segundo dia

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Era de mañana y tobirama ya había llegado a la cabaña, lo primero que vio fue a izuna sentado en el suelo mientras jugaba con sus manos, una imagen que le resultó bastante tierna al senju mayor.

— buenos días izuna ¿me extrañaste?— le dijo con una gran sonrisa que lamentablemente su contrario no podía ver.

—en realidad no, estoy enojado contigo, se te olvidó enseñarme dónde quedaba todo en tu asquerosa cabaña, y gracias a eso termine cayendo por tus estúpidas escaleras — le contestó con un claro enojo que simplemente logró que el mayor se riera.

—no creo que haya sido para tanto, exageras uchiha —

—seguro me hubieras dejado solo un rato más y hubiera vuelto a morir —

— ¿pero no te hiciste daño cierto? —al ver que el menor negó continuó hablando — también te traje unos dangos no se si te gustan, pero es mejor que te los comas a que te mueras de hambre —

Si este siguiera teniendo ojos seguramente se hubieran iluminado de la emoción, después de todo los dangos eran sus comida favorita.

Simplemente con la cabeza asintió para que se los de, él mismo se los hubiera quitado, pero tenía miedo de caerse nuevamente.

—que bueno que no eres exigente con la comida como el cuerpo espín —

—no es que madara sea exigente, es que de por sí a dicho que nunca comería algo hecho por un senju—

—¿cómo sabías que me refería a madara? —

—intuición supongo, o tal vez yo antes yo también lo llamaba así —

Tobirama soltó una pequeña carcajada ante eso, él no era de reírse mucho ni nada, en cambio era estratégico y serio, pero si se trataba del azabache, llegaba a parecer que tenía menos neuronas que hashirama.

Pero claro, eso era algo que solo izuna y él podía saber,o si no su orgullo desaparecería lo más rápido posible.

—tobi te quería preguntar algo... ¿podríamos salir a dar un paseo? Si tu quieres claro — dijo para luego jugar con sus manos nuevamente, una imagen algo tierna para el albino, claro, quién pensaría que algo así de adorable acabó con la vida de cientos de personas.

Un simple sí salió de la boca del albino, no lo había pensado mucho, tendría que ser cuidadoso de que nadie los vea.

Por eso cuando salieron decidieron que era mejor que el azabache usará una capucha capaz de cubrir su cara , así terminaría irreconocible.

Estuvieron un buen rato en el bosque, más de una vez el albino tuvo que cargarlo ya que el uchiha solía tropezar con todo lo que le pasaba por delante.

Llegaron al río donde hashirama y madara se vieron por primera vez, al igual que ellos, a tobirama le encantaba estar ahí, le traían buenos como malos recuerdos, pero sinceramente prefería quedarse con los buenos.

Tuvieron una buena mañana, con el albino contando anécdotas fue algo bastante divertido, hasta que.

—¡tobirama-sama! Por fin lo encuentro— había llegado un chico que se notaba cansado, cuando el de ojos rubí preguntó qué pasaba él dijo —su hermano, lord hokage necesita de su presencia inmediatamente. —

—aah... seguro necesita que lo cubra nuevamente para que se escape con madara, está bien, voy de inmediato, pero déjame que lleve a mi acompañante a su hogar. —

— lo lamento señor, pero no puedo permitir que eso suceda, es muy urgente su presencia en la torre, puedo llamar a un anbu para que lo escolte a su hogar .—

~una semana más de vida~ [tobiizu] Where stories live. Discover now