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-Es hora de irnos, el final ya está aquí Mía.

El frío y el temor se apoderaron de mi, me había quedado perpleja, ver su sonrisa burlona y victoriosa llenarle la cara y con ella la habitación por completa, había sido tal el impacto que me caí de espaldas al piso, como acto reflejo pateé la silla y me arrastré casi a gatas para poder salir de la casa, todo para mi se movía en cámara lenta, su risa macabra y sádica llenaban la habitación y sin embargo yo no la escuchaba, él caminaba a paso lento detrás de mi, sabía que yo no iría a ningún lado, y cuando hube abierto la puerta de la entrada el dio el portazo, dio dos pasos detrás de mi, tomó mis pies con sus grandes manos y me lanzó de vuelta al comedor, mi espalda chocó con la pata de la mesa y solo pude quejarme, quise gritar, quise pararme y correr, quise esconderme al menos… fue imposible, el se colocó justo encima de mi, jaló mis manos para que quedaran al lado de mi cabeza, con sus piernas aplastó las mías, estaba inmóvil.

-Estos labios, esta boquita, toda tu eres mía… -Lamió sus labios con fiereza, los chocó contra los míos, era tanta la desesperación que de pronto un líquido que me supo a metal me había llenado la boca, me había mordido sin piedad el labio inferior; las lágrimas solo caían sobre mis mejillas.

Él se burló.
Él lo gozó.
Yo sufría.

La puerta sonó dos veces, alguien llamaba y una voz se escuchó del otro lado de la madera.

-¡Señora, Kim! ¡Señora, Kim! Se olvidó de pasar por Jiminie al cole así que me tomé el atrevimiento de venir hasta acá para dejarlo. -Pude escuchar de poquito la vocecita de Jiminie diciéndole a su maestra que seguramente había salido con JK -Bueno, si no está mamá tendrás que venirte conmigo, pequeño.

Taehyung había posado una de sus manos sobre mi boca, me era imposible ejercer algún sonido siquiera, entonces habló:

-Quiero que te pares, te limpies la sangre y dejes que tu bastardito pase a la casa, actúa normal, Mía porque si haces alguna estupidez te voy a encontrar como todas las demás veces y no querrás que tu hijo vea cómo mato a sangre fría a alguien. -Asentí y como pude aun con el dolor en la espalda me puse de pie, con la manga de mi sudadera limpié la sangre que aun escurría de mi comisura derecha, alineé mi ropa y alicé mi cabello, caminé hasta la puerta y la abrí.

-Oh señora Kim, pensamos que no había nadie en casa y ya me llevaba a Jiminie conmigo de vuelta al cole.

Jiminie corrió y quiso ir adentro pero antes de eso lo alcancé a tomar por la mochila y lo detuve, el volteó a verme enfadado por la manera en que había evitado su entrada a la casa.

-Gr-gracias, maestra, h-he estado haciendo un par de cosas y me he olvidado de Jiminie, qu-qué pena. -La maestra intuyó que algo andaba mal pero yo solo giré mi cabeza adentro de casa y vi a Taehyung sosteniendo un cuchillo con esa mirada penetrante y que demandaba peligro.

-¿Se encuentra bien, señora Kim? ¿Ocurre algo? -Ella quiso mirar también adentro pero lo evité cerrando un poco más la puerta para que el resto lo cubriera mi cuerpo.

-S-si, está todo bien y de nuevo gracias. -Di un portazo, Jiminie quiso avanzar de nuevo pero no dejé de soltar su mochila en ningún momento.

-Mami ¿qué te pasa? ¡Déjame! -Gritó casi al borde del llanto, entonces quise decirle que fuera escaleras arriba pero Taehyung fue más rápido y se hizo presente delante nuestro con fugaz entusiasmo por lo que sabe Dios qué pasaría después.

-Hola, bas-Jiminie ¿Sabes quién soy? -Se agachó hasta quedar a la altura de mi hijo quien solo negó con la cabeza y lo miró intrigado esperando una respuesta. -Yo soy tu verdadero papá.

 ᴀʟ ғɪɴᴀʟ ᴅᴇʟ ʙᴏsǫᴜᴇΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα