13. Cumpleaños no tan sorpresa

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Harry fue a casa de Neville. Se había independizado pese a las quejas de su abuela en cuanto acabaron Hogwarts. Al parecer no era el único que tenía ganas de ser mayor de edad para hacerlo. Aunque Neville nunca se quejó demasiado por ello, todos sabían que su abuela podía ser un poco... demasiado. 

-¡Feliz sorpresaaa!-gritó Luna cuando Harry entró a casa de Neville.

-¡Sorpresa! -gritó Neville.

-Feliz cumpleaños -murmuró Marlo.

Harry se hizo el sorprendido como sino hubiese esperado nada. Siempre era un poco incómodo el tener que fingir alegrarse por ese tipo de cosas.

-Gracias chicos -dijo con una sonrisa.

-No es feliz sorpresa, es feliz cumpleaños -dijo Marlo con los brazos cruzados.

-No tonto, es feliz sorpresa. Porque le estamos dando una sorpresa.

-Ah... aún no la conoces bien, Luna es un poco...

-Estrambótica, extravagante, extraña y... -empezó a enumerar Marlo.

-Oh, muchas gracias -dijo Luna con una sonrisa, para nada ofendida.

Marlo fuera de balance simplemente miró a Harry con una ceja enarcada, haciéndolo reír.

-Oh, yo... creo que debería avisar a Dudley, estaría feo no decirle nada cuando me invitó, si no os importa.

-Me ofende que pienses que no lo invitaría, pero no podía venir -dijo Luna.

-Ah, ¿le escribiste?

-No, lo visité en su casa.

-No recuerdo haberte dicho su dirección -dijo Harry con el ceño fruncido.

-Consulté su dirección en la lista de direcciones flu y fui directa -explicó como si fuese obvio.

-¿Sin avisarle antes apareciste por flú? -repitió con los ojos abiertos.

-Claro, aunque...creo que se asustó un poco. 

-Por supuesto que lo hizo.

-Pero fue interesante ver cuantos utensilios muggles hay. Él tiene mucho más que tu, aunque no creo que deban lanzarse así...

-¿Qué te lanzó?

-Bueno... algunos tenían formas graciosas, me llevé una cosa parecida a una cuchara con agujeros. Tu primo dijo que podía quedármela... 

-Lo siento, hablaré con él-dijo aunque Luna había la más culpable. 

Le extrañaba que Dudley no le hubiese llamado quejándose y afortunadamente sus tíos no parecía que estuviesen en casa. Vernon estaría trabajando y Petunia de compras o hablando con los vecinos sino estaba seguro de que se habría enterado.

-No hace falta, él pareció entenderlo, fue muy compresivo cuando supo quien era -dijo Luna.

-Si, seguro que si...-murmuró Harry rodando los ojos, probablemente había estado tan asustado que había dicho o hecho cualquier cosa para que se fuera-. De cualquier forma, gracias por esto.

Harry no pudo evitar mirar a un lado y otro, por si acaso Ron o Hermione habían venido esta vez. No pudo evitar sentirse desanimado al ver que no era así. No sabía porque seguía esperándolo pero lo hacía. Al parecer estaba en su naturaleza no dejar morir sus expectativas. Cuando era niño tardó más de lo que debería en entender que sus tíos nunca lo aceptarían.

-Deberíamos ir al comedor a ver lo que ha preparado Luna, la intenté ayudar pero... lo hizo prácticamente todo sola -dijo Neville.

Harry siguió a Neville y Luna. Neville iba por la orilla de la pared, ligeramente nervioso. Harry se preguntó si los preparativos de Luna habían ido más allá que otros años. Unas veces había encantado las lamparas para que simularan a dragones y otras veces hubieron demasiadas decoraciones de leones para contarlas. Luna en cambio iba dando saltitos de un lado al otro del pasillo, como si estuviese haciendo una extraña danza. No cuestionó eso demasiado porque no era la primera vez que la había visto hacerlo pero quizá, debería haberlo hecho. Pronto se encontró dándose de morros con una pared invisible y Marlo chocando contra su espalda. 

Extrañas coincidenciasWhere stories live. Discover now