We're Parents ✧ Jihan

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El funeral de Hong JiYoon se hizo la semana después de su muerte.

Sus padres querían despedirse de ella lo más pronto posible con tal de disminuir el dolor que les causaría el aplazar su entierro, aún sabiendo que ese vacío seguiría en sus pechos sin importar cuánto intentaran deshacerse de él.

Invitaron a pocas personas, familiares y amigos en su mayoría. Querían que el evento fuera lo más íntimo posible, pero sin excluir a la familia de la niña que había fallecido y cuyo pequeño cuerpo a duras penas se los entregó el hospital por pesar medio kilo y ser considerado restos quirúrgicos. Joshua movió cielo y tierra para que les dieran el derecho de enterrar a su hija en la intimidad familiar, y que no fuera desechada en la basura de un hospital.

Padres, hermanos, tíos y tías se encontraban alrededor de la tumba blanca con detalles rosas de JiYoon, donde ella descansaba con su vestido blanco tan pequeño que parecía el de una muñeca y sus calcetines de flores.

Como si no fuera suficiente el sufrimiento propio del funeral, el cielo era opacado por nubes grises que si bien no provocarían lluvia, volvían más triste el ambiente de lo que ya lo era. El pasto verde que cubría todo el cementerio lucía sobrio y las personas vestidas de negro estaban inmóviles y cabizbajas, escuchando con atención las palabras devotas del padre previas al entierro de la bebé.

JeongHan no estaba escuchando nada, tampoco era como si quisiera hacerlo. El dolor de haber perdido a su hija se sentía como una estaca en su corazón que no tenía idea de cómo sacar para que dejara de doler y estaba seguro de que hablar de ello abiertamente, en ese funeral, no era una opción de superarlo.

La pérdida del interés de todo lo que estaba a su alrededor lo tenía tan inmerso en una burbuja que había dejado de sentir las emociones de Joshua por medio de la marca. Tampoco jugaba con SoonYoung como solía hacerlo antes. Era como si se hubiera desconectado del mundo y de su familia, dejando lugar a un profundo y oscuro vacío del que era prisionero.

Todo esto sin saber que Joshua la estaba pasando igual o incluso peor que él. La ira era el sentimiento que predominaba en él por la injusticia de la pérdida de JiYoon. No podía evitar culparse a sí mismo por el accidente, aunque en el fondo fuera consciente de que el culpable era el hombre ebrio que impactó contra ellos.

El padre terminó de recitar algunos pasajes de la biblia y el ataúd fue enterrado. Poco a poco se iba llenando de tierra el hoyo y algunos familiares ya habían empezado a llorar.

SoonYoung jaló la manga de su padre Joshua por no entender nada de lo que estaba pasando.

──Ocurrió algo muy triste, pequeño. ──Su voz sonaba pacífica, ocultando lo que realmente estaba sintiendo── La bebé que esperábamos, tu hermanita ha muerto. No estará con nosotros porque ha dejado de vivir.

──¿Etá ahí? ──preguntó el niño, apuntando el ataúd apenas visible.

Joshua asintió y los ojitos del pequeño se nublaron de lágrimas por ver a su hermanita ser tapada con tierra.