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SORA

—Arik, vamos al cine mañana —me mira por encima de su hombro. Adelanto mi caminata para seguirlo. Después de quedarnos en la playa dos días, volvimos a la ciudad; estábamos paseando por el parque y por alguna razón Arik estaba caminando demasiado rápido y a veces, demasiado lento.

—¿Por? —inquiere y, tomo su mano para que vayamos junto tomados pero la quita con rapidez y la oculta en su sudadera.

Eso me deja una sensación nauseabunda en el estómago.

—Para pasar el rato juntos, vi que estaban exhibiendo una película de terror durante toda la semana y está en especial —digo, bajando el tono de mi voz mientras agacho mi cabeza.

—Podemos verla en mi casa, ¿para qué desperdiciar tiempo yendo al cine? —comenta, mientras seguimos caminando.

Enrollo mi labio inferior en mi boca.

—Salir de vez en cuando no está mal —murmuro.

Arik se detiene y lo imito, gira a mirarme y, se acerca unos pasos.

—¿Qué hay con esa cara tuya? —cuestiona, molesto.

—¿Mi cara? Es la misma de siempre —contesto, confuso.

—Sí, es la misma de siempre —vuelve a caminar.

Me quedo en el mismo lugar sin saber como reaccionar. ¿Como que es mi cara de siempre? No entiendo, ¿qué quiso decir con eso?

—¡Sora, apresurate!

Troto hasta ponerme a su lado de nuevo, Arik mira al frente en todo momento. El cabello lo lleva más largo cada vez más y le tapa uno de sus ojos mientras los demás mechones se agitan por la suave brisa cuando camina. Anda despreocupadamente pero con esa mirada enojada ¿Qué estará pasando por su mente ahora mismo?

Cuando llegamos a su departamento se ve más vacío de lo normal pero no digo nada.

—¿Quieres beber algo? —rápidamente lo veo servirse un poco de whisky, creo.

—No, gracias.

—Vamos, Sora. No seas tan mojigato —rebusca en la cocina mientras me siento en el sofa y me quito los zapatos para estar más comodo. Arik regresa con una copa de vino, se sienta a mi lado y me la pasa la cual acepto.

—Bueno, gracias.

Le doy un pequeño sorbo.

—Abre la boca y saca tu lengua —lo observo algo confundido por su petición —Vamos, hazlo —me presiona.

Termino haciéndolo igual y pone algo pequeño y cuadrado en mi lengua, de color azul.

—¿Qué es eso...?

—Tragatelo —cierra mi boca y hago una mueca —No te atrevas a botarlo —me amenaza, entre cerrando sus ojos.

Trago saliva deslizando la pastilla por mi garganta, Arik me incita a beber más vino y finalmente desciende hasta mi estómago. En cuanto me termino el contenido de la copa él me besa. Su lengua se abre paso en mi boca y me quita el vaso para dejarlo en el suelo; se me tira encima en el sofá mientras intento corresponder a su beso lo mejor que puedo, su lengua no deja de moverse contra la mía, enloqueciendome. Siento como pierdo el control con cada segundo que pasa, mi cuerpo comienza a sentirse liviano y me lleno de una increíble energía. Arik no tarda en quitarse la sudadera y me despojo de la mía de paso, su erección se presiona contra la mía cuando nuestros cuerpos se vuelven a unir; mis manos tiran de su cabello, se pasean por toda su espalda caliente, todo mi cuerpo se siente como si estuviera recibiendo una descarga eléctrica de felicidad.

Las apariencias engañan [ yaoi/gay ] +16 *EDITANDO* Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang