17. One Day and Halloween.

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Miranda

Me meo, me meo, me meo.

¿Soy la única loca que se bebé cómo dos litros de agua y sale de su casa sin ir al baño antes? ¿Si? Ya sabía.

Aparte estoy toco que toco el timbre y en esta vaina no me abren.

ALÓ, ES UNA EMERGENCIA

WIUWIUWIU

— ¡ES QUE AHORA UNO NO PUEDE NI CAGAR EN PAZ! — Gritó una voz desde adentro, ups.

Mi maracuchita me abre la puerta metiéndome un coquito, no si.

— ¡Pero bueno, vale! ¡¿Por qué me pegas?! Me estoy haciendo pipí, quítate. — La empujo para poder entrar e ir al baño.

Wait, ¿dónde está el baño en esta casa?

Esta casa no la conozco, help.

Cruzo las piernas mientras con mi mirada inspecciono la zona, ya saben, pa ver si encuentro el fucking baño.

— ¿Miranda, vos te querei morir? — Habla Elisa recogiendo mi cartera del piso.

— ¡¿Mamagueva, dónde está el baño de esta casa?!

Mano no coordino, les juro que no coordino.

O me orino o me muero.

— Yo no sé.

¡LA MUY ELLA SE ENCOGIÓ DE HOMBROS Y SE FUE! ¡OSEA, SI ELLA VIVE MÁS AQUÍ QUE EN SU CASA!

—¿Cómo no vas a saber? Te la pasas aquí, mujer. — Exclamé, impaciente.

Solto una risita demoníaca y luego de dejar mi bolso sobre la isla de la cocina se dirigió hacia... Mardita.

— Ni se te ocurra... — Advertí.

¿Han visto el meme de la niña sonriendo frente a la casa incendiadose? Bueno, así tal cual me miró.

—¿Qué cosa? — Inquirió haciéndose la loca y abriendo la pluma del lavaplatos a todo dar.

¿Y sí me mato?

— ¡ME VOY A HACER PIPÍ! — Chillo colocando las manos en mi entrepierna.

— Kike hacer pipí, lo que te vai es a mear chica. — Cerró la mierda esa después de terminar lo que iba a hacer antes de querer que me convirtiera en el Santo Ángel. —  No parecei amiga mía, mija.

Agarró un pañito y empezó a secarse  las manos con toda la calma de la vida.

— El baño está allá. — Señaló la puerta que se encontraba al lado de las escaleras.

¿De pana?

¡¿DE PANA?!

HEMOS ESTADO PRÁCTICAMENTE AL LADO DESDE QUE LLEGUÉ.

Créanme que si las miradas mataran Elisa ya estuviera tres metros bajo tierra, y hasta más.

Pero ajá, más rápido que inmediatamente fui allá.

¿Qué si escuché algún despelote afuera? Nanainanai mi gente, yo estaba bien happy en mi peo.

Le gané la carrera a la pipí, oh sí.
De vaina, pero lo hice.

Salgo al rededor de diez minutos después, ya saben, después de lavarme las manos y arreglar mi cabello.

btw, ese jabón huele bueno.

Pero ahora sí es verdad que me encuentro a un par de maricos jodiendo afuera.

—¡¿Viste?! — Elisa asiente y Anwar la suelta. — ¿Cómo creei que te pondré a oler mierda?

Naguará, Wolfgang.↬Wolfgang Novogratz.Where stories live. Discover now