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capítulo 5 (no persigas) cascadas
—¡No, espera! ¡Zach, ve más despacio! —Faye gritó. Gray resopló con fuerza.
—Eso es lo que ella me dijo —Dijeron los chicos al unísono. Faye miró a Zach, él respondió simplemente guiñando un ojo.
Sacudiendo la cabeza, Faye miró a todos los árboles a su alrededor. —¡Quiero decir no, esto fue una mala idea, mala idea! ¡Quiero volver ahora por favor!
—¡Excelente idea! ¡Excelente idea! Y bueno, de todos modos ya es demasiado tarde —Zach argumentó empujando la palanca de control y paseando por el bosque en la Girosfera.
—No. Faye tiene razón, deberíamos volver. Nos arrestarán, nos afeitarán la cabeza y tendremos que hacer cerveza de raíz en el baño —Gray dijo en voz baja, nerviosamente mirando hacia adelante a todos los árboles.
—Ahí, ¿ves? Te lo dije. De cerca y de frente a cuatro dinosauriosos —Anunció Zach, girando la girosfera para enfrentar a un grupo que se alimentaba de algunas plantas.
Gray lo corrigió. —Esos son anquilosaurios. No deberíamos estar aquí y hay cinco dinosaurios.
—Uh, no, no los hay. ¿No se supone que eres un genio? Mira, uno, dos, tres, cuatro —Zach señaló a todos los dinosaurios mientras contaba.
Entonces, fue cuando Faye lo notó en el reflejo detrás de ellos.
—¿Puedes siquiera contar Zach? —Replicó Faye—. Mira, cinco —Faye respiró, levantando lentamente su dedo y señalando el reflejo en el cristal.
Sus ojos se abrieron de horror y pudo oír un lento gruñido proveniente de detrás de ellos. Todos se volvieron simultáneamente para mirarlo. El dinosaurio dio un fuerte y ensordecedor rugido. Gray y Faye le gritaron a Zach que se moviera, pero ya era demasiado tarde. El dinosaurio pateó la girosfera que envió a los chicos rodando por el suelo.
