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-Adiós Sakusa san-se despidió Hinata antes de partir al camino contrario de donde se iba Kiyoomi.

Por su parte él se despidió de la misma forma y comenzó a caminar, al final no le había parecido tan terrible, al menos podía afirmar que le habían agradado sus compañeros de equipo en ese ambiente lejos de la cancha, de alguna forma se había sentido cómodo con ellos. El aire frío de la noche inundó sus pulmones aún cuando respiraba por debajo de la mascarilla, pero aún así no apresuró el paso, por el contrario disfrutó de la sensación de frío y soledad, más que ser abrumador, le parecía relajante, nunca había temido a la soledad, la soledad es un espacio seguro, más cuando sabía que siempre tendría ahí a Komori para él. Ya no era el pequeño Kiyoomi que temía de su madre, era el jugador de voleibol adulto, con una carrera universitaria que estaba por ser dado de alta de su terapeuta.

Solo había un punto en su vida que parecía tenerlo preocupado, ese punto con nombre, apellido y cabello decolorado. Sí, Miya Atsumu. Kiyoomi sabía que su trabajo no era solucionarle la vida a nadie, que no podía adoptar una actitud heroica al respecto, pero sabía que en parte tenía un lazo con Atsumu, como su pareja sexual y dominante estaba preocupado. ¿Qué hacer? Era una pregunta que había estado en su mente todo el camino a su departamento. Pero no tenía forma de ayudar a alguien que no dejaba que lo ayudaran. Al menos dentro de lo que pudiera intentaría hacer notar su presencia. Estaba ahí para él, aún si no era de ninguna ayuda.

Marcó el número de Atsumu una vez estuvo dentro de su departamento, ya sin zapatos dejó el celular sobre la cama para quitarse de encima algunas capas de ropa. Al ver que no obtuvo respuesta asumió que luego él devolvería la llamada por lo que llevó consigo su celular al baño. Estaba seguro que después de tanto (y si por tanto se refería a haber socializado con el equipo) se merecía un buen baño, por lo que con agua caliente comenzó a llenar la bañera. Puso en el agua un jabón para la espuma y acercó lo que iba a usar, a veces en ocasiones como esa le encantaba romantizar su vida. Sentirse el protagonista de su propia historia y darse momentos especiales para él.

Le gustaba la vida que llevaba en ese momento. Su propio departamento, carrera universitaria finalizada, un equipo que le gustaba. Lo único que extrañaba era al antiguo Atsumu, no solo por lo buenas que eran sus sesiones sino por las conversaciones que solían tener al terminarlas, el rubio de alguna forma siempre conseguía sacarle una sonrisa y era una de las cosas que extrañaba más que nada.

.........

Atsumu salió de su pequeño trance al escuchar su celular vibrando en alguna parte, simplemente lo dejó pasar y volvió su vista al frente, habían pasado varios minutos ya que la comida que tenía frente a él ya estaba fría. Pero ni siquiera tenía hambre, sólo sentía frío, demasiado frío.

Dejó el plato sin haberlo tocado sobre la mesa y se dirigió a su habitación, acomodó todo para dormir y volvió poco después ahí con su celular en la mano. Vio la llamada de Kiyoomi, pero totalmente convencido de que solo quería una sesión se decidió a devolver la llamada. Así hizo esperando poco tiempo antes de que Sakusa respondiera.

-Hola...

-Tsumu ¿Cómo estás?

-Bien... Estaba por irme a dormir.

-Lo siento, no quería molestarte, solo quería saber como estabas, no te veías muy bien esta tarde.

-Descuida estoy bien ¿Al final saliste con el equipo?

-Sí, estuvo bastante bien...Pero me hubiese gustado que fueras.

-Con que tú te diviertas es suficiente, salir no es lo mio.

-Pero...

-Omi, estoy bien, no le des tantas vueltas.

-Claro... En ese caso, me estaba dando un baño asi que.

Please, look at me ~sakuatsu +18Where stories live. Discover now