21. VIVE

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_______:

Heather ya estaba preparando todas sus cosas para volver a la Orilla del dragón, no estaba segura si su plan funcionaría pero si es así hoy Hipo sabrá que no estoy muerta, solo espero que Viggo no se entere de esto o sino Heather está perdida.
–– Supongo que ya...
Heather salió de su habitación con todas su cosas y en la mano un cuerno.
–– ¿Qué es eso? –– pregunte con curiosidad.
–– Con esto llamo a Cizalladura, no la traigo a este lugar, la dejó escondida en una isla no muy lejos de aquí.
–– ¿Y Viggo sabe?
–– Desgraciadamente... si, pero por lo menos está de acuerdo, aunque si hago algo mal él sabrá dónde encontrarla –– bajo la mirada.
–– Heather no tienes que hacer esto por mi-
–– Sí, sí debo _______, si hay alguna forma de sacarte de aquí correré el riesgo.
–– Heather si salgo de aquí ¿Tú vendrías conmigo?
Ella calló unos segundos aun con la mirada baja, sabía que habían muchas razones por las cuales ella seguía aquí.
–– _______ sabes que no puedo dejar a Dagur, a pesar de que lo odie por lo que le hizo a mi aldea, pero aun así... es mi hermano –– se encogió de hombros.
–– Te prometo que encontraré la forma de sacarte de aquí, sacaré a todas esas personas que no quieres estar aquí.
–– ¿Y a los niños...?
Heather había tocado un punto muy débil de mi, los reclutas de Viggo.
–– Si... pero no se si estoy preparada para verlos.
–– Ya lo estarás –– me regaló una sonrisa. –– Bueno... creo que ya me tengo que ir.
–– Ten cuidado Heather.
–– Lo tendré... cuídate _______.
Me acerque a ella y le di un fuerte abrazo, en estos dos meses que he estado aquí no me he separado de Heather, es la única amiga que tengo con la cual puedo converzar cosas de chica mas en confianza, no me veo hablando de sexo con Aiden, la verdad seria bastante incomodo.
–– Cuidate Heather.

Hipo:

Estábamos todos preparandonos para el almuerzo en la casa club, habían pasado un par de días desde mi conversación con Astrid y desde que me dio vuelta la cara de una cachetada, al dia siguiente los llame a todos al centro común y me disculpe por mi comportamiento en los últimos dos meses, la pérdida de _______ me devastó física y mentalmente, todos me entendieron y luego de eso todo volvio a la normalidad... bueno lo normal después de un duelo, sobre todo uno tan trágico.
–– Hipo los Gronckles salvajes me están volviendo loco, cara de pez ¿Cuando te los llevarás a oscuridad profunda?
–– Patán ya te dijimos ayer que estamos trabajando en ello.
–– Si Patán ya deja de molestar yo no me quejo cuando Colmillo incendia mis arbustos de topiaria.
–– Se llama estilo ¿O acaso tu bola de gases puede prenderse fuego?
–– Albóndiga puede tener mucho más estilo que cualquier otro dragón ¿No es asi nena?
–– Grrr... –– gruño Albóndiga.
–– Ustedes dos ya paren, me gustaría almorzar tranquilo hoy –– me crucé de brazos.
–– ¿Oigan alguno de ustedes ha visto a Gallina? la he estado buscando toda la mañana.
–– Brutacio está en tu cabeza –– refunfuño Astrid.
–– ¿Qué? Ouuh ¿Gallina qué haces ahí te estuve buscando?
–– Ay... dioses.
–– Solo ignoralo Astrid.
Comenzamos a comer y todo estaba en silencio, este silencio incómodo ya es costumbre, después de la muerte de... nada ha sido igual.
–– ¡HIPO! –– un grito se escuchó desde los cielos.
Todos nos levantamos y nos dirigimos hacia la entrada del centro común y vimos a Heather volando con rapidez.
–– ¡Heather! –– grite.
Ella aterrizó con brusquedad y bajó rápidamente de Cizalladura para luego dirigirse donde nosotros.
–– Hipo, ¿Dónde está _______?
¿Qué? ¿_______? ¿Por qué pregunta por _______? Oh no... aun no sabe.
–– Heather ella-
–– ¿No está aquí? –– me interrumpió.
–– Heather ella... –– Astrid intentó hablar pero yo la detuve.
Sabía que esto era duro para todos y como representante de los jinetes me veo en la obligación de ser yo el que de la noticia, aunque eso me derrumbe una vez más.
–– Heather ella... ella murió...
–– ¿Qué? –– dijo casi sin aliento.
–– No pudimos hacer nada-
–– No, no, no, no, no, esto no puede ser.
–– La buscamos pero... ya era demasiado tarde Heather –– añadió Astrid.
–– No, no, ella no-
–– Heather-
–– ¡Ella no está muerta!
–– ¿Qué? –– dije casi sin voz.

Dos furias, dos amores (Hipo y tú) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora