capítulo 3

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Miedo.

Calor.

Excitación.

Todo esto era lo que mi cuerpo sentía al besarlo.

La luz del sol tocando mi cara y el sonido de la alarma me hicieron despertar. 

— ¡Joder! Fue solo un sueño—me levante de golpe mientras masajeaba mis ojos.

Era sábado, usualmente los viernes le toca doble guardia a mi madre en el trabajo y llega hasta el sábado por la noche, no sé si lo mencione antes pero ella es enfermera.

Estaba por tomar una ducha, pero al recordar aquel sueño húmedo. Mi primer sueño húmedo se lo robo un maldito demonio con cara de ángel, pero no me culpen, solo imaginen lo lindo que es, su rostro es marcado, sus labios suaves, su cabello negro, sus manos, su altura, su piel bronceada…

—AH…mmm—un gemido salió de mi boca al sentir mis dedos en mi humedad.

Sé que fue solo un sueño, tal vez el en la vida real no es así de guapo, quizá es feo como siempre me lo han dicho, con cicatrices en la cara, jorobado, casi sin dientes, con cuernos, alas y todas esas cosas. Pero estoy inspirada tocándome mientras pienso en mi sueño, hasta que…

Alguien se raspo la garganta— ¿Despertando con tantas ganas?—no sé si me estoy hasta imaginando su voz, pero estoy hundida en mi placer así que no abro los ojos y decido continuar.

Masajeo con suavidad mi humedad, hundo uno de mis dedos y arqueo la espalda, la desesperación por tener más placer hace que vaya cada vez más rápido, pero no es suficiente.

Siento mis muslos temblar, mis paredes se contraen, no sé qué es exactamente lo que siento pero se siente muy bien.

Se siente bien hasta que alguien jala mis tobillos hasta dejarme al borde de mi cama y entonces abro los ojos y mierda, es el…

El demonio con cara de ángel

Intento retroceder pero él tiene más fuerza que yo, su mirada es fuerte, pero me inspira confianza—Ayer me sorprendiste, pero hoy no te salvaras de mí, te dije que no podía follarte pero si comerme este hermoso coño—sus dedos se movieron entre mis muslos. Cerré de golpe las piernas pero de un solo tirón me las abrió de nuevo—no te pongas difícil, si ambos sabemos que esto en lo que quieres—no respondí, sentí sus dedos dentro de mí y un fuerte gemido se escapó de mí, con mucha delicadeza bajo mis shorts de dormir junto a mis bragas. Estaba asustada pero no quería que parara.

—Oh dios—arquee la espalda al sentir su lengua rosar mi intimidad.

Taehyung.

...

Esta mañana al despertar me sentí inquieto, la razón, la garrapata de la humana. Ella me pertenecía ahora, solo tenía que esperar a que fuera mayor de edad para poder matarla, pero mientras debo mantenerla sana y salva, para así poder matarla con mis propias manos.

Podía sentir su aroma a miles de kilómetros, una de las ventajas de ser el rey es que tengo poderes que nadie más tiene, su aroma era de excitación, un vistazo a su cuarto no me caería mal, chasquee los dedos y aparecí en su habitación, fue una linda manera de recibirme,  ella tenía sus dedos dentro de su short, su humedad traspasaba sus bragas y su short, podía ver la mancha.

Intente que parara raspándome la garganta pero no lo hizo, podía escuchar sus pensamientos, al parecer le ponía más cachonda mi voz e imaginar que estaba viéndola, me reí, si solo abriera los ojos podría mirarme. A este punto ella seguía y mi miembro estaba ya demasiado duro, podía reconocer que estaba por tener su orgasmo y decidí jalarla hacia mí. Si alguien la hará llegar al orgasmo seré yo, no sus dedos. 

Una de sus manos de poso en mis cabellos jalándolos, fue inevitable no sonreír al verla tan expuesta ante mí— ¿Quién te viera? Una niña de casa, con buenas notas, trabajadora, que aparenta ser tímida—levante la cabeza para poder verla.

—Cállate y sigue en lo que estabas—gruño con molestia, y continúe.

¿Qué carajos? ¿Desde cuando me dan órdenes a mí? Y ¿desde cuándo me habla de tu?  Maldita garrapata me las vas a pagar.

—Más por favor—pedía con tanto entusiasmo que mi polla se sacudió al escucharla pedir más, la embestía con mi lengua, joder, tenía tantas ganas de follarmela pero ni de broma me casaría, lo intente una vez y eso no salió bien.

Sus ojos se pusieron en blanco, apretó las sabanas, sus muslos temblaban y supe que su orgasmo llegaría, una cuantas lamidas más y se corrió en mi boca— ¡Oh mierda!, yo lo siento, se me salió la pis—se ruborizo mientras se incorporaba lo mejor posible en la cama.

—Eso no fue orina—dije— ese fue un orgasmo, ¿Acaso nunca tuviste uno antes?—pregunte.

—No, yo soy virgen, recuerde—respondió tímida.

—Ayer y hoy no perecía que fueras virgen—dije burlón.

—Puede por favor Salir de mi habitación o darse la vuelta en lo que me ducho y cambio—su cara estaba cada vez más roja—No tardes, debemos hablar—chasquee los dedos y aparecí de nuevo en mi habitación. Por suerte Megan estaba esperándome, con lo de esta mañana necesitaba hundir mi polla en algo o en alguien.

—Amor, ¿Dónde estabas? Vine para darte lo que te gusta por las mañanas— su sonrisa era de lujuria.

—Abre la boca si solo me la vas chupar—me senté en uno de los sillones de mi habitación, Megan quedo de rodillas, bajo la cremallera de mi pantalón y comenzó con su trabajo. Después de unas cuantas chupadas más la posicione en el sillón poniéndola en cuatro, así de esa manera no vería su cara.

¿Me vine? Sí, pero pensando en la maldita humana.




Luego de platicar con una amiga decidí continuar la historia como originalmente la tenía planeado, gracias por el apoyo🦋

HellevatorWhere stories live. Discover now