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-Hola omi-saludó Atsumu con su habitual sonrisa desde el otro lado de la puerta.

-¿Te bañaste?-preguntó de vuelta dejando al rubio entrar en el departamento.

-Claro que sí ¿Quieres hacer algo en particular hoy?-preguntó mientras quitaba sus prendas superiores para caminar a la ya conocida "habitación de invitados" siendo seguido de cerca por el pelinegro.

-Tengo un par de cosas en mente.

.........

Un azote tras otro, marcas rojas se apreciaban en la blanquecina piel del rubio, quien solo podía tirar de las esposas que apresaban sus muñecas, poniendo su máximo esfuerzo en que ningún ruido más allá de su respiración acelerada saliera de su boca.

Un golpe particularmente fuerte llegó a la altura de su cadera por el lado derecho, siguiente a eso los golpes se detuvieron y en su lugar fueron reemplazados por una suave caricia brindada por la mano enguantada de Sakusa.

-Lo estás haciendo bien... quiero que sigas igual de calladito-demandó con tono suave pero intimidante-¿Entendido?

-Sí señor-respondió intentando recuperar el ritmo normal de su respiración.

-Así se hace pequeño, buen chico...

.........

-¿Todo bien? ¿Te duele algo?-preguntó Kiyoomi extendiendo a Atsumu una botella de agua.

-Estoy bien ¿Te acuestas conmigo un momento?-pidió haciendo un espacio al pelinegro en la cama.

Kiyoomi no lo pensó demasiado y se sentó a un lado del rubio dejando que se acomodara sobre su regazo para acariciarle el cabello con calma.

-¿Quieres comer algo o darte un baño?-ofreció Kiyoomi sin dejar el cabello del Atsumu.

-No gracias, no tengo hambre, en realidad quiero ir a dormir, solo dame unos minutos y me iré.

-Sabes que puedes quedarte lo que necesites.

.........

-Bien, nos vemos el próximo viernes.

-Sí, hasta el viernes.

.........

Atsumu se miró en el espejo de su habitación, amaba las marcas que dejaba el pelinegro, pero al mismo tiempo las huellas de sus suaves caricias parecían estar igual de presentes. Le gustaría estar cinco minutos más con él, pero sabía que era inutil. Una cosa era que Kiyoomi fuera amable, pero de ahí a tener algo más con él, había un abismo imposible de cruzar y lo tenía claro...

.........

Un día más comenzaba para Atsumu, hizo su rutina habitual y llegó a entrenar con una sonrisa. Sentía que sería egoísta de su parte quejarse de la vida que estaba llevando, realmente estaba cumpliedo todas sus metas, pero había algo, no entendía por qué o desde cuándo, pero el hecho de despertar sólo todos los días comenzaba a hacerle sentir realmente mal, como si hubiera una parte que le faltaba, un alguien que debería estar ahí con él.

Cerró su casillero luego de acomodar sus muñequeras para tapar las marcas de las esposas y se dirigió a donde estaba el resto, dejando atrás sus pensamientos. En general el entrenamiento pasó como era costumbre. Sin nada más que hacer decidió pasar algunas horas en el gimnasio para gastar tiempo antes de llegar a su departamento.

Y ahí estaba el rubio, concentrado en mantener un buen ritmo con las pesas y en la música de sus auriculares cuando el recuerdo de ser acariciado por Sakusa llegó a su mente. ¿A eso se resumió su alegría de la semana? un par de caricias que tuvo que pedir, era en lo único que podía pensar, se sentía de alguna forma patético y algo triste, no podía creer que eso era ahora, que eso era lo que lo hacía sentir bien y se sintió aún más patético cuando una parte de él sintió como si extrañara a su antigua pareja. Sí, era una mierda, pero al menos se divertía viendo como intentaba manipularlo, incluso sonrió cuando recordó cómo fingía que realmente le afectaba o lo hacía creer que realmente tenía algo de control o influencia en su vida.

Please, look at me ~sakuatsu +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora