Nicole.
Tres meses después.
Taehyung y yo luego de aquella reconciliación nos enteramos que seríamos padres por segunda vez, por azares del destino perdí a mi bebé. Fue un proceso complicado porque en algún momento imagine que sería como con Emma y me lo entregarían, pero las semanas pasaron y eso no sucedió. La compañía de mi pequeña, los amigos cercanos que tengo aquí y de mi amado, me llevaron a sobrellevar la pérdida.
Sin embargo, mi apetito sexual disminuyó notablemente y constante separo a Taehyung de mí. Últimamente, para ser exacta un mes, él lleva sin intentar nada y se ha mantenido lejos, hace poco note que una chica rubia entra a su despacho todos los días y dura bastante tiempo dentro.
Pero lo curioso es que ahora él es más detallista de lo usual, me lleva flores, chocolates, snacks, ropa linda y joyas. De algún modo siento que quiere llenar el vacío que hay entre nosotros o quiere cubrir su culpa de estarme engañando.
¿De verdad volverá a traicionarme? Esa es la pregunta que ronda en mi cabeza cada vez que aquella mujer entra a su despacho y Tengo miedo.
Miedo de que me traicione de nuevo. He dejado todo por estar a su lado y a pesar de lo complicado que fue para mi sanar y perdonar, mi corazón duele con aquellos recuerdos.
Justo ahora estoy frente a la puerta de su despacho, no me atrevo a entrar.
Sin tocar abro la puerta y me llevo una sorpresa... solo puedo mirar la espalda de la chica que está situada entre sus piernas un tanto inclinada hacia él.
— ¡De nuevo! —sollozo. Siento mi corazón romperse.
— Nicole, no es lo que crees. —Taehyung aparta a la rubia y se pone de pie corriendo a mi lado.
— ¿Otra vez fue mi culpa? ¿Es porque sin pensarlo ni quererlo te aleje? —no puedo evitar llorar.
—Nada es tu culpa amor, —Me abraza con fuerza. —Ella es Aneth, una empleada mía, lo que sucede es que me mancho la camisa, — se aparta de mi señalando la mancha de café que tiene en un costado de la camisa. —Se asusto y quiso limpiarlo y fue cuando tu entraste.
—Si señora, es verdad. —la rubia tiembla al hablar.
— ¿Empleada? ¿Qué es lo que ella hace? —cuestiono.
—No puedo decirte, pero confía en mí. —Taehyung mueve sus manos con nervios y eso no me gusta nada.
—Sino me dices creeré que lo que vi no fue solo un accidente y entonces, —suspiro, —Me iré con mi hija.
Ella intenta explicar, pero es callada y echada del lugar por Taehyung. ¡Lo sabía! Este estúpido demonio no puede cambiar.
—Ve a la habitación. Ponte el vestido rojo que te regale hace unos días y hoy a media noche te daré la explicación que mereces.
¿Acaba de aceptar que me engaña con esa rubia? ¿Ponerme linda para una tonta explicación?
—Se lo que estás pensando. —su gran mano acuna mi mejilla—No te hagas ideas ridículas y obedece lo que te digo. Jimin y Jungkook se quedarán con Emma por el resto del día, nos la traerán de vuelta mañana.
Intento renegar, pero soy echada de aquel lugar. Me encuentro a Jimin en el camino quien me consuela hasta llegar a la habitación.
—Nick, debo dejarte aquí encerrada. Taehyung dio una orden y debes permanecer encerrada hasta que el venga por ti. —Dice sacando una llave. —Lo siento.
Sale y lo único que escucho es el seguro de la puerta activarse.
Me estoy asustando.
Lo que debo hacer es obedecer y de ahí en adelante veré que es lo que me conviene.
