el tenerlo ahí, junto a ella, luego de un año sin verlo le hacía preguntarse una y otra vez, ¿y si había una oportunidad con Harry?

Cuando la película acabó Kai tuvo que irse a su casa. Harry estaba a punto de entrar en su carro cuando observó a la pelirroja, la cual estaba en la puerta de la entrada esperando que Harry se fuera. El millonario se acercó a ella.

─Sabes, no te he olvidado del todo.─confesó Harry.

La pelirroja miró al millonario confundida mientras bajaba las escaleras de la entrada.─¿Qué quieres decir con eso?

Harry tomó un suspiro.─Que si ... si nuestro amor murió joven─comenzó a citar una canción.─yo no puedo dar testimonio de eso.

Gaia miró a Harry nerviosa. No sabía si era el frío de la noche o el cantar de los pajaritos que hacían de este momento mucho más único. Ella nunca pensó que su primer amor volvería y menos que diría palabras como estas.

─Harry ... ─Gaia no supo qué decir. Por primera vez se había quedado sin palabras.

─Y ha pasado mucho tiempo, pero,─tomó las manos de Gaia en ese momento y la miró a los ojos. La pelirroja se sentía perdida en ellos.─ si alguna vez piensas que nos equivocamos, yo estoy justo donde me dejaste.

Harry apartó el cabello que caía en la frente de Gaia y lo colgó tras una de sus orejas.─Seguiré en el restaurante, cuando yo todavía era con quien querías estar.

Dejó un beso en la frente de ella y se fue a su auto. Gaia observó cómo se perdía el coche en las calles de Nueva York. Sentía su corazón latir con rapidez y no sabía qué hacer.

Caminó directo a la entrada de su casa pero, cuando iba a entrar escuchó a alguien tras ella.

Al voltear, ahí estaba Peter Parker, con un ramo de girasoles y un peluche de Grogu, mejor conocido como Baby Yoda.

─¿Llegué tarde?─preguntó Peter.

Gaia lo miró con una sonrisa.─No realmente.