6

3.5K 429 359
                                    

—Hola, Mina, ¿cómo estás?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Hola, Mina, ¿cómo estás?

La peli rosa le sonrió a Eijiro como si nada, sentándose frente a él con Hiro en sus brazos, el niño sorbiendo su nariz llena de mocos, mirándolo con ojos llorosos.

—Hiro no ha mejorado mucho desde la última vez que nos vimos —dijo Mina con pena en su voz—Ya me está poniendo nerviosa ¿y si empeora?

—Oye tranquila, Mina —trató de consolar Kirishima, poniéndose de pie— Vamos, Hiro, ¿confías en el Tío Eijiro?

—Si —lloriqueo Hiro dejando que el doctor lo tomara en brazos

Silenciosamente, Eijiro comenzó a revisar al niño con el ceño fruncido en concentración, preguntándole donde le dolía más y consultándole también a su madre ciertas cosas. Luego de diez minutos examinando al menor, Kirishima suspiro y le dijo a Ashido que al parecer la amigdalitis de su hijo había derivado a una pequeña sinusitis bacteriana aguda.

—Tendrá que tomar antibióticos por una semana y media — le dijo a ella anotando los nombres de los remedios en la receta —, luego lo volveré a evaluar. Ya te vas a poner mejor, Hiro, y podrás corretear en el parque.

Kirishima hizo amago de caminar hacia la puerta para abrirla, sin embargo, antes de poder hacerlo, Mina tomó su brazo deteniéndolo en el acto. La miró, con una ceja enarcada, por la intriga, para luego sentir seca la garganta al notar los ojos suplicantes de la peli rosa

—Eijiro, umm... — comenzó a decir Ashido tímidamente —, yo... Te quería preguntar sobre lo que ocurrió con tu exesposo. Sé que no debo meterme, pero...

— Oh... — el pelirrojo se removió, incómodo, mordiendo su labio inferior — Bueno, Bakugou y yo... nos estamos dando una nueva oportunidad...

La mirada de la mujer pareció apagarse ante las palabras de Eijiro, y sin saber por qué, se sintió algo culpable. Quería que Ashido no se hiciera ilusiones con él, que no lo esperara, pero tampoco se sentía capaz de intervenir en su corazón de esa forma porque, por mucho que quisiera que Mina no lo mirara de esa forma, él no podía decidir por ella

—¿Estás seguro? — levantó la vista ante el serio tono de la chica —. Tú dijiste que Katsuki ya no te amaba. Entonces, ¿estás seguro de que vale la pena darle una segunda oportunidad a alguien que dejo de amarte?

Sabía que ella no lo decía con mala intención, que debía estar preocupada por él, que no quería verlo pasándola mal - eran, después, de todo las mismas palabras de Denki y Sero dos días atrás - pero eso no lo hacía fácil

Todo el mundo creía que Bakugou no lo merecía, y puede que tenga razón, pero el mundo no se trataba de dar oportunidades a personas que realmente lo merezcan y quitarselas a quienes no la merecían

No, Bakugou no merecía que estuviera haciendo esto por él, pero Kirishima lo amaba con tanta fuerza, con tanta desesperación, sentía un amor tan inmenso por él, un apego enorme por ese hombre, que sentía que debía hacerlo

𝙰𝚙𝚎𝚐𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora