~20~

1.5K 146 160
                                    

El tiempo se les pasó volando, no podían negarlo, había sido complicado, pero dentro de todo, las cosas estaban mejorando, o casi…

Kiyoomi estaba sentado en el sofá de Komori cuando su vejiga decidió que era buen momento para molestar, se levantó para dirigirse al baño sintiendo un mareo molesto, solo se había levantado demasiado rápido o al menos eso quería pensar, Komori no lo notó o hizo como si no pasara nada, pero apenas Kiyoomi desapareció de su vista se levantó para ir a la cocina.

Al volver, el más alto vio algunos aperitivos sobre la mesa de centro, sin embargo lo ignoró olímpicamente mientras seguía concentrado en la televisión. Komori dejó pasar un rato, odiaba más que nada en el mundo presionarlo, pero sabía exactamente lo que estaba pasando.

Kiyoomi pasó la noche en el departamento de su primo, se durmieron tarde por lo que pasaba del medio día cuando se dignaron a despertar. Kiyoomi se levantó primero y volvió a la habitación con una taza de café en la mano, nuevamente negándose a desayunar algo más. Hablaron un poco de cosas sin importancia hasta que Komori decidió levantarse.
Kiyoomi intentó seguirlo, pero apenas se levantó su vista se nubló casi por completo, sintió una gran presión en el pecho y como la desesperación se apoderaba de él. Sin mucho más que hacer volvió a sentarse, no recordaba la última vez que estuvo así de asustado.

-Kiyo, estoy aquí, respira, necesito que te calmes.

Komori se obligó a mantener la calma para no preocupar al más alto aún más de lo que ya estaba, pero en el fondo estaba tan o más desesperado que él.

…………

-¿Desde cuándo estás así?-preguntó con Kiyoomi mucho más tranquilo sentado a su lado, en su rostro podía ver una mirada casi avergonzada, se notaba extrañamente pequeño a sus ojos, lejos de su aura imponente o esquiva que normalmente mostraba.

-No sé de qué hablas.

-Kiyoomi ¿desde cuando no comes bien?

-Eso no…

-Kiyoomi.

Luego de una extensa conversación al respecto Kiyoomi comenzó a llorar, estaba asustado, literalmente temblando, no entendía de dónde había salido un miedo que creyó superado, pero ahí estaba nuevamente, la idea de que cualquier cantidad de calorías eran demasiadas. Komori desapareció unos segundos de su vista antes de regresar a él con una manzana en cada una de sus manos, extendió una para él y le dio un mordisco a la otra.

-Vamos de a poco, cuando estés más calmado puedes escribir a tu psicólogo y agendar una cita más rápido, prepararé algo de comer luego y podemos tomarnos el tiempo que necesites.

-Gracias… no te había dicho porque no quería molestarte con esto…

-Sabes que siempre voy a estar aquí, no importa si tengo mil cosas más en que pensar, siempre voy a estar cuando me necesites, pero necesito que hables de lo que pasa.

Kiyoomi comenzó a comer despacio, pero su estómago lo agradeció y le permitió a Komori aliviarse un poco, la imagen de su pequeño primo nunca se iba a borrar de su mente, de ese pequeño que no podía correr demasiado, que no podía jugar mucho, que apenas tenía fuerza, en ese entonces no entendía, también era un niño después de todo, jugar con Kiyoomi le parecía aburrido y complicado, pero cuando comenzó a entender se prometió que siempre estaría ahí para él y agradecía infinitamente tener ahora en su departamento al atleta alto y cada vez más musculoso que era Kiyoomi, pero sabía perfectamente lo frágil que podía llegar a ser.

………

Atsumu se despertó cerca de las cuatro de la madrugada, respiró pesadamente y bebió un poco de agua. Solo para calmarse se levantó y posicionó frente al espejo de cuerpo completo, revisó su cuello, cintura, brazos e incluso piernas, ninguna marca en color violeta se asomaba en su piel, ninguna marca con forma de mano descansaba en su cuello, su boca había perdido el sabor de la pasta de dientes, pero no sabía a nada más. No le había pasado nada, no estaba en una habitación que no era la suya, nadie lo había forzado a nada y una vez pudo comprobarlo volvió a intentar descansar dejando de lado su pesadilla.

Please, look at me ~sakuatsu +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora