Dos furias, dos amores (Hipo y tú) +18

3. LA NUEVA ALDEANA

_______:

Emprendimos vuelo de regreso a Berk, aún no estaba segura de mi decisión, temía que todos los aldeanos estuvieran enfadados conmigo después del desmadre que cause, creo que solo me quedaba pedir disculpas y rogando a los dioses que fuera suficiente.

— Oye se me olvidó preguntarte ¿Cuantos años tienes? — Hipo fue el primero en romper el hielo.
— Diecinueve, ¿Y tú?
— Igual.
— Vaya, Katla también tiene diecinueve años.
— ¿Sabes la edad de tu dragón? — él parecía sorprendido.
— Claro es muy fácil verla, si quieres y si me lo permites cuando lleguemos te puedo decir la de Chimuelo, solo si quieres — por alguna razón Hipo me ponía muy nerviosa, o quizás sólo era el hecho de que estaba de regreso a la isla en donde ocasione tantos problemas.

— Bueno ahí está, Berk, puede que solo sea un montículo de piedra mojada pero te sorprenderías al ver todos los secretos que esconde.
Ya estábamos por llegar y los nervios eran cada vez más notorios, aún había un poco de luz del día aunque ya estaba casi atardeciendo. Antes de aterrizar algunos aldeanos comenzaron a gritar.
— ¡Furia nocturna!
— ¡Al suelo!
Esta gente tenía algo con los furias nocturnas, o les tenían mucho miedo o mucho respeto, o ambas.
— Tranquila siempre son así, aún no se acostumbran a Chimuelo imagínate a otro furia nocturna — Hipo me regaló otra sonrisa y yo se la correspondí.

Ya en el suelo los amigos de Hipo los cuales había derrotado con facilidad hace un par de horas atrás comenzaron a acercarse con rapidez.
— ¡Hipo! — gritó una chica rubia de ojos azules.
— Hola chicos, déjenme presentarles a _______  y a su dragona Katla, _______ ellos son Astrid Hofferson, Patapez Ingerman, Patán Jorgenson alias "Patán Mocoso" y ellos son los gemelos Torton, Brutacio y Brutilda. Chicos _______ y Katla se quedarán con nosotros en Berk ya que no tiene a donde ir, _______ ¿Algo que quieras decir?
— Yo... lo siento, por el desmadre que cause, no era mi intenso robar ni bueno los incendios, de verdad lo siento.
— Vaaa, no te preocupes, mientras no me hayas robado mi colección de pelos de yak todo está bien — el chico Brutacio se acercó a mí y posó un brazo sobre mis hombros pero Katla lo sacó de inmediato de encima y se abalanzó hacia él.
— Katla no — la detuve y me puse enfrente de ella para que no le hiciera daño a Brutacio. — Lo siento, siempre hemos sido solo nosotras, no deja que nadie se me acerque.
— No sabía que las chicas también eran de color negro, ¿Sabes si hay más patrones de colores? Todos los dragones tienen distintos patrones y como nunca habíamos visto otro furia nocturna no sabíamos si ellos también podían tener distintos patrones — el chico Patapez se ve muy entusiasmado por la llegada de Katla, tanto que se enredaba en sus palabras un poco.
— Yo ehh... no... no lo sé, al igual que ustedes nunca había visto otro furia nocturna — me encogí de hombros y baje un poco la guardia pero cuando vi a un hombre robusto, alto y con barba mis nervios comenzaron a notarse.
— ¡Hipo! Dime qué ya encontraste a ese ladrón, cuando le ponga las manos encima sabrá de lo que soy... ¿Y tú quién eres? — el gran hombre se dirigió hacia mí y quedé paralizada.
— Yo... yo.
— Papá, ¿Cómo estás?, emmm, te presento a _______ bueno ella...
— Yo soy la ladrona señor, y la causante de los incendios de la otra noche, me disculpo por mi comportamiento, no era mi intención causar tanto alboroto, solo buscaba un poco de comida para mi y para mi dragón — apunté a Katla que se encontraba a mi lado.
— Por las barbas de Odín, ¡¿Eso es un furia nocturna?!
— Más bien una furia nocturna, es una hembra. Bueno papá ellas no tienen a donde ir, no tiene aldea y van de isla en isla buscando comida, yo... bueno, pensé que... como tenemos una cabaña desocupada y bueno ella ya se disculpó por todo el desastre, bueno pues pensé que, quizás, ella podría quedarse aquí en Berk con nosotros — Hipo parecía nervioso, por lo que me había contado de su padre sabe que puede o tomárselo bien o tomárselo muy muy mal.