34. Las Islas Caimán.

79 14 98
                                    

Una gota de humedad cae del techo y repiquetea contra el gris y duro cemento del suelo. El momento se extiende, se hace eterno, otra gota vuelve a caer. Nuestras respiraciones quedan opacadas por el aire duro y pesado que nos encierra entre estas cuatro paredes.

Es West quien decide romper con eso.

—¿Qué es exactamente lo que pretendes, Fox? —pregunta West.

Estoy tan anonadado con lo que acaba de pasar que no soy capaz de emitir palabra alguna. Por fin parece que tenemos algo, ¿y me hace esto?

¿Para qué molestarse en ayudar todo este tiempo si no pensaba compartir información conmigo?

—¿Me has estado utilizando? —suelto recobrando el control de mi cuerpo—. ¿Hacías ver que me ayudabas solo para guardarte la información para ti?

—¿Qué más da? —responde ella—. He dicho que nadie va a ver la carpeta. Puedes mirar el resto de cosas, pero no la de Trueno.

Sus subordinados están igual o peor que yo.

Atom se levanta despacio de la silla.

—Oye, oye, oye... Fox, ¿qué pasa? —pregunta—. Tú no eres así. Cuando dijiste que teníamos que ayudar a Mika pensé que lo estabas diciendo en serio, ir por tu cuenta no entraba en el plan.

—Además —añade Dallas—, ver lo que quiera que ese hombre ha investigado sobre Trueno nos va a beneficiar a todos. De momento ha decidido cooperar con Mika, pero ¿y si decide que ya no le necesita? Tener algo contra él nos vendrá bien.

—Fox —la llamo—, no hagas esto.

Ella niega con la cabeza, los rizos sueltos del moño rozan sus mejillas. Aprieta más el disco duro entre sus dedos y da un paso atrás.

—Nadie va a verla —insiste—. Lo digo muy en serio Mikael, si lo intentas, me lo cargo todo.

West es el más callado a pesar de ser quien ha tomado la iniciativa a la conversación cuando la chica se ha quedado con el disco duro. La mira con los párpados entrecerrados, la evalua, creo que intenta descubrir qué es lo que piensa, o que esconde.

Porque yo tampoco lo entiendo. No consigo comprender cómo me ha ayudado tanto este mes y medio y ahora de golpe pretende dejarme fuera, como si todo lo que sacrifiqué, todo lo que he hecho y todo lo que he pasado no hubieran sido nada.

Fox ha estado ahí en cada paso que he dado, no puede simplemente hacerme a un lado.

—Está protegiendo a alguien —suelta West.

¿Protegiendo a alguien?

—Tú no sabes nada —gruñe Fox apretando la mandíbula.

Por cómo ha reaccionado ante lo que ha dicho West, se que no va mal encaminado. Aunque no sabe lo que hay dentro de esa carpeta, la ha alterado lo suficiente como para ponerse en contra de todos con tal de que nadie vea lo que hay ahí.

Podría estar intentando proteger a su padre, lo cual dudo mucho. Hay muchas más carpetas en las que podrían haber pruebas incriminatorias hacia Pitón pero la única condición de Fox para seguir con la investigación es que no miremos la carpeta de Trueno.

Lo que significa que ella sabe quién es. Intenta proteger a Trueno. O quizá su intención es que siga siendo un secreto.

—Lo sabías —digo en alto—. Lo has sabido todo este tiempo.

Ella calla ante mi acusación. No dice nada ni intenta defenderse. Escucho mis latidos en el interior de mis oídos, suena tan fuerte que quizá sí ha respondido algo y no he podido escucharlo.

Trueno y Relámpago.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ