Capítulo 1

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Hace ya dos meses y una semana que Maya está ingresada en el hospital, la recuperación ha sido bastante lenta, un efecto secundario, de su anterior lesión en las costillas, pero si todo sale bien con los exámenes de laboratorio y el fisioterapeuta da el visto bueno, hoy nos darán la salida, estoy algo nerviosa, ya que durante este tiempo, he tenido la ayuda de todos nuestros amigos, además de la familia de Maya y no sé cómo va a llevar la convivencia en casa, sin poder hacer nada a su manera.

-¿Cómo está mi chica hoy?- me inclino en la camilla para darle un beso en los labios.

-Bien pero ya quiero salir de aquí, esto me vuelve loca-

-Dentro de una semana, si sigues mejorando como vas, nos podremos ir a casa bambina-

-Lo se, pero es que el estar todo el día sin hacer nada, sin mi teléfono de la estación, viendo médicos cada cinco minutos, es agotador, cariño hoy me han pinchado el brazo más de cuatro vez, esto es una tortura diaria- sonrío al ver lo dramática que se pone.

-Yo se que es lo que te tiene loca- me inclino para susurrarle al oído.

-No lo creo- la rubia me mira con picardía- jamas sabrás que siento, si no pasas dos meses en cama-

-A ti te tiene loca, el ver tanta mujer guapa sin poder hacer nada-

-Ja ja ja, disculpa pero no me llamo Amelia Sheperd-

-Y bueno ella también te tiene estresada, pero realmente lo que te molesta es no poder salir a correr- al mencionar la actividad su cara hace una mueca entre tristeza y molestia.

-De verdad no se que voy hacer los otros tres meses que faltan sin poder correr, cuando termine de recuperarme no podré ni caminar cien metros, sin cansarme- acarició su mano para reconfortarla un poco- y si mi novia no fuera doctora, creo que podría hacer un poco de trampa, pero adivina-

-¿Qué?- pongo cara de asombro, porque sé de que se va a quejar a continuación.

-Me vigilan más y no me dejan hacer nada, que no esté contemplado en la ficha- su dramatismo es muy exagerado, últimamente.

- ¿Has hablado de cómo te sientes, en tus sesiones con Lyana?-

-Si, pero ella tampoco ayuda mucho-

-Bueno no te pongas tan infantil, esperemos que salga todo bien y pon de tu parte, así saldrás más rápido- le sonrío y la beso - bueno te veo más tarde tengo que regresar a mi trabajo-

Camino por el pasillo en dirección a la oficina de Teddy, solo espero que sean buenas noticias, cada vez se me hace más difícil mantener a Maya de buen humor, a tenido buenos progresos en su recuperación según los exámenes que he podido revisar, pero sus médicos de cabecera, serán los que tomen la decisión, al llegar a la puerta siento mis manos sudar y cierta incomodidad en mi cuello, no quiero malas noticias, tomo una bocanada de aire y toco la puerta, luego suelto todo el aire de mis pulmones y entro a la oficina, cuando me dan el visto bueno de ingresar.

-¿Y bien, díganme que se va hoy?- mi pregunta sale más como un clamor, que como pregunta.

-Si, ya se puede ir- Teddy me sonríe con cariño.

-Gracias- un peso gigante desaparece de mi cuerpo - Esta insoportable, la verdad no se que voy hacer teniéndola en casa, pero por lo menos, tendré la excusa de poder venir a trabajar- me siento en una de las sillas de espera de la oficina - de verdad la amo Teddy pero por Dios, todo el carácter de su padre está saliendo a flote y me sobre pasa- termino de relajarme en la silla.

El Porvenir (Maya y Carina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora