Capítulo 4

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Había pasado alrededor de un mes desde que llegó Adair a la manada, apenas quedaba rastro de sus heridas, solo líneas del color rojizo, a la segunda semana comenzó a ayudarnos en la recolección de verduras o con los recados que habían para mi.

La semana pasada me dijo que quería participar en la construcción de la nueva casa para los allegados y me alegro escucharlo.

Notaba como se había incorporado bastante bien en la manada a pesar que no hablaba mucho, me sorprendió mucho cuando me dijo que tenía 18 años y no 16 o 15 como yo creía.

Se le notaba bastante alegre todo el tiempo y a mi me gustaba eso, para mi era importante que todos los que llegaban a la manada, ya sea para vivir o por un tiempo, lo pasarán bien, sintiéndose a gusto.

Los primeros días que estuvo acá pensé que vendrían a buscarlo de su anterior manada pero no fue así por lo que estaba todo muy tranquilo.

Siento el olor a galletas y salgo de mi oficina para dirigirme hacia la cocina en donde veo a mi madre con el rey de roma.

-¿Otra vez tu aca?-. digo causando que me sonría y se encoja de hombros pero soy retada por mi madre quien le había agarrado bastante cariño.

Cada tarde venía a estar con mi madre después de encargarse de las hortalizas y la tierra.

Mi madre era feliz cuando venía ya que no le gustaba pasar todo el día sola, el único problema es que mi padre se ponía celoso ya que él tenía reuniones con los sabios constantemente.

-Hicimos tus galletas favoritas-. me entrega un plato con galletas-. las deje en el plato para que se enfríen más rápido pero aún deben de estar un poco calientes.

Iba a responder pero escucho como mi hermana entra por la puerta con cara triste y noto que había llorado lo cual hace que me alarme.

-Alex se lesionó la espalda, lo tuve que llevar a la ciudad donde le dijeron que tenía que estar en reposo 2 semanas.

-Pero si ayer estaba bien.- noto que se sonroja y carraspea.

-Pues ahora está lesionado así que te venia a decir eso.- saluda a mi madre y mira a Adair extrañada-. ¿y este qué? ¿él es Adair?-. él asiente y ella lo saluda con un movimiento de la cabeza-. yo solo venia a eso así que iré a cuidarlo.

-Mándale saludos, en la tarde pasaré a verlo a su casa.

Noto como sonríe al escuchar "su casa" y es que este año decidieron irse a vivir juntos, por lo que se les estaba yendo de maravilla hasta ahora.

No me quiero imaginar siquiera cómo se lesionó la espalda por la noche.

-Bueno yo también me voy que tengo que echarle pesticida a las matas de tomate.- se despide de mi madre diciéndole que volverá en la tarde y luego se despide de mi.

recojo el plato y me voy otra vez a encerrar en la oficina.

No se en que momento me quedo dormida pero me despierto por unos golpes en la puerta.

-Disculpe alfa-. asoma la cabeza Adair y lo miro molesta ¿Cuántas veces tengo que decirle que solo me llame por mi nombre? Aun no me acostumbro a que me traten con tanta formalidad-. quería mencionarle que llegó la confirmación de los materiales de construcción.

Me los entrega pero yo suelto un par de insultos al verlos.

Los materiales estaban bien, pero las cantidades eran asquerosamente mucho por lo que el monto casi doblegaban el presupuesto que teníamos por culpa de ese error. Comienzo a buscar la copia que tenía del pedido y noto que la mía tenía la cantidad correcta.

-¿Cuando dijiste que iban a llegar?- lo miro y él se endereza.

-Este viernes a las 9 de la mañana aproximadamente, iremos 3 hombres a buscarla para no meter a los humanos en el territorio.

Miro la pila de papeles que tenía en la mesa por revisar, jadeo al saber que tenia que ir a ver este tema ahora para corregir el malentendido porque a esta hora sería imposible de que me contesten, miro el reloj notando que son las 10 de la noche, claro que era imposible.

Tenía que ir mañana por la mañana.

-¿Necesita que la ayude?- dejo pasar su formalidad y niego con la cabeza-. se que es un poco presuntuoso de mi parte pero si gusta podría ayudarla por mientras no esta su beta.- le iba a agradecer pero prosigue esta vez un poco más atolondrado-. Además hoy se incorporaron Carla y Raúl y sobran manos allí-. muestra sus manos y sonrío.

-Pues te espero mañana en la mañana aquí.- sonríe alegremente.

-Espero ser un beta de ayuda.

Sin más se va alegremente y yo solo puedo pensar en la energía de la juventud.

"Solo eres 3 años mayor Vallolet" dice mi loba Artemisa.

Pues me siento vieja a comparación de él, le digo por enlace.

"Deberías aprender de él y relajarte un poco"

Sabes que no puedo, la manada depende de mí. suspiro exhausta.

"Solo tienes 21 años Vallolet, diviértete un poco, se feliz"

No me digo más, solo me dedico a mirar el techo sabiendo que nunca podré ser feliz del todo.

Solo me queda dedicarme en cuerpo y alma a esta manada hasta que muera.

Me levanto después de una hora o dos entrando al baño, mientras me desvisto por el camino.

Me meto sin esperar que el agua se calienta cerrando los ojos tratando de alejar la pena.

Veía a todos felices a mi alrededor menos yo.

Hasta Wyatt había encontrado a su mate en una de las manadas del sur, solo sabía que se llamaba Agatta y tenían la misma edad.

El agua comienza a templarse por lo que comienzo a echarme shampoo.

Después de unos 5 minutos salgo para vestirme con mi pijama blanco de pelos debido al frío que hacía.

Me acuesto sin secarme el pelo, no tenía ganas de escuchar el ruido del secador.

Caigo a los brazos de Morfeo apenas toco la cama.

Estoy en el templo de transformaciones, veo como los 5 pilares se comienzan a llenar de vegetación rápidamente, al levantar la vista noto como la luna estaba enorme, brillante. La pena me invade sintiendo como una lágrima corre por mi mejilla seguida de una tras otra.

Escucho lamentos y aullidos.

Noto como de a poco todo se comienza a volverse oscuro, lo último que escucho es la voz de una mujer hablándome pero no le entiendo todo lo que dice solo "una vez más Vallolet"

Cuando despierto noto mis mejillas húmedas.

Me corro la lágrima y comienzo a pensar en lo qué tenía que hacer hoy.

Permíteme enamorarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora