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Jungkook... Era él.
No sabía cómo procesar todo lo que estaba pasando.
Mi madre... ¿Muerta? No, ella no, no ahora que supe que ella todo este tiempo intentó protegerme.

—¡Qué carajos estás diciendo Jungkook! -Me incorporé como pude acercándome a él, lo tomé por la camisa del cuello sacudiéndolo — ¡Dime que es mentira, mi amor! Jungkook, po-por favor...

Taehyung  y la mujer sólo reían como si la muerte de mi madre hubiera sido un chiste, sentí rabia al escucharlos, Jungkook estaba pasmado, no decía nada, sólo veía en sus ojos la nada, el silencio y el frío.

—Como mi hermanito no dice nada -Escupió Teahyung- Mía, mi Mía ¿quieres que te diga cómo murió tu madre? O más bien -Se acercó a mi oreja para susurrar- ¿Cómo la mató, Jungkook?

Estaba lastimada, herida al ver cómo Jungkook seguía sin decir siquiera algo, cómo la mujer se burlaba y mi pequeño, Jimin, tan pequeño sin saber ni entender lo que pasada. No supe de dónde saqué el coraje, me giré a verle la cara a Taehyung y sin pensarlo dos veces, le escupí y le pateé su entrepierna.

—¡Jiminie, CORRE! -Le grité y él como pudo, corrió en dirección norte hacia la profundidad del bosque. Enseguida me apresure hacia la mujer, la aventé hasta lograr que ella cayera sobre su espalda y corrí, corrí como pude para alcanzar a Jiminie, lo tomé en brazos y ambos corrimos hacia la oscuridad de los inmensos árboles.
Era como si de repente todo en mi mundo se hubiera puesto en mute, veía sollozar a mi hijo y cómo articulaba gritos desgarrados. Lo último que hice fue voltear hacia atrás, los vi, los tres se estaban colocando esas malditas máscaras de conejo y tomaban rifles.
Todo tuvo sonido de nuevo.

—¡Que comience la cacería! -Gritó Taehyung, tan extasiado como si de una final de deporte se tratara.

[...]

No sabía cuánto había estado corriendo con Jimin en brazos, por los sonidos de animales y de la penumbra supe que era de madrugada, estaba cansada, Jiminie iba dormido y yo seguía corriendo sin parar, hasta que llegamos a un arroyo, ahí hice que se despertara.

—Jiminie, mi amor, despierta vamos, bebé un poco de agua ¿quieres?

—Mamá, mamita ¿qué está pasando? -Vi cómo rodaban por sus mejillas unas lágrimas enormes —¿Por qué papi no nos defendió de esas personas tan malas?

—Yo tampoco lo entiendo, mi amor, no lo entiendo pero debemos salir de aquí, tú y yo, nos iremos con el tío Nam, so-sólo, debemos buscar ayuda y aguantar un poco más.

—Pero mami tengo hambre y sueño. -Se talló con su manito sus ojitos llorosos.

—Lo sé, Jimin... -Yo igual, susurré sólo para mi —Debemos seguir.

Caminamos un poco más, arroyo abajo hasta que vimos una torre de vigilancia, vi luz, supuse que por fin habíamos encontrado ayuda.

—Jiminie, mamá debe subir allá arriba para pedir ayuda ¿si? —me puse en cuclillas para ponerme a su altura —Si viene alguien, quiero que pelees con todas tus fuerzas y no dejes que nadie te toque ¿bien? -Él asintió con su cabeza, le di un abrazo y comencé a escalar la vieja torre de madera.

Llegué hasta toparme con la puerta, la empujé un poco con la mano pero estaba bloqueada.

—Ay-ayúdenme po-por favor ¡Rápido! -Dije casi rompiendo en llanto y con la voz quebrada, antes de que algo sucediera, me giré hacia abajo para asegurarme que Jiminie estaba bien y sí, lo vi paradito viéndome.

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⏰ Last updated: Jul 09, 2021 ⏰

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 ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇWhere stories live. Discover now