Gaia ↻ Peter Parker | EN EDICIÓN

1. los fantasmas de los james hope.

( Yo era solo un hijo único del universo, y entonces te encontré. )

CAPÍTULO 1

( los fantasmas de los james hope. )

LAS GOTAS DE AGUA que golpeaban la ventana de la pelirroja la despertaron de su hermoso sueño. Eran las cinco de la tarde cuando comenzó a llover en Queens y era la mejor hora para la pelirroja dormir tranquila pues su tía no llegaba sino hasta las siete de la noche.

Aunque la pelirroja debería de estar haciendo su tarea de química en aquello momentos, prefería tomar una hermosa siesta y olvidarse de sus deberes de la escuela, pero la hermosa lluvia que sonaba en aquella parte de Nueva York no la dejaba retomar su sueño en donde se casaba con un actor australiano que le doblaba la edad.

Cuando se paró de la cama fue en busca de un vaso de leche de almendras mientras pensaba en lo que cenaría. Quería hacerse una pasta esa noche con atún y mayonesa, pero no sabía si su tía quisiera eso.

Llegó a la cocina y se sirvió un vaso de su leche mientras pensaba todo lo que tenía que hacer para mañana, además del examen de física que tenía, aunque eso era fácil para la pelirroja. Solo un par de fórmulas, despejar y una calculadora. Puso un par de música de Taylor Swift en lo que hacía la cena. Cuando se vino a dar cuenta, la lluvia había parado a las seis de la tarde.

Estaba ella concentrada en Blank Space cuando escuchó un estruendo en las escaleras de su casa. Le bajó un poco a la música, tomó un cuchillo y fue a ver qué pasaba y que había provocado aquel ruido.

Cuando llegó a las escaleras soltó el grito más grande que podía haber dado en su vida dejando caer el utensilio al suelo.

─Carajo Gaia, ¿por qué gritas así?─preguntó un Billy mientras se levantaba de las escaleras, pero Gaia lo miró antes de, horrorizada, comenzar a tirarle todo lo que veía.

Comenzó con los cojines de la sala pero cuando se le acabaron tomó las manzanas falsas que habían en el recibidor y las lanzó dándole en la cabeza al aquello que se parecía a su hermano.

─Gaia, para. ¿Qué pasa contigo?─Billy en ese momento recibió una manzana en la frente.─Okay, me cansé Gaia.

Pero ella ya iba de camino a la puerta con miedo de aquella cosa que aparentaba ser Billy. A lo mejor era un fantasma, pero cuando abrió la puerta soltó otro grito a ver a su padre frente a ella.

─¿Qué pasa querida?─preguntó el confundido.─¿Por qué estás más alta?

Gaia ya no supo qué decir y cayó desmayada al suelo por unos minutos. Cuando se levantó, estuvo rodeada de todos sus familiares que se habían ido tras el chasquido.

Quiso decir algo pero nada salía, sus familiares, aquellos que habían desaparecido hace cinco años atrás estaban frente a ellos. Miró a su madre y casi se pone a llorar hasta que vio a Billy y las lágrimas comenzaron a bajar de verdad.

Abrazó a su hermano con fuerza cosa que extrañó a todos pero a ella no le importó para nada.

─Te amo tanto Billy.─dijo ella entre sollozos en el hombro de su hermano. El, confundido, la abrazo y dejo un beso en su cabello.

─¿Por qué lloras cariño?─preguntó su padre confundido.

─Ustedes desaparecieron tras el chasquido.─dijo ella mientras se secaba las lágrimas aunque por la cara de confusión de ellos tuvo que explicar mejor.─La mitad de la población desapareció tras una batalla de un ser del espacio. Es largo de explicar. Y, entre ellos estaban ustedes.─dijo calmada y la reacción de ellos fue épica.─Ni yo ni la tía Anne lo hicimos.─miró a sus padres antes de seguir.─Y eso fue hace cinco años. 

Gaia sabía que las cosas no serían las mismas desde ese momento, pero al menos tenía a su familia de regreso, y no le importó la forma en la cual fue que sucedió aquello. Lo que sabía era que pasaría más tiempo con ellos.